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miércoles, 15 de enero de 2014

SOMALIA. LOS SOMALIES. CAPRICHO EUROPEO. 1997.



Diario “La Nación” Buenos Aires, lunes 30 de junio de 1997 
Hipótesis de conflicto: los somalíes
Capricho afroeuropeo
Francia, Gran Bretaña, Italia y Etiopía se repartieron a la más homogénea nación del continente negro; el sueño inconcluso de la Gran Somalia
Uno de los más grandes poetas somalíes resumió el motivo de esta nota en estos versos: "Los británicos, los etíopes y los italianos nos desmenuzaron. /El país ha sido arrebatado y dividido por quienquiera que tuviese fuerza. /El país fue vendido pedazo a pedazo sin nuestro consentimiento." Se quedó corto: le faltaron los franceses.
Otro somalí, el presidente Alí Shermarke -asesinado en 1969-, expuso la situación con igual claridad: "Nuestras desgracias no derivan de la aridez del suelo ni de la falta de riquezas minerales.
Estas limitaciones en nuestro bienestar material fueron aceptadas por nuestros antepasados de los que hemos heredado, entre otras cosas, una prosperidad espiritual y cultural de inestimable valor: la enseñanza del Islam, por una parte, y la poesía lírica, por la otra...ºNo! Nuestra desgracia es que nuestros países vecinos, con los cuales...querríamos promover relaciones armoniosas y constructivas, no son nuestros vecinos. Nuestros vecinos son nuestros parientes somalíes cuya ciudadanía ha sido falsificada por "arreglos" fronterizos indiscriminados.
"Tienen que cruzar fronteras artificiales para llegar a sus tierras de pastoreo. Ocupan el mismo territorio y tienen la misma economía pastoral que nosotros. Hablamos el mismo idioma. Compartimos el mismo credo, la misma cultura y la misma tradición. ¿Cómo vamos a mirar a nuestros hermanos como extranjeros?".
Para terminar con las citas vale la pena recordar lo que escribió nada menos que lord Rennel, cuyo padre intervino en el trazado de límites: "La única parte de Africa que es totalmente homogénea ha sido dividida. Somalia será el campo de batalla del Africa oriental, puesto que los somalíes son un pueblo dominante e invasor".
Imperialismo africano
La partición de Somalia comenzó antes que la de Africa en general y, como ha sido de rigor en los tiempos modernos, los primeros ocupantes extranjeros fueron los ingleses (1884, al Norte y al Sur) seguidos por los franceses (1881-1884) y por los italianos (1889).
Hasta este punto la suerte de los somalíes no fue distinta de la de los demás pueblos en que los de Occidente pusieron sus ojos en el siglo XIX. Difiere, sin embargo, en que hubo allí también un imperialismo africano, y en parte, del Medio Oriente. Efectivamente, en 1874-1875 el khedive de Egipto, vasallo del sultán turco de Constantinopla, obtuvo de su soberano autorización para ocupar todas las comarcas somalíes hasta el cabo Guardafui, la aguda punta que mira hacia el mar de Arabia, el extremo más oriental de Africa.
Pero la presencia egipcia fue breve y al retirarse los reemplazaron los ingleses. Es, sin embargo, un curioso antecedente del enorme interés por esta tierra.
En cambio, la conquista hecha por el emperador de Etiopía en 1885 de la ciudad de Harrar le dio un punto de partida para la conquista de territorio somalí, en este caso el Ogaden, una de las regiones más disputadas de Africa en este siglo.
Como resultado de todo este proceso, al comenzar nuestra época el país somalí estaba dividido entre tres países europeos y uno africano con la particularidad de que las posesiones inglesas comprendían tanto la región más al Norte como la más al Sur. Esta última sigue separada del resto como parte de Kenya.
Sin contar héroes viejos como Ibrahim el zurdo (tribu Darod) que devastó Etiopía en el siglo XVI, el nacionalismo somalí moderno nació como reacción frente a todos los ocupantes por parte de Mohammed Abdallah Hassan llamado el "mullah (religioso musulmán) loco" que combatió durante 21 años (1899-1920) intentando superar las divisiones tribales sobre la base de la unidad religiosa y nacional. Contra él los ocupantes usaron bombas y aviones por primera vez en Africa. Era también de los Darod.
Debe tenerse presente que si bien el patriotismo somalí es ardiente se trata de un pueblo de nómadas pastores -se dice que sufren "el complejo del camello"- orgullosos, igualitarios, con gran tendencia a la formación de facciones y a un gran desprecio por una autoridad centralizada. Por ello sólo en 1960 cuando se unieron dos de las cinco partes de su país dividido nació un Estado somalí.
Oposición etíope
Ya antes se planteó la reunificación -en rigor la unificación- en una Gran Somalia lo cual irritó vivamente al Negus quien sostuvo que "Etiopía se opondrá por todos los medios a su alcance a la reunión de los territorios somalíes, creación imperialista" (sic).
Se estima que fue este problema el que lo llevó a intervenir tan activamente como lo hizo en la Organización de la Unidad Africana y a lograr que se aprobara la sacralidad de la fronteras coloniales.
Este anhelo de unificación llevó a la guerra, hace algunos años, entre Etiopía y Somalia cuando ésta intentó concretar la incorporación del Ogaden con resultados desastrosos. Derrotados los somalíes, la totalidad de la población -varios cientos de miles de personas- huyó hacia el Norte y el Este, a la república de Somalia y la comarca quedó vacía hasta hoy.
Ello no ha resuelto nada y sumó un problema nuevo, el del retorno. Quedaron también pendientes el problema de la ex Somalia francesa, ( Djibuti) y el de la parte que quedó en Kenya.Y sigue en pie la afirmación de lord Rennel: "Somalia será campo de batalla". Tomada de una publicación de 1961 el autor indicaba: "Nadie podrá afirmar que esta predicción no será un día una sangrienta realidad". Se señalaba entonces el Ogaden y la región en manos de Kenya. Todo ello mantiene una tremenda vigencia. .
Por Narciso Binayán

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