Diario “La Capital”.
Rosario, sábado, 02 de mayo de 2009
Conmovedor
testimonio de un símbolo de la guerra de Vietnam
Kim Phuc, la mujer
protagonista de una foto histórica que la muestra como una niña que corre
desnuda durante un bombardeo en la guerra de Vietnam, ofreció ayer un
conmovedor testimonio de vida y perdón a los demás desde la fe, en un encuentro
de católicos y evangélicos realizado en la Capital Federal.
Kim
Phuc, la mujer protagonista de una foto histórica que la muestra como una niña
que corre desnuda durante un bombardeo en la guerra de Vietnam, ofreció ayer un
conmovedor testimonio de vida y perdón a los demás desde la fe, en un encuentro
de católicos y evangélicos realizado en la Capital Federal.
"Yo
no podía perdonar. Pero el día que conocí a Jesucristo, el odio desapareció y
pude perdonar. Recuperé la esperanza y los sueños", dijo la mujer ante la
multitud, en su mayoría jóvenes, que colmó el estadio Luna Park.
Phuc,
que ahora tiene 46 años y es embajadora de la Unesco, relató el horror de aquel
bombardeo de 1972, cuando el napalm de la bomba lanzada por un cazabombardero
estadounidense consumió su ropa y siguió corriendo desnuda para escapar del
fuego, en una imagen que inmortalizó el fotógrafo Nick Ut.
800
grados. "Me di cuenta de que si no podía escapar de la foto, por lo menos
podría trabajar con ella por la paz. Aquella niña de 9 años quemada por la
bomba ya no corre, ahora vuela", admitió.
La
mujer describió el terrible dolor que causa el napalm en el cuerpo, que hierve
a 800 grados. "Se mete por debajo de la piel y te sigue quemando",
graficó.
Por
aquella experiencia sufrió quemaduras de tercer grado en la mitad del cuerpo y
debió ser sometida a 17 operaciones y un largo tratamiento psiquiátrico.
"Hoy,
sigo teniendo muchas cicatrices y dolores en el cuerpo, pero mi corazón está
limpio. Después, comprendí que el valor del dolor de mi sufrimiento podría
ayudar a otros. Habiendo conocido la guerra, puedo conocer el valor de la
paz", afirmó Phuc.
La
embajadora de la Unesco dijo que "habiendo conocido el control comunista,
conozco el valor de la libertad; habiendo vivido el dolor, ahora conozco el
amor: habiendo vivido en la pobreza y no tener nada, ahora conozco el valor de
tenerlo todo, y después de haber vivido con temor, ahora conozco el valor de la
fe y el perdón".
Phuc
también explicó cómo se convirtió al cristianismo y pudo perdonar a quienes le
causaron tanto daño aunque reconoció que sintió "odio" y "quería
encontrarlos, herirlos, matarlos".
Encuentro
singular. La mujer enfatizó que hay que "orar por los enemigos" y
reveló que ella llegó a perdonar al comandante del ejército estadounidense que
ordenó bombardear la aldea vietnamita donde vivía. "Me dijo «lo siento
mucho, perdóname», nos abrazamos y lloramos mucho", describió al recordar
aquel encuentro con el militar en Washington.
El
momento culminante de la jornada ecuménica por la unidad de los cristianos fue
ayer cuando Phuc rezó una oración de pie y tomada del hombro por el cardenal
Jorge Bergoglio y el pastor Carlos Saracco.
Después,
el primado argentino la abrazó en una actitud paternal, y dijo a la multitud
que "el mensaje fuerte de hoy es que no tenemos que buscar entre los
muertos a quien está vivo", en referencia a Jesucristo.
"Cómo
nos cuesta aceptar que Cristo resucitó, nosotros al igual que la mujer del
sepulcro vamos buscando quién nos mueva la puerta de entrada, buscamos cintas
rojas, plantamos ruda macho y nos convertimos en cristianos fabricadores de
tristezas, porque Cristo no resucitó entre nosotros", lamentó Bergoglio.
Los
asistentes emitieron un mensaje al país llamando a la "re conciliación en Jesús" en todos los
ambientes, sobre todo exhortando a los políticos a que "antes del 28 de
junio, concierten, acuerden", porque, recordaron, "reconciliarse no
significa diluir sus ideologías, ni negar las discrepancias y
diferencias". l (DyN)
No hay comentarios:
Publicar un comentario