Una alianza impensada: Siria ofrece cooperar con EE.UU. contra los jihadistas
El
régimen de Al-Assad propuso conformar una coalición internacional;
revelan que el ejército norteamericano ya prepara vuelos de
reconocimiento en territorio sirio
diario"La Navión" 26 de agosto de 2014,
DAMASCO.- La amenaza jihadista
sobre Siria e Irak hace aparecer posibles alianzas que hasta hace un
año eran impensadas. El régimen de Bashar Al-Assad propuso ayer cooperar
a nivel internacional, incluso conEstados Unidos, para luchar contra el desafío de Estado Islámico (EI), el grupo jihadista con base en Siria que ha ocupado recientemente importantes enclaves en Irak.
"Siria
está dispuesta a cooperar y coordinar a nivel regional e internacional
la lucha contra el terrorismo", dijo el ministro de Relaciones
Exteriores Walid Muallem, que precisó que Estados Unidos y Gran Bretaña
"son bienvenidos" en esa eventual coalición.No obstante, Muallem advirtió que cualquier ataque norteamericano contra los jihadistas que operan en Siria debería coordinarse con Damasco. Interrogado sobre la posibilidad de que la defensa antiaérea dispare a aviones norteamericanos que vayan a bombardear las bases jihadistas en Siria, el canciller dijo que "podría ocurrir si no hubiera una coordinación previa", por lo que sugirió la coordinación internacional. El anuncio de Muallem coincidió con la acusación lanzada ayer por las Naciones Unidas contra EI por las "continuas violaciones de los derechos humanos" (ver aparte).
La Casa Blanca, en tanto, trató de aclarar que esta concesión de Siria no significa que ambos países se hayan aliado y acusó al régimen de Al-Assad de ayudar al fortalecimiento de EI por no frenarlos en el contexto de la guerra civil que vive el país.
El alarmante desafío de EI podría llevar a una situación insólita si finalmente Washington y Damasco cooperaran contra los jihadistas. El año pasado, Obama tenía en el punto de mira a Al-Assad, y sólo una intermediación del gobierno ruso evitó una operación militar contra Siria. Damasco aceptó entonces entregar sus armas químicas para evitar las represalias de Occidente.
Irak es escenario desde el 9 de junio de una ofensiva de insurgentes sunnitas dirigidos por EI que han tomado el control de territorios en cinco provincias del país y provocado la huida de decenas de miles de personas. EI también controla parte del territorio sirio y ha proclamado la creación de un "califato" a caballo entre los dos países. Las milicias de EI no sólo avanzan en Irak. Anteayer, sus fuerzas tomaron el aeropuerto de Tabqa, último bastión del régimen sirio en la provincia de Raqqa.
Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), 541 personas perdieron la vida desde que, el martes pasado, los jihadistas lanzaron el asalto al aeropuerto. Unos 170 soldados sirios murieron en los ataques, mientras que EI perdió cerca de 350 milicianos.
Con la toma del aeropuerto de Tabqa, Raqqa se convierte en la primera provincia siria bajo control casi total de los jihadistas, a excepción de algunas localidades que controlan los "peshmergas", las fuerzas militares kurdas. "Los combates continúan en los alrededores del aeropuerto, que cayó en manos de EI", dijo Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
La televisión siria confirmó que los soldados se retiraron del aeropuerto después de que se registraron violentos combates. "Se replegaron y continúan asestando duros golpes a los grupos terroristas", señaló.
La guerra civil en Siria comenzó hace más de tres años, tras las protestas de amplios sectores de la población contra el régimen de Al-Assad. Según las Naciones Unidas, desde entonces han muerto de forma violenta más de 190.000 personas y han sido desplazadas de sus hogares decenas de miles de familias.
Los combates en territorio iraquí se centraron ayer en el noreste de Bagdad, donde las fuerzas kurdas, con ayuda de la aviación iraquí, arrebataron el control de tres localidades a EI. Además, los kurdos tomaron el control de una de las principales rutas usadas por los insurgentes para transportar combatientes, material y víveres. Los peshmergas han puesto también cerco a la ciudad de Jalawla, tras varias semanas de lucha, según fuentes kurdas.
Desde que lanzaron su ofensiva, el 9 de junio, los jihadistas de EI conquistaron vastas regiones de Irak. El ejército iraquí y los peshmergas de la región autónoma del Kurdistán se enfrentan ahora con los grupos islamistas en varios frentes.
Estados Unidos empezó a bombardear el 8 de agosto desde el aire a los insurgentes que ganaban terreno a los peshmergas y amenazaban con tomar Erbil, la capital del Kurdistán iraquí. Washington ha realizado más de 90 incursiones para ayudar a los kurdos a recuperar algunas zonas. Anteayer, los "peshmergas" retomaron el control de la zona de Qaraj, al sureste de Mosul.
Nuevas hipótesis sobre el video de la ejecución
El
video de la decapitación del periodista norteamericano James Foley por
parte de un militante de Estado Islámico (EI) puede haber sido una
puesta en escena por motivos de propaganda, señalaron al diario
británico The Times expertos de una compañía internacional de
investigación forense. También revelaron que la filmación, de cuatro
minutos y 40 segundos, se hizo con recursos de edición de posproducción.
Los especialistas subrayaron, sin
embargo, que la decapitación del periodista realmente ocurrió, pero que
probablemente haya sucedido después de que se detuvo la cámara.
Según
algunas de sus hipótesis, "John el jihadista", el presunto verdugo que
aparece en el video, sería en realidad un líder de los rebeldes, pero
otros militantes se habrían encargado de la ejecución.
Además,
según el análisis forense de los fotogramas, no se ve sangre durante la
decapitación, si bien el jihadista pasa el cuchillo al menos seis veces
sobre el cuello de Foley.
Otra
situación que llamó la atención de los expertos fue que los sonidos que
emitió Foley en el video no serían los típicos de una persona que sufre
ese tipo de suplicio.
Agencias AP, AFP, EFE y Reuters
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