Jos, Nigeria. — Los residentes de la ciudad de Jos, en el centro de Nigeria,
reunían ayer cadáveres en la principal mezquita local, luego de un fin de semana de choques entre
cristianos y musulmanes que dejó un saldo de al menos 400 muertos. El ejército patrullaba la ciudad
para prevenir una nueva erupción de violencia.
Las facciones se enfrentaron por rivalidades étnicas y religiosas, quemando
viviendas, negocios, mezquitas e iglesias. La violencia estalló tras los polémicos resultados de
una elección local el viernes, que no favoreció al partido de los musulmanes. La ciudad de Jos se
encuentra en el límite entre el norte musulmán de Nigeria y el sur cristiano. Se trata de los
peores disturbios interreligiosos vistos en varios años, pero de ninguna manera es algo
inesperado.
Un portavoz local dijo a la agencia Reuters que los residentes llevaron hasta la
mezquita principal 367 cadáveres, y que la cifra seguía aumentando. Diez cuerpos envueltos en
sábanas, dos de ellos de niños, se encontraban detrás del funcionario mientras hablaba. Un médico
de uno de los principales hospitales de la ciudad afirmó que había recibido 25 cuerpos y 154
heridos desde que comenzaron los disturbios. "Heridas de bala, de machete, esos son los dos tipos
principales", dijo Aboi Madaki, director de servicios clínicos del Hospital Pedagógico de la
Universidad de Jos.
En calma. Ayer la ciudad parecía estar en calma. A pie o a bordo de camionetas,
los soldados patrullaban las calles para hacer cumplir un toque de queda de 24 horas. Las personas
que se aventuraron a salir de sus casas caminaban con sus manos en alto para mostrar que no estaban
armadas.
Cruz Roja informó que 7.000 personas habían huido de sus hogares y se estaban
refugiando en recintos del gobierno, cuarteles del ejército y centros religiosos. Un alto
funcionario de la policía dijo que cinco barrios fueron escenario de los enfrentamientos y que 523
personas resultaron arrestadas.
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