Traducir

jueves, 1 de octubre de 2015

BRASIL 2014. Gira Dilma: guerra a la inflación y ajuste fiscal

Gira Dilma: guerra a la inflación y ajuste fiscal

El ortodoxo ministro de Hacienda apunta al crecimiento
Viernes 28 de noviembre de 2014




RÍO DE JANEIRO.- Atrás quedaron las promesas populistas de la campaña electoral. En un giro pragmático, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció ayer oficialmente su nuevo equipo económico, que planteó de inmediato la necesidad de un fuerte ajuste fiscal y un riguroso control de la inflación. Busca así que el país recupere la credibilidad de los inversores y vuelva a crecer a un ritmo sostenido.
El banquero Joaquim Levy, conocido como "Manos de Tijera" por su apego a la austeridad y el recorte de los gastos públicos, sucede a Guido Mantega como ministro de Hacienda. En su primera conferencia de prensa, Levy, que fue ministro del Tesoro durante el gobierno de Lula da Silva, dejó en claro que su meta para 2015 es que Brasil obtenga un superávit fiscal primario del 1,2% del PBI.


"Alcanzar estas metas es fundamental para generar confianza, y para retomar el crecimiento y consolidar los avances sociales de los últimos 20 años", dijo el flamante ministro.


El nuevo equipo económico: Alexandre Tombini, Joaquim Levy y Nelson Barbosa
El nuevo equipo económico: Alexandre Tombini, Joaquim Levy y Nelson Barbosa.Foto:LA NACION
Levy, un economista de perfil liberal ortodoxo que hasta ahora se desempeñaba como ejecutivo del banco privado Bradesco, estuvo acompañado en su presentación en Brasilia por el ex secretario ejecutivo del Ministerio de Economía Nelson Barbosa, que tomará las riendas del estratégico Ministerio de Planificación -en lugar de Miriam Belchior-, y por el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, que se mantendrá en el cargo.


La presidenta recientemente reelegida no estuvo presente en el acto, y sólo se leyó un mensaje suyo. La asunción de los nuevos funcionarios se hará efectiva cuando el equipo de transición termine de diseñar las medidas que podrían ser implementadas incluso antes de que Dilma comience su nuevo mandato, el 1° de enero.
Levy apuntó que el objetivo inmediato de su equipo será establecer una meta de superávit primario para los próximos años: 1,2% del PBI para 2015 y no inferior a 2% para 2016 y 2017, frente al 0,61% en lo que va de este año.


Por su parte, Barbosa y Tombini prometieron una lucha sin tregua a la inflación. "Trabajaré en conjunto con los demás grupos para el crecimiento de la economía brasileña, con control riguroso de la inflación, estabilidad fiscal y generación de empleo", dijo Barbosa. "No seremos complacientes con la inflación", reafirmó, por su parte, Tombini.
Desde que Dilma llegó al poder, en 2011, Brasil ha tenido un decepcionante ritmo de crecimiento económico, muy alejado del 7,5% de expansión que se vivió en 2010, el último año de la administración de Luiz Inacio Lula da Silva. En 2011 la economía creció 2,7%, 1% en 2012, 2,3% en 2013, y este año la perspectiva es que el aumento del PBI sea de un mísero 0,2%. En tanto, los gastos del gobierno no paran de crecer, así como la tasa de inflación, actualmente en 6,5%, justo en el límite superior establecido por las propias autoridades.
Levy no quiso adelantar medidas concretas, pero subrayó que se harán grandes esfuerzos para recuperar el equilibrio de las cuentas públicas.
"Alcanzar esas metas es fundamental para el aumento en la confianza en la economía brasileña y creará la base para un crecimiento económico, consolidando los avances sociales, económicos e institucionales practicados en los últimos 20 años", destacó.
Este año el gobierno va a incumplir su meta de lograr un superávit del 1,90% y actualmente está intentando modificar en el Congreso la ley de los presupuestos para no incurrir en un delito, ya que lo más probable es que las cuentas públicas terminen el año con saldo en rojo.
Levy afirmó que el gobierno "dará ejemplo aumentando el ahorro" y adelantó que entre las propuestas en las que trabaja se estudiará una disminución de los gastos públicos.
La designación del nuevo equipo económico, cuyos nombres ya se habían filtrado la semana pasada, fue muy bien recibida por los analistas económicos, en tanto que dentro del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) diversos dirigentes han expresado tras bambalinas su disconformidad con el futuro ministro de Economía, a quien ven fuera de sintonía con las políticas sociales defendidas primero por Lula y luego por Dilma, su heredera política.
"Dilma tomó una decisión pragmática con el nombramiento de Levy. Pero no tenía otra salida; para ella se trata de una situación de supervivencia frente a indicadores económicos que se están deteriorando y amenazan con tener un impacto pronto en el desempleo (hoy de apenas 5%) y el nivel de renta de los brasileños", señaló a LA NACION el economista Silvio Campos, de la consultora Tendencias.
Campos reconoció que la elección de Levy, una figura muy bien conceptuada tanto dentro como fuera del país, era una opción mucho mejor que la que los mercados hubieran podido anticipar.
El punto crucial es si la presidenta, que ha desplegado estos años una política personal muy intervencionista del Estado en la economía, le dará suficiente margen de acción a Levy.
"Existe preocupación por la convivencia. El cuadro que tenemos no es fácil de revertir, requiere un trabajo difícil y de largo plazo, como para que el país pueda reavivar el crecimiento recién en 2016, con suerte. Y tener una jefa que no cree realmente en que un fuerte ajuste es necesario plantea un serio riesgo de aquí para adelante", opinó Campos.

El Santander promete más créditos

"La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, se comprometió ayer a conceder 10.000 millones de dólares en créditos para proyectos de infraestructura en Brasil, uno de los principales mercados del prestamista español.
En un comunicado difundido por la empresa, se informó de una reunión de Botín con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y el banco reafirmó su compromiso de entregar más préstamos a pequeñas y medianas empresas en la economía más grande América latina.
"Brasil es estratégico para el Grupo Santander. Solamente este año ya invertimos más de 4000 millones de dólares y continuaremos invirtiendo, pues tenemos plena confianza en el desarrollo del país", declaró Botín.
El Banco Santander Brasil es el mayor prestamista extranjero en el país.

Del editor: cómo sigue. Dilma supo entender el mensaje que dejó su ajustado triunfo en el ballottage: no tendrá un cheque en blanco.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Para enderezar la economía, un ministro "manos de tijera"

Viernes 28 de noviembre de 2014


Río de Janeiro.- Quienes trabajaron con él antes ya lo habían bautizado "Joaquim Manos de Tijera", por su propensión a cortar gastos. Ahora, la prensa brasileña le ha puesto el apodo de "Dr. Não".
Al banquero Joaquim Levy, futuro ministro de Economía de Brasil, le tocará la difícil tarea de poner en orden las cuentas, restaurar la confianza de los mercados, atraer nuevas inversiones y recuperar el ritmo de crecimiento del país, al mismo tiempo que deberá poner límites al intervencionismo económico de su jefa, Dilma Rousseff.

Nacido en Río de Janeiro en 1961, Levy era hasta ahora director superintendente de Bradesco Asset Management, brazo de gestión de recursos del segundo banco privado de Brasil, y posee en su currículum una larga experiencia tanto en el sector privado como en la administración pública y en organismos financieros internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Tiene fama de ser brutalmente franco, obstinado, obsesivo y adicto al trabajo.

Foto:LA NACION
Aunque estudió primero Ingeniería Naval en la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), luego se inclinó por la carrera económica con una maestría en la Fundación Getulio Vargas (FGV) y finalmente un doctorado por la ultraortodoxa Universidad de Chicago.

Tras un breve paso como profesor de la FGV, en 1992 se mudó a Washington para sumarse al Departamento del Hemisferio Occidental del FMI. Entre 1999 y 2000 se desempeñó como economista visitante del Banco Central Europeo, en las áreas de Mercado de Capitales y de Estrategia Monetaria.
Regresó a Brasil para sumarse al equipo económico de Fernando Henrique Cardoso (Partido de la Social Democracia Brasileña, PSDB), en el que actuó como secretario adjunto de Política Económica. Desde su cargo en el Ministerio de Economía entabló amistad con el entonces presidente del Banco Central, Arminio Fraga, que durante la reciente campaña fue el principal asesor económico del opositor Aécio Neves (PSDB); Levy incluso participó de varias reuniones de trabajo con Fraga en medio de la contienda electoral.

"Elegir a Joaquim Levy para el Ministerio de Economía del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) es lo mismo que invitar a un gran cuadro de la CIA para dirigir la KGB", bromeó la semana pasada Aécio cuando se filtró el nombre de Levy y de inmediato su nominación enfrentó fuertes resistencias de ciertos sectores del PT y de los movimientos sociales aliados.
De cualquier manera, Levy ya había cumplido funciones dentro del Ministerio de Economía durante otra administración petista: en 2003, con la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva, fue ascendido a secretario del Tesoro. Se trataba de un período difícil para la economía brasileña, cuando el nuevo gobierno de izquierda que tantos temores había generado en los mercados tuvo que poner las cuentas en orden para ganar credibilidad.
Levy terminó saliendo del Tesoro tres años más tarde, luego de varios enfrentamientos con otros altos funcionarios del gobierno, entre ellos Dilma, entonces jefa de gabinete, que se resistían a sus recomendaciones de ajuste fiscal. Pero ambos siempre mantuvieron una relación muy profesional y de respeto; es más, desde que Dilma es presidenta, todas las veces que Levy viajaba a Brasilia intentaba pasar a saludarla, y le dejaba libros de economistas extranjeros de regalo.
En 2006, Levy volvió a Washington para asumir como vicepresidente de Finanzas y Administración del BID. Sin embargo, sólo permaneció allí siete meses, tras los cuales volvió a Brasil para ser secretario de Hacienda del estado de Río de Janeiro, con la misión de hacer una limpieza fiscal que preparase a la cidade maravilhosa para ser sede de los Juegos Olímpicos. Fue entonces cuando empezaron a llamarlo "Joaquim Manos de Tijera".
Pese a su carácter serio, enemigo de las improvisaciones, las personas que conocen bien a Levy resaltan que tiene un trato gentil, goza de un excelente sentido del humor y, además de ser hincha del Botafogo, es un fanático de la flora. Su lugar favorito en su natal Río de Janeiro es el Parque de Flamengo, donde suele pasearse no sólo para distraer su cabeza, sino también para hacer un registro de todas las especies de árboles que hay allí. Sueña con que algún día, cuando se jubile, pueda escribir una guía botánica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario