Diario “La Capital”. Rosario, jueves,
08 de marzo de 2012
Israel pidió potentes armas a
EEUU para un posible ataque contra Irán
Washington.- Tras la decisiva reunión
-llamada Cumbre Irán- con el presidente norteamericano Barack Obama en
Washington, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, regresó a...
Washington.- Tras
la decisiva reunión -llamada Cumbre Irán- con el presidente norteamericano
Barack Obama en Washington, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu,
regresó a Israel en un mar de filtraciones y declaraciones sobre un posible
ataque contra el proyecto nuclear iraní.
"Ahora
es el momento de reunirse y estudiar concienzudamente lo que nos ha dicho
Estados Unidos. Después decidiremos", afirmó el asesor de Seguridad
Nacional israelí, Yaacov Amidror, quien no ha desmentido ni confirmado una
petición muy significativa de Netanyahu a su máximo aliado: la venta de las
poderosas bombas antibúnker GBU-28 y de modernos aviones de suministro de
combustible.
Según
una fuente de la Casa Blanca citada por varios medios israelíes, Obama
"estudiará de forma positiva la petición". La sensación es que
accederá a la venta del arsenal deseado, cuestión que está siendo tratada por
el secretario de Defensa, Leon Panetta y su homólogo israelí, Ehud Barak.
"Nosotros no solemos hablar de nuestras armas, ni por supuesto de lo que
pedimos o no a EEUU", respondió Amidror.
Se
trata de dos instrumentos básicos para que la fuerza aérea israelí golpee de
forma significativa las instalaciones nucleares iraníes. En primer lugar debido
a la distancia entre ambos países. "La recarga de combustible aire-aire
será crítica. Los cazas israelíes no necesitan solamente entrar y salir del
espacio aéreo iraní. Necesitan tener suficiente combustible para disponer de
tiempo sobre sus objetivos y cubrir cualquier contingencia que pueda surgir en
la misión", afirmó el experto militar Douglas Barrie en un reciente
informe.
No
son suficientes. Israel posee varios aviones cisterna
basados en la estructura del Boeing 707, pero teóricamente no son suficientes
ante una operación de esta envergadura en tiempo, distancia y oposición.
Con
respecto a la ya vieja demanda israelí de las bombas GBU-28, los servicios
secretos de varios países creen que Irán está acelerando el enriquecimiento de
uranio en plantas ultraprotegidas y subterráneas, como por ejemplo Fordow,
cerca de la ciudad de Qom.
El
ex presidente George W. Bush siempre se negó a la venta de estas bombas hecha
por el entonces primer ministro Ehud Olmert. Durante el mandato de Obama, el
suministro de las GBU-28 ha sido tratado en más de una ocasión y ahora será
completado.
Según
analistas, aunque parezca una paradoja, es un "caramelo" presidencial
más para que Netanyahu no lance un ataque contra Irán en los próximos meses.
Uno compra bombas antibúnker, y el otro, tiempo.
"Netanyahu
ha convencido a Obama de la necesidad de recortar los plazos a nivel
diplomático y evitar que Irán siga ganando tiempo para completar su proyecto
atómico", reveló una fuente israelí al diario Maariv.
El
premier israelí no ha recibido luz roja para un ataque militar pero tampoco luz
verde. "No fuimos a Washington para imponer líneas rojas o pedir luz verde
a un ataque", afirmó Amidror.
Tras
las advertencias de Obama ante las consecuencias (humanas, militares, políticas
y económicas) de un ataque que desembocaría quizá en una guerra regional, los
portavoces de Netanyahu inciden en un mensaje que le transmitió al propio mandatario
norteamericano: "Se habla mucho del precio que supondría un ataque contra
las instalaciones iraníes, pero también se debe tratar el enorme precio que
significa que Irán tenga la bomba atómica".
En
sus conversaciones con Obama y Panetta, Netanyahu afirmó incluso que "un
ataque de misiles iraníes contra Tel Aviv es un precio inferior del que
supondría vivir bajo la amenaza de un Irán nuclear".
Netanyahu
hace sonar con fuerza los tambores de guerra
Washington.— Israel
y EEUU están de acuerdo en que un régimen islámico con armas nucleares es
inaceptable. Pero las diferencias radican en la forma en que se debe impedir
que la bomba nuclear llegue a manos de Irán. El presidente Barack Obama aboga
por seguir dando una oportunidad a las sanciones internacionales contra
Teherán, pero tampoco descarta un ataque militar como última vía. El premier
israelí, Benjamin Netanyahu, prefiere al contrario pasos más rápidos.
Israel se encuentra ante un gran dilema: el margen de tiempo para un posible ataque contra las instalaciones militares iraníes podría cerrarse pronto. Si éstas se trasladan a un lugar más profundo de la superficie terrestre, la fuerza aérea israelí ya no las podría destruir de forma efectiva.
El ejército estadounidense, con su inmenso impacto, dispone sin embargo de más tiempo. Si Israel se declara dispuesto a esperar, se podría así extender en el tiempo la ocasión para un ataque israelí. Pero entonces, el Esta do judío dependería de la buena voluntad de EEUU. “¿Puede Netanyahu atreverse a confiar en Obama?”, se preguntó el comentarista de Times of Israel.
Israel se encuentra ante un gran dilema: el margen de tiempo para un posible ataque contra las instalaciones militares iraníes podría cerrarse pronto. Si éstas se trasladan a un lugar más profundo de la superficie terrestre, la fuerza aérea israelí ya no las podría destruir de forma efectiva.
El ejército estadounidense, con su inmenso impacto, dispone sin embargo de más tiempo. Si Israel se declara dispuesto a esperar, se podría así extender en el tiempo la ocasión para un ataque israelí. Pero entonces, el Esta do judío dependería de la buena voluntad de EEUU. “¿Puede Netanyahu atreverse a confiar en Obama?”, se preguntó el comentarista de Times of Israel.
Mantener
la presión. Sin embargo, apenas se considera posible un ataque en solitario por
parte de Israel, debido a las potenciales repercusiones catastróficas que
podría tener. Es por eso, quizás, que Netanyahu lleva adelante una retórica tan
fuerte para mantener la presión tanto sobre la comunidad internacional como
sobre Irán.
Durante su reciente visita a EEUU, Netanyahu echó mano a todos los registros para justificar una dura acción contra Teherán, incluso una controvertida comparación con el Holocausto.
“El Congreso Mundial Judío pidió a Estados Unidos en 1944, en vano, que bombardeara el campo de exterminio de Auschwitz”, dijo el jefe de gobierno israelí. “Como primer ministro de Israel nunca dejaré a mi pueblo vivir a la sombra de la destrucción. Cuando se trata de su supervivencia, los israelíes deben seguir siendo dueños de su propio destino”, sentenció.
“¿Por qué presiona de esa manera en nuestro punto más sensible y el punto más sensible del mundo frente a nosotros?”, se preguntó la profesora Dina Porat, historiadora jefe del monumento al Holocausto en Jerusalén. “El mensaje oculto es el siguiente: «Si ahora vuelven a no hacer nada —como entonces— entonces no podrán acusarnos de nada»”.
También el ex primer ministro israelí Menachem Begin —el primer jefe de gobierno del partido Likud de Netanyahu—, justificó el bombardeo del reactor nuclear iraquí en 1981 recordando al exterminio judío. l (DPA)
Durante su reciente visita a EEUU, Netanyahu echó mano a todos los registros para justificar una dura acción contra Teherán, incluso una controvertida comparación con el Holocausto.
“El Congreso Mundial Judío pidió a Estados Unidos en 1944, en vano, que bombardeara el campo de exterminio de Auschwitz”, dijo el jefe de gobierno israelí. “Como primer ministro de Israel nunca dejaré a mi pueblo vivir a la sombra de la destrucción. Cuando se trata de su supervivencia, los israelíes deben seguir siendo dueños de su propio destino”, sentenció.
“¿Por qué presiona de esa manera en nuestro punto más sensible y el punto más sensible del mundo frente a nosotros?”, se preguntó la profesora Dina Porat, historiadora jefe del monumento al Holocausto en Jerusalén. “El mensaje oculto es el siguiente: «Si ahora vuelven a no hacer nada —como entonces— entonces no podrán acusarnos de nada»”.
También el ex primer ministro israelí Menachem Begin —el primer jefe de gobierno del partido Likud de Netanyahu—, justificó el bombardeo del reactor nuclear iraquí en 1981 recordando al exterminio judío. l (DPA)
Escepticismo
Francia
expresó ayer escepticismo con respecto a las planeadas conversaciones entre
Irán y seis potencias mundiales, debido a que considera que la república
islámica no parece dispuesta a negociar el futuro de su programa nuclear. “Creo
que Irán sigue mostrando dos caras”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores
francés Alain Juppe.
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