Diario “La Nación”. Buenos Aires, domingo 31 de agosto de 1997
Lady Di murió
hoy, en París, en un accidente
En el choque falleció también su novio, el millonario
Dodi al-Fayed La implacable persecución de la prensa amarilla convirtió en una
tragedia la última cita romántica de la princesa
PARIS, 31 (AFP) .- La princesa Diana murió hoy como
consecuencia de las heridas que sufrió en un accidente automovilístico, en
pleno centro de París, en el que también perdió la vida su novio, el millonario
egipcio Dodi al-Fayed.
Lady Di falleció en el hospital La Pitié Salpetriere,
adonde fue trasladada con traumatismo craneoencefálico, fractura de un brazo y
heridas de consideración en la nalga.
El anuncio de su muerte fue formulado por el ministro del
Interior francés, Jean-Pierre Chevenement, quien expresó en nombre de su
gobierno su profunda pena y dolor, al tiempo que ofreció las condolencias del
pueblo francés a la familia real británica.
La princesa Diana, de 36 años, falleció a las 4, de
hemorragia pulmonar, luego de haber sido operada, indicó el doctor Bruno Riou.
Según explicó, se le practicó una traqueotomía, y los médicos advirtieron
entonces que la arteria coronaria había estallado y provocó la hemorragia.
El accidente ocurrió poco después de medianoche en un
túnel junto al río Sena, a la altura del puente del Alma, y se produjo cuando
los fotógrafos comerciales seguían su auto, dijo la policía. Precisamente, las
fuerzas de seguridad interrogaron a cinco de los reporteros gráficos y
requisaron dos de las motocicletas en las que se trasladaban.
Conmoción por el fallecimiento de Lady
Di
LONDRES, 31 (AFP).- La princesa Diana murió esta
madrugada a los 36 años en un violento accidente automovilístico cuando trataba
de escapar del acoso de cinco fotógrafos que la perseguían en motocicleta.
Su acompañante, el millonario Dodi al-Fayed, murió
también, horas antes de que falleciera ella. El accidente pone un fin brutal al
idilio estelar de este verano, protagonizado por una princesa perseguida día y
noche por los fotógrafos, un año después de su divorcio con Carlos de
Inglaterra, heredero de la Corona británica.
Pocos días antes de esta carrera de persecución fatal
Lady Diana había denunciado en una entrevista "la ferocidad" de esta
prensa que acecha cualquier paso en falso y se dedica a robar el menor de sus movimientos
privados.
En una entrevista al diario francés Le Monde, la ex
esposa de Carlos trató de dar la imagen de una joven sencilla, cercana a la
gente común y corriente, y de corazón tierno y grande. De ello dan testimonio
sus múltiples cruzadas humanitarias, entre ellas la que enarboló contra las
minas antipersonal en una batalla que la llevó desde Angola hasta Bosnia.
Esta prensa flirteó durante veinte años con la joven,
tímida flor de la aristoccracia inglesa, hija del octavo conde Spencer. A los 19
años, esta prensa la catapultó a la primera plana de los medios del mundo
entero al oficializarse su noviazgo con el príncipe Carlos, doce años mayor que
ella. Gracias a esta prensa, decenas de millones de telespectadores del mundo
entero siguieron en directo "el cuento de hadas" de su matrimonio el
29 de julio de 1981.
E igual número de lectores escudriñaron paso a paso los
quince años de su tormentoso matrimonio.
Popular hasta eclipsar a Carlos en sus desplazamientos
oficiales, Diana, con sus vestidos, su sonrisa y su típico peinado, no
soportaba la vida matrimonial al lado de un esposo enamorado de Camilla
Parker-Bowles, una "amiga" de siempre a la que el heredero de la
Corona conocía desde antes de contraer matrimonio.
A su sonrisa seductora y sus vestidos de ensueño iban a
suceder la depresión tras el nacimiento de sus dos hijos, Harry y Guillermo, la
bulimia, las tentativas de suicidio, las crisis de llanto...
La conflictiva relación alcanzó su nivel más bajo en 1995
cuando la princesa reveló por televisión su aventura de cuatro años con el
capitán de caballería James Hewitt. Diana, antes hada adulada, se convirtió
ahora en "bruja" empeñada en macular la imagen de la monarquía.
A los 35 años, despojada de su título de Alteza, debía
comenzar tras su divorcio, pronunciado en agosto de 1994, una nueva vida para
la cual contaba con 15 millones de libras (23 millones de dólares) y suntuosos
apartamentos del palacio de Kensington. Fue por aquel entonces en que decidió
lanzarse en carrera como embajadora de las grandes causas, aprovechando su
estatuto y su popularidad.
Su aventura amorosa con el millonario productor y
play-boy egipcio Dodi Al Fayed, víctima de los fotógrafos durante todo el
verano, no hizo más que reavivar la controversia que suscitó desde que se
convirtió en inquilina palaciega.
Conmoción mundial
LONDRES, 31 (EFE).- La reina Isabel II de Inglaterra y su
hijo, el príncipe Carlos, están "profundamente conmocionados y perturbados
por la muerte de Diana", informó un vocero del palacio de Buckingham.
La familia real se encuentra en el castillo escocés de
Balmoral, adonde pasan una vacaciones con los hijos de Diana, los príncipes
Guillermo y Enrique.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, Robin Cook,
expresó hoy en Manila su conmoción por la noticia de la muerte de la princesa.
El primer ministro, Tony Blair, está "conmocionado y
entristecido" por el grave accidente sufrido anoche por Diana, en Francia,
al que considera "como una tragedia devastadora y pasmosa", informó
hoy un vocero de su residencia de Downing Street.
También el premier francés, Lionel Jospin, se declaró
profundamente abatido por la muerte de la ex esposa del príncipe Carlos y dijo
que se aprestaba a retornar a París "para inclinarse ante los restos
mortales" de Diana.
Sueños y pesadillas
Concluyó en tragedia el romance, de apenas 60 días, entre
la princesa Diana y Amid al-Fayed, de 41 años, hijo del poderoso empresario de
origen egipcio Mohamed al-Fayed.
A bordo del yate Jonikal, en el cual se embarcó con sus
dos hijos los primeros días de julio, la princesa inició sus vacaciones
invitada por el que había sido amigo de su padre, lord Spencer, y dueño del
hotel Ritz en París, de Harrod´s en Londres y de Selfridges, también en la
capital británica.
Luego, sin sus hijos y desde Saint Tropez, un segundo
crucero hizo pensar en una relación sentimental con el hijo del magnate,
"Dodi", divorciado de la modelo norteamericana Suzanne Gregard.
Egresado de la escuela militar inglesa Sandhurst, "Dodi" trabajó para
los Emiratos Arabes Unidos en Londres, antes de ser el productor en Hollywood
de películas como "Carrozas de fuego", de Hugh Hudson, y coproductor
de "Hook", de Steven Spielberg.
Su madre era Samira Kashoggi, (hermana del empresario
Adnan Kashoggi), con quien su padre estuvo casado pocos años. Dodi aprendió de
su tío Adnan muchos de los secretos de las altas finanzas, entrenamiento que
luego le sirvió para desempeñarse como consejero económico del sultán de Brunei.
En los últimos dos meses, los encuentros de la pareja,
fotografiados juntos a bordo en la costa de Cerdeña, tuvieron en vilo a la
opinión pública inglesa. ¿Tiene derecho la madre de un futuro rey a actuar como
una mujer libre?, se preguntaba la semana pasada Paris-Match. El tumulto
periodístico no les dio tregua. Ahora, al amor, a la aventura, al idilio de
verano, le sucedió el drama.
No tiene sentido hablar de la fortuna que logró en sus
negocios el hombre nacido en Alejandría, ni de sus casas en todo el mundo.
Mucho menos de los dos hijos de Diana, los príncipes Guillermo y Enrique, de
vacaciones en Balmoral con su padre. El escándalo matrimonial vira a la
pesadilla y la tragedia.
Cazadores
El romance de la princesa Diana y Dody al-Fayed se había
convertido, desde hacía un par de semanas, en la más pública de las relaciones
privadas. Bandadas de fotógrafos se lanzaron a diario en su persecución.
Fama y dinero son los móviles de muchos
"paparazzi", de cuya avidez parece haberse alimentado este drama. La
foto que puso en evidencia el noviazgo le reportó a su autor una cifra
millonaria, al venderla al Sunday Mirror, principal exponente de la prensa
sensacionalista británica.Tomada a distancia, mediante un potente teleobjetivo,
las fotos de la princesa y de su difunto novio en un crucero por el
Mediterráneo convirtieron su romance en el mayor asunto de actualidad para Gran
Bretaña. .
Susana
Pereyra Iraola
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