Diario "Clarín". Buenos Aires, 16 de noviembre de 2014.
“La Tercera Vía regresó a la región y se fortalecerá en los próximos años”
Andrés Velasco, economista.Las ideas de la socialdemocracia, señala este ex ministro de Economía chileno, se afianzarán tras las experiencias recientes en los países latinoamericanos.
Andrés Velasco es
un economista que saltó de la academia a la política. Fue profesor de
Harvard hasta que Michelle Bachelet lo designó como ministro de Economía
en su primera gestión. No solo no regresó a la academia sino que ahora
aspira a ser Presidente de Chile. Compitió el año pasado en las
primarias contra Bachelet y luego fundó Fuerza Pública, un espacio de
centroizquierda. “En los próximos años veo más desparramada una visión
de centroizquierda con ligazón a las ideas de la socialdemocracia de
líderes como Bill Clinton o Tony Blair”, dice Velasco, quien prevé el
retorno de la propuesta que promociona esas ideas. “La Tercera Vía está
de regreso y en los próximos años se fortalecerá en la región”.
¿Por qué cree que será así?
-Venimos de experimentos muy ideológicos. Los de derecha, con un libremercadismo torpe que fracasó en Chile en los setenta. Y los populistas de izquierda anticuada y demagógica que fracasaron como ahora en Argentina. Se vuelven relevantes políticas orientadas al desarrollo de la competitividad y la construcción de una red social. Los gobiernos pueden, y deben, combinar los valores de la socialdemocracia con los de un liberalismo económico moderno.
Pero Ecuador y Bolivia crecen rápido y no son modelos de Tercera Vía
Son fenómenos del precio de los recursos naturales y no de diseño político.
¿Cómo se desarma un andamiaje populista como el que usted señala que existe hoy en Argentina?
No hay que desarmar nada. La madurez política, algo que nos hace mucha falta en esta región, consiste en entender que los países no arrancan de cero.
¿Cómo se hace para mejorar la política pública de un Estado capturado por años de populismo?
Haciendo reformas políticas. Pero lleva tiempo. Hay que rever el uso y abuso de las reelecciones de las autoridades, la falta de democracia interna dentro de los partidos políticos, la falta de transparencia en la designación de los candidatos. Pero es importante cambiar esto porque si no vamos a seguir con políticas públicas de baja calidad. Muchos de los problemas de estas economías tienen que ver con sistemas políticos capturados.
¿Bajar una inflación de 40% es más fácil que mejorar la inversión pública?
Hay consenso entre los economistas sobre cómo bajar la inflación. Pero no sobre cómo construir una red social. Las dificultades que enfrenta un gobierno que sucede a uno populista son instalar una reforma política y de productividad.
Ningún político es electo hablando de educación y de productividad
Porque una reforma sobre los niños que van al jardín de infantes tendrá efecto cuando esos chicos ingresen a la fuerza laboral.
¿Qué economía ve para la región?
Si en estos países fue siempre difícil crecer de manera equitativa y con empleos de buena calidad, ahora se volverá el doble de difícil. Si hemos tenido el lujo de postergar preguntas sobre educación, innovación, capacitación y productividad, la postergación no será factible desde ahora en más.
¿Qué ganó la región en la década?
Consolidó la democracia. Las democracias son imperfectas, pero hay una diferencia dramática con los setenta y los ochenta.
¿Y en lo económico qué cambió?
Poco y nada. Quizá con una excepción, México: dejó de ser un país petrolero para pasar a producir equipos electrónicos, piezas para la industria automotriz y hoy se encuentra integrado a las estructuras de EE.UU. y Canadá. La canasta exportadora de Argentina, Brasil, Chile y Perú es la misma que hace 10, 20 y 30 años.
¿Fracasamos a la hora de agregar valor a los recursos?
Hemos tenido un exceso de retórica y un diagnóstico equivocado. Quizás el futuro de países como la Argentina no sólo están atados al futuro de la soja o el trigo. Finlandia era un país maderero. Pero tenían que arrastrar los troncos e inventaron maquinarias y la electrónica. Todo eso terminó en Nokia.
¿Cuál es el desafío principal de las centroizquierdas de la región?
No ser presas del dogmatismo del intervencionismo excesivo. Hay que pasar del debate de consignas a un debate de instrumentos.
Mencione un consejo para un economista que quiera ser ministro
Era profesor de Harvard cuando Larry Summers era el rector. Summers decía que un buen ministro de Economía “espera lo mejor pero siempre debe estar preparado para lo peor”. Me tocó vivir eso. Hubo un viernes que me fui a dormir con el cobre en un nivel y al lunes estaba por el piso. Con la caída de Lehman pasé muchas noches sin dormir y saqué muchas canas.
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