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viernes, 17 de enero de 2014

REINO UNIDO. DOS EXCÉNTRICOS CANDIDATOS SE DISPUTAN LONDRES.ABRIL 2008



Diario “La Nación”. Buenos Aires, miércoles 30 de abril de 2008 
Mañana, comicios municipales
Dos excéntricos candidatos se disputan Londres
Son Ken Livingstone y Boris Johnson


LONDRES.- Los británicos siguen las alternativas de la campaña electoral para la alcaldía de su capital -puesto crucial cuando Londres se apresta a ser sede de los Juegos Olímpicos de 2012- con el mismo interés que genera el final inminente de un bien elaborado chiste.
En los comicios de mañana todo parece indicar que el "reinado" del "Colorado" Ken Livingstone, en busca de un tercer mandato, podría llegar a su fin para ser reemplazado por el del conservador Boris Johnson, conocido como "Blond Bombshell" (la "Bomba Rubia"), tanto por el tono de su cabello como por su tendencia a lanzar humoradas que lo meten en problemas.
A primera vista, la contienda se presenta como un clásico tire y afloja entre el defensor del proletariado, Livingstone, y el graduado de Eton y Oxford, Johnson, pero la verdad es que se trata más de una puja entre dos celebridades que ganaron su fama por su poco convencional vida privada y por participar en populares programas humorísticos de televisión.
Tan frívola y mediática es la campaña que, en su última edición, el semanario The Economistpublicó una nota sobre la elección con el título "Llamen a los payasos".
Quién lo diría leyendo los datos vitales del candidato conservador: Alexander Boris de Pfeffel Johnson nació en Nueva York en 1964, en el seno de una familia británica adinerada con abolengo aristocrático turco y ruso. En Oxford se graduó con los honores más altos en estudios clásicos y fue presidente de la Oxford Union, la prestigiosa sociedad de debates estudiantil. En 1987 ingresó como reportero en The Times .
Su carrera periodística sufrió pronto un traspié: fue despedido por inventar un testimonio. Pero ese "pecado de juventud" fue perdonado por otros medios, incluido el tory The Daily Telegraph, que lo nombró jefe de la corresponsalía europea en Bruselas, donde su padre fue durante cinco años eurodiputado conservador. En 1999 tomó las riendas del semanario The Spectator , cargo que sólo abandonó en 2005, tres años después de haber ganado un asiento en la Cámara de los Comunes.
En la arena política, su trayectoria ha sido tan meteórica como escandalosa. En 2004 tuvo que pedir disculpas públicas por una columna firmada en The Spectator en la que sostuvo que los nativos de Liverpool (en su gran mayoría católicos) "se hacían, como siempre, las víctimas" al expresar en forma prolongada su dolor por la muerte de su compatriota Ken Bigley, raptado y asesinado en Irak.
AFFAIRE
Un mes más tarde, Johnson, casado y con cuatro hijos, fue despedido del gabinete del entonces líder de la oposición, Michael Howard, por haber negado que tenía un affaire con una colega periodista, horas antes de que los detalles del romance fueran publicados por varios tabloides.
Lejos de esconderse, Johnson siguió apareciendo en programas de televisión, incluido el satíricoHave I got news for you (¿Tengo noticias para vos?), donde también se ha visto a Livingstone más de una vez. Las metidas de pata seguidas de disculpas continuaron, incluida la ocasión en la cual Johnson criticó a Tony Blair por irse de viaje a Africa en medio de una crisis "para visitar picaninnies(negritos)" y cuando aseguró que los habitantes de Papúa Guinea "deben de ser todos caníbales".
Su desparpajo es justamente lo que le ha servido para ganar terreno sobre el rival que él ha rebautizado "Major leaving-soon" (alcalde yéndose pronto). Johnson sabe, sin embargo, que de ganar su victoria no se deberá tanto a su encanto personal como al desgaste de la figura del actual alcalde.
Porque los londinenses están hoy divididos en dos campos: los que adoran a Livingstone por haber reducido la congestión en el microcentro gracias a la introducción del peaje obligatorio conocido como congestion charge (impuesto a la congestión) y los que lo odian porque la medida los obliga a utilizar un servicio público de transporte anticuado y carísimo.
Livingstone, de 62 años, oriundo del sur pobre de Londres, se convirtió en el primer alcalde elegido en 2000. Lo hizo como candidato independiente, tras ser expulsado del laborismo por criticar la política centrista de Tony Blair.
Pero el "Colorado" Ken, acusado de ser miembro de la "izquierda lunática", adoptó una política pragmática. Una de sus primeras medidas fue declararles la guerra a las palomas de Trafalgar Square. Lanzó dos halcones, que redujeron naturalmente el número de palomas y divirtieron, al mismo tiempo, a los turistas con sus acrobáticos sobrevuelos.
Su primera gestión fue aplaudida. Blair se vio obligado a reconocer su error: en 2004, Livingstone fue reelegido como candidato laborista. Pero esto no lo inhibió de oponerse públicamente a la guerra en Irak ni de establecer lazos de cooperación con el régimen de Hugo Chávez, a contramano de los dictados del Foreign Office.
Divorciado y con cinco hijos de cinco mujeres diferentes (ninguno de su ex esposa), Livingstone es proclive a los exabruptos. En 2006 fue suspendido cuatro semanas de su puesto por comparar a un periodista judío que lo acechaba para entrevistarlo con "un guardián de un campo de concentración". La sanción fue luego revocada por la Corte Suprema.
Hace unos días le preguntaron qué planea hacer si es derrotado. Y su respuesta fue reveladora: "Estoy persuadido de que ganaré, pero si Boris se convierte en alcalde, ocuparé el lugar que él dejará vacante en la televisión y en el circuito de disertantes en conferencias. Lo único que haremos es cambiar asientos". .

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