El Nobel de la Paz, un reconocimiento para el diálogo democrático en Túnez
El
Cuarteto para el Diálogo Nacional recibió el premio por evitar que el
país cayera en una guerra civil tras la "primavera árabe"; la decisión
sorprendió a muchos que apostaban por Merkel o el Papa
Diario "La Nación". Buenos Aires, Sábado 10 de octubre de 2015
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TÚNEZ.-
Para sorpresa de muchos, ni Angela Merkel ni el papa Francisco se
llevaron ayer el Nobel de la Paz. El premio fue para el llamado Cuarteto
para el Diálogo Nacional de Túnez y supuso un espaldarazo a la frágil
democracia del país, que a pesar de algunos reveses es considerada un
modelo para los protagonistas de la "primavera árabe".
El jurado elogió al Cuarteto, formado por cuatro organizaciones clave de la sociedad civil tunecina, por allanar el camino hacia un diálogo pacífico entre ciudadanos, partidos políticos y autoridades.
El Cuarteto, integrado por el sindicato Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT), la patronal de empresarios UTICA, la Liga Tunecina de Derechos Humanos (LTD) y la cámara de abogados, se creó en el verano de 2013, cuando el proceso de democratización del país norteafricano se encontraba en peligro de colapsar tras el asesinato de varios políticos, que desató disturbios sociales.
Entonces, por iniciativa del sindicato UGTT comenzó un "diálogo nacional" a partir del cual se creó un gobierno de transición integrado exclusivamente por expertos independientes. La organización "estableció un proceso político pacífico y alternativo en un momento en que el país estaba al borde de la guerra civil", destaca el comité Nobel.
Así, se convirtió en un "instrumento para posibilitar que Túnez, en el espacio de unos años, estableciera un sistema constitucional de gobierno garantizando los derechos fundamentales de toda la población, sin importar el género, las convicciones políticas o creencias religiosas", señaló el comité.
A comienzos de 2011, manifestantes tunecinos dieron pie a un alzamiento en el mundo árabe que derrocó a dictadores y desestabilizó el statu quo. Túnez es el único país de la región que lucha duramente por construir una democracia junto a una serie de fuerzas políticas y sociales en un diálogo para elaborar una Constitución, formar una legislatura y crear instituciones democráticas.
"Más que nada, el premio pretende ser un estímulo para el pueblo tunecino, que pese a los grandes desafíos estableció las bases para una fraternidad nacional que el comité espera sirva como ejemplo a seguir por otros países'', dijo la presidenta del comité, Kaci Kullmann Five.
Con esta decisión de la Academia Sueca, atrás quedaron los otros 276 nominados. Entre los favoritos estaban la canciller alemana, Angela Merkel, en representación de los mediadores en la reciente crisis de los refugiados, y el papa Francisco, por su mediación en el deshielo de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, la defensa del medio ambiente y la oposición a las armas nucleares.
El año pasado, el premio fue para los activistas Kailash Satyarthi y Malala Yousafzai por la lucha por la escolarización universal y los derechos de los niños.
Por su parte, el presidente norteamericano Barack Obama dijo que el premio era "un tributo a la perseverancia y al coraje del pueblo tunecino que, ante los asesinatos políticos y ataques terroristas, tuvo un espíritu de unidad, de compromiso y de tolerancia".
El mandatario recordó que en mayo se reunió con su homólogo tunecino, Beji Caïd Essebsi, en la Casa Blanca, y destacó que en una región presa de "tanto tumulto y violencia" Túnez "muestra el camino hacia un futuro mejor".
Muro contra EI
Pero la alegría de políticos y activistas contrastaba ayer en la calles tunecinas con el desapego de la población, que se preguntaba si realmente va a servir para mejorar su difícil vida.Inmerso en una región inestable, Túnez enfrenta desafíos políticos, económicos y de seguridad. Más del 15% de los 11 millones de tunecinos están desempleados. Otro gran reto es el terrorismo y la amenaza militar de las milicias islamistas que operan desde las vecinas Libia y Argelia.
De hecho, este año, el país fue golpeado por dos atentados extremistas en los que murieron 60 personas y que devastaron el sector turístico.
A inicios de julio, el gobierno se vio obligado a reinstaurar el estado de urgencia que prevaleció de 2011 a marzo de 2014.
Percibida como un riesgo de retroceso en materia de libertades públicas, la medida, que otorga poderes excepcionales a las fuerzas del orden, fue levantada finalmente el 2 de octubre, aprovechando la relativa calma en el terreno de la seguridad.
Desde marzo, unas 20 células terroristas fueron desmanteladas, según el Ministerio del Interior.
Túnez también emprendió la construcción de un muro en su frontera con Libia, donde el caos permitió la emergencia del grupo EI.
Los aliados de Túnez, encabezados por Estados Unidos y Francia, empezaron a reforzar su cooperación en materia de seguridad, ya que el país se convirtió en "aliado principal no miembro de la OTAN". Y anunciaron un programa de 20 millones de euros destinado a apoyar a las fuerzas especiales y los servicios de inteligencia.
El país donde la "primavera árabe" nació
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La muerte de Bouazizi desencadenó una ola de protestas por las malas condiciones de vida de la población; el autocrático presidente Zine El Abidine Ben Ali, que gobernaba desde 1987, lanzó una feroz represión que dejó 66 muertos. Finalmente renunció el 14 de enero
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13/12/2011
Asume Marzouki
Tras las primeras elecciones libres, en diciembre asume el líder opositor Moncef Marzouki
Una difícil transición
La
transición política no es sencilla en Túnez, pero actualmente tiene un
gobierno de unidad nacional y se celebran regularmente elecciones libres
El país, con 10,8 millones de
habitantes, tiene en la industria turística su principal fuente de
ingresos; pero la ola de violencia golpeó duramente a esta industria y
actualmente Túnez se encuentra lejos de los ingresos que tenía antes de
2010, con más de siete millones de visitantes anuales. El gobierno tiene
un déficit de 6,7% y la deuda alcanzó el 50,9% del PBI en 2014
Tanto
el desempleo como el terrorismo carcomen la transición política en
Túnez. El país lidera la lista de naciones "exportadoras" de jihadistas,
seguido de Arabia Saudita. En junio pasado, con la muerte de 37
personas, un ataque contra turistas en dos hoteles del balneario de Susa
se convirtió en el atentado más grave en suelo tunecino
Agencias Reuters, DPA, EFE y AFPxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Diario "La Capital" Rosario, Lunes, 05 de octubre de 2015
Enrarecida elección del próximo Nobel de la Paz
Las revelaciones de un ex director del Instituto Nobel, condensadas en un libro, entorpece las deliberaciones de los integrantes del jurado.
Objetor. Geir Lundestad muestra su libro “La paz del secretario”.
Un libro que detalla los tejes y manejes relacionados con los
premios Nobel de la Paz más polémicos del último cuarto de siglo está
entorpeciendo la selección de este año. Cuando faltan apenas cinco meses
para que se anuncie quién es el ganador, se intensifica una
disputa entre los cinco miembros del comité selector y Geir
Lundestad, ex director del Instituto Noruego Nobel, al que acusan de
violar el código de silencio que se comprometieron a respetar.
Lundestad, el miembro de mayor jerarquía del Instituto durante 25
años, admite que en su libro “La paz del secretario” tuvo que buscar un
equilibrio entre su compromiso de no revelar secretos durante 50 años y
sus “deberes como profesor de historia”.
El actual director del comité Kaci Kullman Five acusó a
Lundestad de cometer una “clara violación de su compromiso hacia
los miembros del comité y los líderes que discutieron el premio Nobel de
la Paz con él en forma confidencial”, según dijo a The
Associated Press.
El entuerto ha hecho pasar a un segundo plano la selección del
ganador de este año, que se especula podrían ser la canciller
alemana Angela Merkel por aceptar refugiados sirios o el secretario de
Estado estadounidense John Kerry y su colega iraní Javad Zarif por
el acuerdo nuclear que negociaron. También se menciona al Papa Francisco
y a organizaciones de derechos humanos de Rusia.
Lundestad fue particularmente duro con Thorbjoern Jagland, quien
perdió la dirección del comité el año pasado durante
una reestructuración. El ex primer ministro noruego y actual
secretario general del Consejo de Europa es descrito como una persona
“desorganizada” con “sorpresivos agujeros en sus conocimientos”. El
libro dice asimismo que Jagland dio pistas sobre los ganadores a
periodistas y le encomendó a Lundestad que escribiese sus discursos
para la ceremonia de entrega de los premios.
Jagland respondió diciendo en artículos periodísticos que esas dos
últimas afirmaciones son mentiras “asombrosas” y “difamadoras”. A los
pocos días de publicado el libro se le dijo a Lundestad que tenía hasta
fin de año para desocupar su oficina en el Instituto Noruego del Nobel
en Oslo.
Jagland también le recordó a Lundestad, quien se jubiló en
2014, que era un “funcionario”, no “el sexto miembro del comité”. En una
conversación telefónica con The Associated Press, Lundestad insistió en
sus acusaciones, afirmando que Jagland jamás debió integrar el comité.
“Mi inquietud es que debe ser lo más independiente
posible. Sostengo que eso será difícil si tenemos ex primeros ministros y
ex ministros de relaciones exteriores en el comité”, manifestó. La
polémica reavivó un viejo debate acerca de cómo se deben elegir los
miembros del comité selector. Los estatutos del premio estipulan que el
comité debe estar integrado exclusivamente por noruegos, elegidos por
los legisladores, y reflejar el equilibrio de fuerzas del Parlamento.
El libro tiene numerosos críticos que acusan a Lundestad de desprestigiar el premio.
“Se lo advertí hace seis meses”, dijo el legislador conservador
Oeyvind Halleraker. “El prestigio del comité y del premio es muy
importante”. Christian Tybring Gjedde, legislador del Partido del
Progreso, de derecha, miembro minoritario de la coalición de gobierno,
defendió igualmente al comité a pesar de no estar de acuerdo con
muchas de sus selecciones.
“Puedes decir lo que quieras de Jagland —y yo lo he hecho—, pero al
margen de eso, fue elegido director y no creo que esta sea la forma de
hablar de su jefe”, comentó.
El libro de Lundestad contiene las opiniones de algunos
miembros del comité sobre ciertos candidatos. Dice que Inger-Marie
Ytterhorn, por ejemplo, sufrió mucho con la selección de Al Gore en 2011
por su campaña a favor del medio ambiente; que Hans Blix,
inspector encargado de buscar armas de destrucción masiva en Irak,
pudo haber sido elegido en 2005 de no haber privado el temor a
molestar a Estados Unidos, y que los miembros del comité, con el
obispo luterano Gunnar Staalsett a la cabeza, no quieren darle el
premio a un Papa católico.
Silencio obligado. “No es cierto la forma en que lo presenta”,
sostuvo Staalsett, quien dejó el comité el año pasado. “Ese es el
problema con todo esto. Ha generado una impresión equivocada que no
podemos corregir por nuestro compromiso de no hablar. Jamás me hubiera
imaginado que Lundestad violaría ese compromiso. Me siento muy
decepcionado”.
Lundestad revela que el comité lo pensó mucho antes de darle el
premio al disidente chino Liu Xiaobo en 2010. Se hizo asesorar por
expertos internacionales que dijeron que, si se premiaba a Liu, podría
aumentar la represión en China.
Relata que un diplomático chino advirtió al comité que de
ser elegido Liu, sería tomado como un acto hostil y que también
funcionarios noruegos expresaron preocupación en torno a las
relaciones con los chinos, entre ellos el ministro de relaciones
exteriores Jonas Gahr Stoere.
Gahr Stoere niega haber tratado de influir en la selección de
este comité independiente. Lundestad dijo que los esfuerzos por disuadir
al comité de no elegir a Liu tuvieron el efecto contrario.
“Si tenía alguna duda, desaparecieron y quedó más
convencido todavía”, escribió. “Hubiera quedado la impresión de que el
comité cambiaba de rumbo por las presiones de las autoridades chinas y
noruegas”.
El premio entregado a Liu enfureció a los chinos y produjo
una congelación de las relaciones diplomáticas con Noruega, además de
una merma en las importaciones de productos noruegos como el salmón.
El primer premio Nobel de este año, el del Medicina, será anunciado hoy.
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