Con la prudencia no basta, señora Merkel
TRIBUNA. EL RIGOR ALEMÁN NO ALEJA LA TORMENTA EN LA UE. SE NECESITA MÁS INTEGRACIÓN POLÍTICA.
Los próximos siete
meses son cruciales para la Unión Europea. Abarcan desde las recientes
elecciones alemanas, en las que Angela Merkel nuevamente surgió como
figura predominante, y los comicios europeos, que se celebrarán en mayo
de 2014.
Lo que ocurra en este período podría determinar si la Unión Europea finalmente se libera o no del impacto de la crisis del euro, que ya transita su quinto año.Merkel es no sólo la canciller de Alemania sino en la práctica la “presidenta” de Europa. El pueblo alemán ha hablado. No quiere responsabilizarse por los incompetentes estados del sur de Europa más allá de las medidas que ya se han tomado.
El enfoque intergubernamental pragmático de Merkel, orientado hacia la disciplina y la moderación económicas para toda Europa, seguirá como antes. Esto no puede ser así.
Si ella mantiene esa postura, el futuro de Europa seguirá siendo problemático.
En apariencia, las preocupaciones por el euro se han calmado. Sin embargo, se trata de una paz falsa, si es que alguna vez la hubo. Las fallas estructurales de la moneda única no se han resuelto, sólo se las ha contenido momentáneamente.
Es que la “Europa alemana” es intrínsecamente inestable y es la causa de las divisiones que se han abierto entre los estados miembros y dentro de ellos.
La “presidenta” Merkel recibió el apoyo de sus ciudadanos, pero su dominio sobre el resto de Europa no tiene legitimidad. Las señales de recuperación económica están empezando a verse pero son frágiles y, sin más intervención, probablemente seguirán siéndolo. Entretanto, el apoyo a la UE expresado por el electorado ha caído en picada en casi todas partes.
Uno de los grandes riesgos es que los partidos euroescépticos y populistas se impongan en las elecciones europeas, que probablemente sean las primeras de ese tipo que se disputan no sólo por cuestiones nacionales sino por temas que afectan a todo el continente.
Estas son algunas consideraciones que Merkel debería tener en cuenta.
La situación económica de Alemania parece sólida pero es frágil y contingente. El éxito actual del país es sólo en parte resultado de la moderación y la autodisciplina.
Sin su pertenencia al euro, grandes sectores de la industria alemana pasarían a ser no competitivos de la noche a la mañana.
Que la Unión Europea tenga un futuro exitoso depende del compromiso colectivo con una mayor solidaridad, no sólo para solucionar las fallas estructurales del euro sino como barrera contra futuras crisis.
Es imperiosa una mayor integración. Debe acelerarse el ritmo de la unión bancaria, o lo que puede parecer prudencia se convertirá en un riesgo letal. Aquella por sí sola claramente no basta.
O la Unión toma medidas significativas para la integración política y económica o persistirá el peligro de que toda la empresa se vaya a pique. El pragmatismo puede ser una virtud pero no rinde si no encierra una visión con la que puedan identificarse los ciudadanos comunes.
Copyright Global Viewpoint, 2013. Traducción de Elisa Carnelli.
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