Diario “La Nación”.
Buenos Aires, domingo 04 de abril de 2010
Protagonistas
Alexander Lebedev, un ex espía al
rescate de la prensa británica
Fue agente de la KGB soviética antes de
amasar una fortuna inmensa tras el fin de la Guerra Fría. Ahora, junto con su
hijo Eugeny, el magnate ruso se convirtió en un jugador de peso en la prensa de
Gran Bretaña: compró los tradicionales periódicos The Evening Standard y The
Independent y, para sorpresa de muchos, promueve la investigación
seria e independiente
Richard Perez-Peña
The New York Times
Richard Perez-Peña
The New York Times
Cuando Alexander Lebedev y su hijo, Eugeny, se hicieron
cargo de The Evening Standard,de Londres, hace 14 meses, la
cobertura de los medios se centró en el padre y su ex estatus como agente de la
KGB y oligarca ruso, y en el gusto de ambos hombres por las mujeres bellas.
Muchos artículos periodísticos se preguntaban si no ejercerían una influencia
poco saludable sobre uno de los mayores periódicos británicos.
El jueves pasado, cuando cerraron la compra de otro
respetado pero tambaleante periódico británico,The Independent , la
pregunta, contra todas las previsiones, era otra: si los Lebedev no serían la
mejor esperanza de preservar el periodismo serio en el país.
"Creo que fue casi demasiado halagador para
mí", dijo irónicamente Alexander Lebedev, de 50 años, sobre la reciente
cobertura periodística. Hablaba desde Moscú, adonde viajó para reunirse con su
socio, Mikhail Gorbachov, el ex líder soviético. "Espero no convertirme en
un malcriado".
En Inglaterra, los artículos periodísticos sobre la venta
de The Independent mencionaban una vez más su pasado en la
KGB, su enorme fortuna (2000 millones de dólares, según Forbes )
y sus aspiraciones políticas. Pero esta vez, gran parte de la cobertura
periodística elogiaba a Lebedev por haber mantenido vivos dos diarios que
perdían dinero y probablemente hubieran desaparecido sin los nuevos dueños, y
por no haber interferido con la cobertura de noticias de The Evening
Standard.
"Hubo gran escepticismo, pero hasta el momento no
hay evidencias de que Lebedev pretenda otra cosa que financiar una prensa
gratuita y seria", dijo Tim Luckhurst, director del centro de periodismo
de la Universidad de Kent. "Habla con pasión de la prensa gratuita, y por
lo que parece, lo dice en serio."
En octubre pasado, los Lebedev convirtieron a The
Evening Standard , que se distribuye en la región de Londres, en un
diario gratuito sin reducir sus contenidos... y eso, en una nación en la que
los diarios gratuitos han tendido a ser poco más que un breve resumen. Además,
el diario casi triplicó su circulación, hasta alcanzar los 600.000 ejemplares.
Ayudado por la desaparición, el año pasado, de dos diarios gratuitos
londinenses, The Standard afirma que ha ganado en ingresos
publicitarios más dinero del que ha perdido por no cobrarle nada a sus
lectores. "Hemos pasado de un periódico que perdía unas 500.000 libras
semanales", o alrededor de 745.000 dólares, "a un periódico que ahora
pierde la mitad de esa suma, o menos", dijo Eugeny Lebedev, de 29 años.
Como presidente de The Standard -cargo que también ocupará en The
Independent - está mucho más involucrado que su padre en el funcionamiento
del periódico.
¿Los Lebedev habrán descubierto un nuevo modelo
empresarial para una industria en dificultades... un nuevo modelo que puede ser
una amenaza para sus competidores?
Temores y desafíos
Durante los meses de negociaciones para la compra de The
Independent , uno de los diarios nacionales británicos, los medios
especularon con la posibilidad de que también fuera convertido en un diario
gratuito, o al menos se recortara su precio, que es de 1 libra. Eso podría
afectar seriamente a otros periódicos nacionales, particularmente a The
Guardian , cuya postura de izquierda es la más similar a la
orientación de The Independent .
"Lo que sí sabemos es que no podemos seguir adelante
con el diario en su forma actual", dijo Eugeny Lebedev sobre The
Independent , que perdió 12, 4 millones de libras (alrededor de 18,5
millones de dólares) el año pasado. "Tenemos que implementar algún cambio
del modelo empresarial".
Los Lebedev dicen que aún no han decidido una nueva
estrategia. Y, más notable aún, dicen que les preocupa la manera en que su
estrategia pueda afectar a otros periódicos -una afirmación que está muy lejos
del usual enfoque encarnizado de los magnates mediáticos-. "Si uno intenta
salvar un buen periódico, no quiere perjudicar a los otros", dijo Alexander
Lebedev.
Los expertos dudan que un periódico pueda convertirse en
gratuito con una circulación en todo el Reino Unido sin perder enormes sumas de
dinero, porque el costo de la distribución es muy grande. "Tiene la red de
distribución en Londres, de manera que podría convertir a The
Independenten un periódico gratuito solamente en Londres, y seguir
cobrándolo en el resto de los lugares", opinó Roy Greenslade, ex editor de
varios periódicos británicos importantes, que escribe comentarios sobre los
medios en The Guardian y The Standard . Los
otros diarios "están muy preocupados por la decisión que puedan tomar los
Lebedev".
Haga lo que haga, Alexander Lebedev seguirá siendo una
figura poco usual. Empezó a leer los periódicos británicos en la década de
1980, como parte de su trabajo en la KGB, que le encomendaba la tarea de reunir
información de inteligencia sobre la economía británica. Durante varios años,
esa agencia lo destinó a Londres.
Se convirtió en empresario después de la desintegración
de la Unión Soviética a principios de la década de 1990, y edificó un imperio
que incluye instituciones bancarias, líneas aéreas, hoteles y manufacturas.
Dijo que su experiencia empresarial, que lo obligó a enfrentar la corrupción en
Rusia y en otros países, estimuló su interés por promover un periodismo de
investigación amplio y abierto. "Francamente, no veo otra manera de hacer eso
si no es a través de los medios de comunicación", dijo. "E incluso
así, el gobierno puede reaccionar o no".
Mientras otros magnates se dedicaban a comprar equipos
deportivos, Lebedev invirtió, junto con Gorbachov, en Novaya Gazeta ,
un periódico caracterizado por su trabajo de investigación y su postura crítica
con respecto al gobierno y a poderosos intereses comerciales. (También es
conocido por sus cuatro periodistas asesinados en el curso de la última década,
incluida Anna Politkovskaya.) Alexander Lebedev aún mantiene su domicilio
principal en Moscú, mientras que el de su hijo está en Londres.
A principios de este año, algunos medios británicos
cuestionaron la independencia de Lebedev respecto del Kremlin, después de que
la línea aérea Aeroflot, mayoritariamente propiedad del gobierno, accedió a
comprarle su parte accionaria de la empresa.
Alexander Lebedev se ha postulado varias veces para
ocupar cargos públicos y ha ocupado durante cuatro años una banca en el
parlamento ruso, la Duma, un antecedente que en EE.UU. sería considerado un
caso de conflicto de intereses. Ha cambiado de partido político varias veces, y
él y Gorbachov han hablado de fundar un partido reformista.
Tras comprar el 74,1% de The Standard ,
contrató a un nuevo editor, Geordie Greig, con la misión de revivir el diario.
Se lanzó una campaña publicitaria con el eslogan "Lamentamos perder
contacto", atacando directamente la percepción de que el diario era
demasiado seco y demasiado negativo hacia Londres.
Greig le ha dado a la tapa un aspecto menos pesado y más
atractivo, dijo Lorna Tilbian, una experta en medios del banco de inversión
Numis, "pero no sacrificó las notas serias".
En Rusia y en Inglaterra, los Lebedev han defendido una
prensa que no está alineada ni controlada por ninguna facción política o
empresarial y, bajo su égida, The Standard se ha alejado de su
postura conservadora.
Además, en el caso de The Independent ,
la postura deberá "ser de principios elevados", dijo Eugeny Lebedev,
"y evitar la cultura popular de las celebridades. Ese nicho está más que
cubierto".
©
The New York Times
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