Alerta en Wall Street por la suba del riesgo país de EE.UU.
CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL
Es
porque el viernes una agencia rebajó por primera vez la calificación
crediticia de la superpotencia. Operadores de Nueva York dijeron a
Clarín que hay dudas sobre cómo reaccionarán mañana los mercados. Obama
llamó a la unidad. Tensión en los mercados.
Un día después de
que Standard & Poor’s (S&P) decidió rebajar la calificación de
la deuda estadounidense de triple AAA a AA+, reinaba en Estados Unidos
y en el mundo entero una profunda incertidumbre. ¿Qué puede pasar
mañana cuando se inicien las operaciones en los mercados? ¿Cuál será el
impacto sobre la economías emergentes como la Argentina? ¿Estamos
asistiendo al comienzo de una segunda recesión estadounidense como la
que tuvo lugar en el 2008?
En Wall Street están todos en estado de alerta. A los temores que ya tenían por una eventual segunda recesión, ahora se agrega la decisión de S&P. Muchos consideran que ésta es una nueva señal de la decadencia de EE.UU.
“Estamos frente a una situación totalmente nueva. El país más seguro del mundo ha dejado de ser seguro”, dijo a Clarín la analista Shahida Shahriar de Constellation Capital, uno de los grandes operadores de Wall Street. “La decisión de Standard & Poor’s es un mero reconocimiento de lo que todos sabíamos. EE.UU. tiene un problema de deuda y un problema de gobernabilidad. Lo que espero es mucha volatilidad. Pero si Francia y Alemania no hacen algo para rescatar a Italia y a España, entonces sí que vamos a asistir a un Armaggedon financiero” (ver pág 26).
Alberto Bernal, jefe de estrategia para mercados emergentes de Bulltick, coincidió con Shahida. “Si no tenemos buenas noticias de Europa este fin de semana, la situación se va a poner muy fea. De todas maneras, los mercados van a caer. No creo, sin embargo, que el valor de los bonos del Tesoro vaya a caer, todo lo contrario. Todavía no hay una inversión alternativa equivalente a estos bonos”, dijo Bernal a esta corresponsal.
“El sistema global deberá ajustarse ahora a las múltiples implicancias e incertidumbres de la antes impensable pérdida estadounidense de la triple AAA”, dijo por su parte Mohamed El-Erian, subjefe de Pacific Investment Management que tiene activos por 1.200 millones de dólares.
En Washington, nadie asumió la responsabilidad. Todo lo contrario. El oficialismo y la oposición se culparon mutuamente por lo ocurrido, lo que brindó una prueba más del problema de gobernabilidad que padece EE.UU. En un comunicado firmado por su vocero Jim Carney, el presidente Barack Obama criticó las negociaciones que tuvieron lugar entre republicanos y demócratas para elevar el techo de la deuda la semana pasada. “Tomaron demasiado tiempo y en algunos momentos fueron demasiado divisivas”, dijo para llamar enseguida a la unidad. Pero mientras el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, sostuvo que el problema radica en que no han incluido un alza impositiva en el acuerdo para reducir el déficit, el candidato a presidente republicano, Mitt Romney, sostuvo que la rebaja de S&P fue un realidad una rebaja en la calificación del liderazgo de Obama. A su vez, el senador Jim DeMint y la diputada Michelle Bachman, dos figuras del Tea Party, pidieron la renuncia del Secretario del Tesoro, Timothy Geithner,
El viernes, el Tesoro había criticado la decisión de S&P diciendo que se habían equivocado en el cálculo de la deuda estadounidense por casi 2 billones de dólares. Pero ayer, David Beer, director de evaluaciones de la calificadora, explicó que la decisión de rebajar la calificación a EEUU se basó en los problemas políticos que padece Washington. “Esta es una crisis que EE.UU. hubiese podido evitar”, agregó John Chambers, jefe del comité de evaluación de S&P.
Warren Buffet, cuya firma tiene US$ 40.000 millones en bonos del Tesoro, dijo que la rebaja de la deuda no tenía ningún sentido y que no pensaba venderlos. “No habrá ninguna reacción en los mercados”, comentó.
De hecho, varios analistas consultados por Clarín ayer dijeron que no esperaban una venta masiva de bonos del Tesoro. “Yo creo que el deterioro va a ser gradual”, dijo a Clarín Claudio Loser, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI. “No veo cambios radicales en el corto plazo”. La ex jefe de economistas para América Latina del Deutsch Bank, Liliana Rojas Suárez, es menos optimista. “Países como China –explicó a este diario– ya han comenzado a diversificar sus reservas. La rebaja de calificación puede tener un efecto dominó”.
En Wall Street están todos en estado de alerta. A los temores que ya tenían por una eventual segunda recesión, ahora se agrega la decisión de S&P. Muchos consideran que ésta es una nueva señal de la decadencia de EE.UU.
“Estamos frente a una situación totalmente nueva. El país más seguro del mundo ha dejado de ser seguro”, dijo a Clarín la analista Shahida Shahriar de Constellation Capital, uno de los grandes operadores de Wall Street. “La decisión de Standard & Poor’s es un mero reconocimiento de lo que todos sabíamos. EE.UU. tiene un problema de deuda y un problema de gobernabilidad. Lo que espero es mucha volatilidad. Pero si Francia y Alemania no hacen algo para rescatar a Italia y a España, entonces sí que vamos a asistir a un Armaggedon financiero” (ver pág 26).
Alberto Bernal, jefe de estrategia para mercados emergentes de Bulltick, coincidió con Shahida. “Si no tenemos buenas noticias de Europa este fin de semana, la situación se va a poner muy fea. De todas maneras, los mercados van a caer. No creo, sin embargo, que el valor de los bonos del Tesoro vaya a caer, todo lo contrario. Todavía no hay una inversión alternativa equivalente a estos bonos”, dijo Bernal a esta corresponsal.
“El sistema global deberá ajustarse ahora a las múltiples implicancias e incertidumbres de la antes impensable pérdida estadounidense de la triple AAA”, dijo por su parte Mohamed El-Erian, subjefe de Pacific Investment Management que tiene activos por 1.200 millones de dólares.
En Washington, nadie asumió la responsabilidad. Todo lo contrario. El oficialismo y la oposición se culparon mutuamente por lo ocurrido, lo que brindó una prueba más del problema de gobernabilidad que padece EE.UU. En un comunicado firmado por su vocero Jim Carney, el presidente Barack Obama criticó las negociaciones que tuvieron lugar entre republicanos y demócratas para elevar el techo de la deuda la semana pasada. “Tomaron demasiado tiempo y en algunos momentos fueron demasiado divisivas”, dijo para llamar enseguida a la unidad. Pero mientras el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, sostuvo que el problema radica en que no han incluido un alza impositiva en el acuerdo para reducir el déficit, el candidato a presidente republicano, Mitt Romney, sostuvo que la rebaja de S&P fue un realidad una rebaja en la calificación del liderazgo de Obama. A su vez, el senador Jim DeMint y la diputada Michelle Bachman, dos figuras del Tea Party, pidieron la renuncia del Secretario del Tesoro, Timothy Geithner,
El viernes, el Tesoro había criticado la decisión de S&P diciendo que se habían equivocado en el cálculo de la deuda estadounidense por casi 2 billones de dólares. Pero ayer, David Beer, director de evaluaciones de la calificadora, explicó que la decisión de rebajar la calificación a EEUU se basó en los problemas políticos que padece Washington. “Esta es una crisis que EE.UU. hubiese podido evitar”, agregó John Chambers, jefe del comité de evaluación de S&P.
Warren Buffet, cuya firma tiene US$ 40.000 millones en bonos del Tesoro, dijo que la rebaja de la deuda no tenía ningún sentido y que no pensaba venderlos. “No habrá ninguna reacción en los mercados”, comentó.
De hecho, varios analistas consultados por Clarín ayer dijeron que no esperaban una venta masiva de bonos del Tesoro. “Yo creo que el deterioro va a ser gradual”, dijo a Clarín Claudio Loser, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI. “No veo cambios radicales en el corto plazo”. La ex jefe de economistas para América Latina del Deutsch Bank, Liliana Rojas Suárez, es menos optimista. “Países como China –explicó a este diario– ya han comenzado a diversificar sus reservas. La rebaja de calificación puede tener un efecto dominó”.
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