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martes, 23 de junio de 2015

GUEVARA, ERNESTO 2002 El almirante que velaba por el Che

Diario "Clarín". Buenos Aires, 13 de octubre de 2002
MEMORIAS: ERNESTO GUEVARA El almirante que velaba por el Che

Una historia poco conocida del Che revela el oculto nexo con el almirante Raúl A. Lynch, miembro de su familia y embajador en Cuba del régimen militar que derrocó a Perón.


Rogelio García Lupo. PERIODISTA.
Raúl Lynch se portó bien, desde lejos".

Esta es una de las escasas referencias positivas que el Che comenta en la correspondencia con su madre, Celia de la Serna, mientras permanece preso en México en 1956. La familia Guevara Lynch estaba en esos días agitando a todas sus relaciones para obtener la libertad de Ernesto Guevara, encarcelado en México en las semanas previas al desembarco de Fidel Castro en Cuba.

El padre del Che, al recordar muchos años más tarde los momentos que vivió cuando se dijo que todos los revolucionarios habían muerto el mismo día del desembarco, escribió: "Yo tenía contactos con el gobierno que presidía el general Aramburu. Me dirigí a su secretario particular y pedí ser recibido por el presidente (...). El general Aramburu intervino y la cancillería argentina se movió con rapidez".

La angustia dejó paso a la alegría de toda la familia cuando sucedió lo que el padre del Che narró del modo que sigue:

"El secretario del Ministerio de Relaciones Exteriores (...) me recibió en su despacho (...) y me dijo lo siguiente: Acabo de recibir un cable de la Embajada argentina en La Habana que dice así: El doctor Ernesto Guevara de la Serna, según averiguaciones de esta embajada, no se encuentra ni entre los muertos, ni entre los heridos, ni entre los prisioneros hechos por el ejército de Batista".

En sus memorias, el padre del Che, Ernesto Guevara Lynch, omitió consignar el nombre del embajador argentino en La Habana que había enviado el mensaje que tranquilizó a su familia. No era otro que el mismo "Raul Lynch (que) se portó bien , desde lejos", ya en 1956.

Raúl Lynch era primo del padre del Che y es sugestivo que no haya merecido una mención en la obra de éste, donde figuran detalladamente otros 26 miembros de la familia. El libro, escrito en 1981, apareció cuando aún vivía Raúl Lynch e, indudablemente, la gratitud del autor hacia su primo, el embajador argentino en La Habana que removió cielo y tierra para saber si el Che estaba vivo, consistió en silenciar su nombre. Lynch falleció en 1986.

¿Quién era Raúl Aureliano Lynch?

Desde octubre de 1955 Lynch ocupaba la embajada argentina en Cuba, aunque no era diplomático sino contraalmirante, aviador naval y jefe de estado mayor de la infantería de marina. Había participado en el levantamiento militar del 16 de junio de 1955, cuando ya estaba en situación de retiro desde el año anterior, a causa de su ostensible antiperonismo.

Lynch fue un hombre de confianza del almirante Isaac Rojas, el líder de la marina de guerra sublevada contra Perón y era considerado como un nacionalista dentro de la Armada. En 1939, Adolf Hitler lo había condecorado con la Cruz del Mérito de la Orden del Aguila Alemana y en 1949 el general Franco lo honró con la Cruz de Mérito Naval de España.

El contralmirante Lynch estaba en inmejorables condiciones para llevar adelante las averiguaciones sobre la suerte del Che, primero en México, cuando estaba preso, y después en Cuba, donde se lo dio por muerto.

Según escribió Hilda Gadea, la peruana esposa del Che, ella fue completamente desautorizada por él cuando sugirió apelar al contraalmirante Lynch para que gestionara discretamente su libertad. Fidel Castro había aprobado esa idea, pero cuando el Che la conoció, su reacción fue inmediata: "¡De ninguna manera!" —dijo. "Yo quiero el mismo trato que los cubanos".

En conclusión, Guevara permaneció más tiempo encarcelado en México por su negativa a aceptar la gestión diplomática a su favor que su pariente estaba dispuesto a emprender. Pero en una carta a su madre, el Che, si bien no identifica a nadie, señala que las intervenciones para obtener su libertad también estaban condicionadas: "Todos podían ayudar pero a condición de que abjurara de mis ideales", escribió. En consecuencia, pidió que abandonaran las gestiones, aunque sin puntualizar cuáles.

El parentesco del Che con el contraalmirante Lynch había despertado, sin embargo, la curiosidad de la inteligencia de los Estados Unidos. En el primer informe exhaustivo sobre la personalidad de Guevara, redactado el 13 de febrero de 1958, la CIA recogió la información que lo menciona. Fue suministrada por uno de sus agentes, quien posiblemente estaba infiltrado entre los revolucionarios.

"Che dijo relativamente poco sobre su entorno personal" —dice el texto de la CIA— "y dice que su tío, a quien identifica como Guevara Lynch, es o fue embajador argentino en La Habana, Cuba, y es oficial naval". Este documento, años más tarde desclasificado en Washington, muestra una corrección manual sobre el nombre Guevara Lynch: Ahora corrige por Raúl A. Lynch y la continuación del párrafo fue suprimida.

Los caminos del contraalmirante Lynch y su pariente el Che volvieron a cruzarse el domingo 23 de febrero de 1958, cuando Juan Manuel Fangio fue secuestrado por el Movimiento 26 de Julio, horas antes de disputar el Segundo Gran Premio de Automovilismo de Cuba, en La Habana. Fangio fue secuestrado en el Hotel Lincoln de la capital cubana por un comando que buscaba publicidad internacional para la causa revolucionaria. La foto de Fangio, cuando fue liberado por los secuestradores, dio la vuelta al mundo: a su lado, el contraalmirante Lynch sonreía satisfecho por el final feliz. El secreto rodeó la negociación que permitió la liberación de Fangio, hasta nuestros días, pero nunca se mencionó al Che.

En 1959, cuando los revolucionarios entraron en La Habana y el Che ocupó la fortaleza donde se juzgó sumariamente a los militares y policías que habían sostenido al dictador Batista, el contraalmirante Lynch ya no estaba en la embajada argentina. Es poco probable que ambos volvieran a mantener algún contacto, y el marino que "se portó bien" sobrevivió casi veinte años al guerrillero a quien tuteló "desde lejos" porque, aunque comunista, de todos modos, era de su familia.





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