Diario "El Tiempo". 14 de agosto de 1996
The Well Street Journal Américas- Diario "La Nación". Bienos Aires, 14 de agosto de 1996.
LAS MULTINACIONALES SE DISPUTAN LOS GASODUCTOS SUDAMERICANOS
Además, había que resolver una cantidad increíble de cuestiones burocráticas. Y después surgió el problema de la ecologista Marianne Mller y el alacrán.
Por: NULLVALUE
Las multinacionales se disputan los gasoductos sudamericanos El desarrollo económico también necesita abastecimiento de energía.
La ex Miss Chile dice que un alacrán la picó dentro de su automóvil durante el período de negociaciones con Nova sobre el trazado del gasoducto. Indica que no descarta la posibilidad de que los canadienses pusieran allí el animal. Los ejecutivos de Nova pasaron toda una tarde negando que habían importado al arácnido para llevar a cabo un asesinato al más puro estilo mafioso.
Con todo, el gasoducto de Nova ya está en plena fase de construcción. El de Tenneco no, a pesar de llevarle varios años de delantera y haber gastado unos US$10 millones para obtener permisos, comprar terrenos y financiar una guerra publicitaria. En junio, los ejecutivos de Tenneco que estaban encargados del proyecto empacaron sus maletas para hacer frente a la próxima batalla, esta vez en Brasil.
El Gran Juego Bienvenidos a la versión de los 90 de la novela El Gran Juego, del escritor Rudyard Kipling. En lugar de ser los poderes imperiales los que se apresuran para adjudicarse territorios en Asia Central, son las grandes multinacionales de energía las que compiten para dominar las rutas de acceso entre los campos de gas natural de América Latina y sus grandes ciudades.
Adjudicarse un] gasoducto supone conseguir una posición, una posición para los próximos 40 años , indica Barry Adams, director general de British Gas do Brasil Ltda., filial de British Gas PLC. Y conseguir una posición constituye una parte muy importante en un mercado con este potencial .
América Latina ofrece las mayores riquezas en esta nueva contienda. La región crece con más rapidez que cualquier otra, excepto Asia, y está mucho más abierta a la inversión extranjera en el negocio de energía que países como China o Corea del Sur. Y los países del sudeste asiático por lo general no se llevan lo suficientemente bien entre sí como para establecer una infraestructura común.
Por otra parte, los países vecinos del Cono Sur han decidido que la creación de un vasto sistema de transporte de gas es la solución a la escasez de energía que acompaña a su rápido crecimiento económico. Dentro de 20 años, la red conectará a los campos de gas de la desértica Patagonia de Argentina y las selvas de Bolivia y Perú con las ciudades de Buenos Aires, Santiago, Sao Paulo y Río de Janeiro.
El sistema de gasoductos atravesará algunas de las áreas más sensibles del mundo desde el punto de vista ecológico y costará miles de millones de dólares, que en su mayoría se recaudarán de las arcas del sector privado.
Se podrá definir una red de gasoductos en América Latina que se asemejará mucho a la que existe] en Estados Unidos , afirma Rebecca Mark, directora ejecutiva de Enron Development Corp. , con sede en Houston. Argentina, la principal productora de gas de la región, ya cuenta con la columna vertebral de la nueva red. Para el próximo año habrá gasoductos de empresas privadas que transportarán combustible a Santiago de Chile. Dentro de cinco años, los tentáculos del sistema llegarán a Sao Paulo, el centro industrial de Brasil.
La potencial apertura de los grandes mercados urbanos ha provocado una estampida para encontrar y explotar reservas de gas. El norte de Argentina está lleno de nombres famosos de compañías multinacionales. Un consorcio dirigido por Mobil Corp. y Royal Dutch/Shell Group suscribió un acuerdo hace unos meses para invertir US$2.800 millones en el desarrollo de un remoto pero potencialmente enorme campo de gas en el sur del Perú. Veinticuatro compañías extranjeras, incluidas Amoco Corp. y Exxon Corp., están preparadas para presentar ofertas por partes de la petrolera estatal de Bolivia, cuando ésta se subaste en septiembre.
Racha de demandas Sin embargo, los gasoductos representan la parte del negocio que más chispas echa. Durante los últimos dos años la batalla entre Nova y Tenneco por convertirse en el primero en transportar gas a Santiago se destacó por un montón de demandas y muchísima bravata al estilo tejano. En un momento, Nova repartió una hoja con citas hechas por el líder del equipo de Tenneco, Ewell H. Muse III, que supuestamente muestran que lo que dijo en la prensa chilena sobre el proyecto era idéntico a lo que dijo sobre un plan similar que fracasó en EE.UU.
Fue una pelea sucia , dice Elena Serrano, ejecutiva de Nova, porque el mercado sólo era suficientemente grande para uno de nosotros . Muse no respondió a llamadas telefónicas para comentar sobre el asunto.
Meses atrás, los posibles participantes en la licitación de la petrolera estatal boliviana se aliaron contra Enron, que en la actualidad construye un gasoducto de US$1.500 millones entre Bolivia y Brasil. Para fortalecer la viabilidad de la línea, Enron se adjudicó el derecho de tener la primera opción de compra sobre cualquier otro gasoducto encaminado a Brasil que tocara tierra boliviana, incluidos los que se originaran en Argentina o Perú.
Los otros participantes en la licitación se inquietaron ante la posibilidad de que el acuerdo le pudiese dar a Enron control de acceso al único mercado para el gas boliviano y advirtieron al gobierno que su petrolera valdría mucho menos a la hora de venderse. Una vigorosa campaña de comunicaciones por fax realizada por los participantes en la subasta y una semana de obstruccionismo por parte de los políticos de la oposición llevaron a una renegociación del contrato. Enron perdió el derecho de tener la primera opción de compra para otros gasoductos, al igual que la garantía de una alta tasa de rendimiento sobre su inversión.
Por su parte, Enron ha luchado contra un plan de los servicios públicos bolivianos _que en gran parte son propiedad de empresas estadounidenses_ para construir una planta alimentada por gas que suministraría electricidad directamente al estado brasileño de Mato Grosso. Enron dice que se opondrá a cualquier plan que utilice el gas destinado a su gasoducto _como propone el acuerdo de Mato Grosso_ hasta que se encuentre suficiente gas para asegurarse que podrá cumplir con sus obligaciones contractuales. Hasta el momento, este no ha sido el caso.
Pero esto no es todo. Un número de compañías, incluidas CMS Energy Co., con sede en Dearborn, Michigan, y AES Corp., con sede en Arlington, Virginia, planean construir gasoductos que parten en Argentina para suministrar gas al sudeste de Brasil. Hasta ahora no hay una traición aparente. Hay suficiente para todos , opina Nells León, presidente ejecutivo de la gigante petrolera argentina YPF SA, que tiene su propio proyecto de gasoducto en conjunto con la estatal petrolera Petrobras, de Brasil. El gas es como una droga. Una vez que ingresa a un mercado como Brasil, no hay manera de detenerla .
Dejar huella Quizás sea así. Pero en la actualidad, el mercado brasileño está tan subdesarrollado que las leyes y normas de energía todavía están en proceso de redacción. Las empresas que desean ingresar al mercado presionan fuertemente para influir en el resultado. Rebecca Mark, de Enron, calcula que ha viajado a Brasil una vez al mes en los últimos tres años para dejar su huella.
Pero Brasilia no es la única ciudad que visita. Mientras que el gobierno federal trabaja en la redacción de nuevas leyes para el sector de energía, los estados del Brasil también se encuentran en el mismo proceso. En todo caso, Brasil depende del gas para sólo un 2% de sus necesidades de combustible, lo que significa que en el futuro se ve venir un largo y costoso proceso de conversión. Eduardo Bernini, cuyo cargo de subsecretario de energía de Sao Paulo lo coloca en el ojo del huracán, se califica de el coordinador técnico de un gran lío .
Se trata de un lío que pronto necesitará ser puesto en orden. A Brasil se le han acabado los lugares factibles para establecer plantas hidroeléctricas y el gas es menos contaminante que el petróleo. La escasez de electricidad ocurrirá en sólo un año o dos. Ya estamos funcionando sin tener un margen para errores , dice Carlos Roberto Silverstrin, director de la Agencia Desenvolvimento Tiete Paraná, un grupo de desarrollo del sector privado en Brasil. Necesitamos gas y lo necesitamos ya .
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La ex Miss Chile dice que un alacrán la picó dentro de su automóvil durante el período de negociaciones con Nova sobre el trazado del gasoducto. Indica que no descarta la posibilidad de que los canadienses pusieran allí el animal. Los ejecutivos de Nova pasaron toda una tarde negando que habían importado al arácnido para llevar a cabo un asesinato al más puro estilo mafioso.
Con todo, el gasoducto de Nova ya está en plena fase de construcción. El de Tenneco no, a pesar de llevarle varios años de delantera y haber gastado unos US$10 millones para obtener permisos, comprar terrenos y financiar una guerra publicitaria. En junio, los ejecutivos de Tenneco que estaban encargados del proyecto empacaron sus maletas para hacer frente a la próxima batalla, esta vez en Brasil.
El Gran Juego Bienvenidos a la versión de los 90 de la novela El Gran Juego, del escritor Rudyard Kipling. En lugar de ser los poderes imperiales los que se apresuran para adjudicarse territorios en Asia Central, son las grandes multinacionales de energía las que compiten para dominar las rutas de acceso entre los campos de gas natural de América Latina y sus grandes ciudades.
Adjudicarse un] gasoducto supone conseguir una posición, una posición para los próximos 40 años , indica Barry Adams, director general de British Gas do Brasil Ltda., filial de British Gas PLC. Y conseguir una posición constituye una parte muy importante en un mercado con este potencial .
América Latina ofrece las mayores riquezas en esta nueva contienda. La región crece con más rapidez que cualquier otra, excepto Asia, y está mucho más abierta a la inversión extranjera en el negocio de energía que países como China o Corea del Sur. Y los países del sudeste asiático por lo general no se llevan lo suficientemente bien entre sí como para establecer una infraestructura común.
Por otra parte, los países vecinos del Cono Sur han decidido que la creación de un vasto sistema de transporte de gas es la solución a la escasez de energía que acompaña a su rápido crecimiento económico. Dentro de 20 años, la red conectará a los campos de gas de la desértica Patagonia de Argentina y las selvas de Bolivia y Perú con las ciudades de Buenos Aires, Santiago, Sao Paulo y Río de Janeiro.
El sistema de gasoductos atravesará algunas de las áreas más sensibles del mundo desde el punto de vista ecológico y costará miles de millones de dólares, que en su mayoría se recaudarán de las arcas del sector privado.
Se podrá definir una red de gasoductos en América Latina que se asemejará mucho a la que existe] en Estados Unidos , afirma Rebecca Mark, directora ejecutiva de Enron Development Corp. , con sede en Houston. Argentina, la principal productora de gas de la región, ya cuenta con la columna vertebral de la nueva red. Para el próximo año habrá gasoductos de empresas privadas que transportarán combustible a Santiago de Chile. Dentro de cinco años, los tentáculos del sistema llegarán a Sao Paulo, el centro industrial de Brasil.
La potencial apertura de los grandes mercados urbanos ha provocado una estampida para encontrar y explotar reservas de gas. El norte de Argentina está lleno de nombres famosos de compañías multinacionales. Un consorcio dirigido por Mobil Corp. y Royal Dutch/Shell Group suscribió un acuerdo hace unos meses para invertir US$2.800 millones en el desarrollo de un remoto pero potencialmente enorme campo de gas en el sur del Perú. Veinticuatro compañías extranjeras, incluidas Amoco Corp. y Exxon Corp., están preparadas para presentar ofertas por partes de la petrolera estatal de Bolivia, cuando ésta se subaste en septiembre.
Racha de demandas Sin embargo, los gasoductos representan la parte del negocio que más chispas echa. Durante los últimos dos años la batalla entre Nova y Tenneco por convertirse en el primero en transportar gas a Santiago se destacó por un montón de demandas y muchísima bravata al estilo tejano. En un momento, Nova repartió una hoja con citas hechas por el líder del equipo de Tenneco, Ewell H. Muse III, que supuestamente muestran que lo que dijo en la prensa chilena sobre el proyecto era idéntico a lo que dijo sobre un plan similar que fracasó en EE.UU.
Fue una pelea sucia , dice Elena Serrano, ejecutiva de Nova, porque el mercado sólo era suficientemente grande para uno de nosotros . Muse no respondió a llamadas telefónicas para comentar sobre el asunto.
Meses atrás, los posibles participantes en la licitación de la petrolera estatal boliviana se aliaron contra Enron, que en la actualidad construye un gasoducto de US$1.500 millones entre Bolivia y Brasil. Para fortalecer la viabilidad de la línea, Enron se adjudicó el derecho de tener la primera opción de compra sobre cualquier otro gasoducto encaminado a Brasil que tocara tierra boliviana, incluidos los que se originaran en Argentina o Perú.
Los otros participantes en la licitación se inquietaron ante la posibilidad de que el acuerdo le pudiese dar a Enron control de acceso al único mercado para el gas boliviano y advirtieron al gobierno que su petrolera valdría mucho menos a la hora de venderse. Una vigorosa campaña de comunicaciones por fax realizada por los participantes en la subasta y una semana de obstruccionismo por parte de los políticos de la oposición llevaron a una renegociación del contrato. Enron perdió el derecho de tener la primera opción de compra para otros gasoductos, al igual que la garantía de una alta tasa de rendimiento sobre su inversión.
Por su parte, Enron ha luchado contra un plan de los servicios públicos bolivianos _que en gran parte son propiedad de empresas estadounidenses_ para construir una planta alimentada por gas que suministraría electricidad directamente al estado brasileño de Mato Grosso. Enron dice que se opondrá a cualquier plan que utilice el gas destinado a su gasoducto _como propone el acuerdo de Mato Grosso_ hasta que se encuentre suficiente gas para asegurarse que podrá cumplir con sus obligaciones contractuales. Hasta el momento, este no ha sido el caso.
Pero esto no es todo. Un número de compañías, incluidas CMS Energy Co., con sede en Dearborn, Michigan, y AES Corp., con sede en Arlington, Virginia, planean construir gasoductos que parten en Argentina para suministrar gas al sudeste de Brasil. Hasta ahora no hay una traición aparente. Hay suficiente para todos , opina Nells León, presidente ejecutivo de la gigante petrolera argentina YPF SA, que tiene su propio proyecto de gasoducto en conjunto con la estatal petrolera Petrobras, de Brasil. El gas es como una droga. Una vez que ingresa a un mercado como Brasil, no hay manera de detenerla .
Dejar huella Quizás sea así. Pero en la actualidad, el mercado brasileño está tan subdesarrollado que las leyes y normas de energía todavía están en proceso de redacción. Las empresas que desean ingresar al mercado presionan fuertemente para influir en el resultado. Rebecca Mark, de Enron, calcula que ha viajado a Brasil una vez al mes en los últimos tres años para dejar su huella.
Pero Brasilia no es la única ciudad que visita. Mientras que el gobierno federal trabaja en la redacción de nuevas leyes para el sector de energía, los estados del Brasil también se encuentran en el mismo proceso. En todo caso, Brasil depende del gas para sólo un 2% de sus necesidades de combustible, lo que significa que en el futuro se ve venir un largo y costoso proceso de conversión. Eduardo Bernini, cuyo cargo de subsecretario de energía de Sao Paulo lo coloca en el ojo del huracán, se califica de el coordinador técnico de un gran lío .
Se trata de un lío que pronto necesitará ser puesto en orden. A Brasil se le han acabado los lugares factibles para establecer plantas hidroeléctricas y el gas es menos contaminante que el petróleo. La escasez de electricidad ocurrirá en sólo un año o dos. Ya estamos funcionando sin tener un margen para errores , dice Carlos Roberto Silverstrin, director de la Agencia Desenvolvimento Tiete Paraná, un grupo de desarrollo del sector privado en Brasil. Necesitamos gas y lo necesitamos ya .
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