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jueves, 20 de agosto de 2015

EE.UU. BUSH, GEORGE W.. 2011 El conservador compasivo

Diario "Clarín". Buenos Aires, 21 de enero de 2011

EL MUNDO DE BUSH El conservador compasivo

La aplicación de valores cristianos a la política es el credo del nuevo presidente de los EE.UU. Bush, tras una vida errática, se apoyó en la religión para autoafirmarse. Es, por formación, la contracara de Clinton.


ANA BARON. Corresponsal en Washington.
Durante la campaña electoral, cuando un periodista le preguntó cuál era su filósofo preferido, el nuevo presidente de Estados Unidos, George W. Bush, no dudó ni un minuto: "Jesucristo" dijo.

En un país donde el noventa por ciento de la población cree en Dios y la gran mayoría no votaría por un presidente ateo, la respuesta de Bush bien podría haber formado parte de una estrategia electoral destinada a atraer votos. Sin embargo, múltiples amigos y consejeros de Bush entrevistados por Zona la semana pasada afirmaron que no se puede comprender quién es Bush ni lo que piensa en el plano político, sin tener en cuenta el lugar que ocupa la religión en su vida. Más aún, las raíces del "conservadorismo con compasión" que predica son religiosas y tienen sus orígenes en la Biblia.

Según los testimonios, Bush es la contracara exacta de Bill Clinton. Pese a que ambos pertenecen a la generación de los "baby boomers" que vivieron la revolución cultural de la década del 60, Clinton es un producto de esa revolución, Bush representa los valores tradicionales que esa revolución cuestionó.

"Bush no es un intelectual. Aunque fue a las dos universidades más prestigiosas de Estados Unidos, Harvard y Yale, los intelectuales y académicos nunca los deslumbraron. Su concepción de la vida es más religiosa que intelectual", explicó durante una entrevista con Zona Marvin Olavsky, uno de los mentores ideológicos de Bush y el autor de La tragedia de la compasión en América, un libro sobre el conservadorismo con compasión que Bush propuso durante toda su campaña electoral.

"El conservadorismo con compasión, no es otra cosa que la aplicación de los principios y valores cristianos a la política. Es un nuevo tipo de conservadorismo, más sensible a los problemas sociales y a la pobreza que el conservadorismo tradicional. El eje es que el Estado benefactor que proponen los demócratas no es tan eficaz para enfrentar ese tipo de problemas como lo son los grupos privados de caridad cristiana, los llamados "faith based programs" (programas basados en la fe), señaló Olavsky. "Aunque descubrió su fe un tanto tarde, la religión es un elemento esencial de la concepción política de Bush y yo estoy seguro que será clave durante su presidencia", agregó su estrecho colaborador.

De hecho, Bush comienza su autobiografía titulada A charge to keep (Un puesto para conservar) contando cómo el descubrimiento de la fe —cuando ya tenía 40 años— produjo un cambio radical en su vida. También se explaya sobre la repercusión que eso tuvo sobre la carrera política que inició pocos años después como gobernador del estado de Texas y que culminó ayer con su llegada triunfal a la Casa Blanca.

En esa época, Bush era la bala perdida, la oveja negra de su familia. El mayor de cuatro hermanos, Bush fue a los mejores colegios y a las mejores universidades pero fue siempre un pésimo estudiante. Figuraba sistemáticamente entre los últimos de su clase.

En los años 70, cuando los estudiantes estadounidenses manifestaban en las calles a favor de los derechos civiles y en contra de la guerra de Vietnam, o luchaban en aquellos remotos campos de batalla, el lugar preferido del joven Bush eran los bares. Alcohólico y, algunos dicen también, adicto a las drogas, Bush fue arrestado en más de una ocasión por robo y por conducir en estado de ebriedad. Creció siendo el centro de todas las fiestas, pero sin tener la menor idea sobre qué hacer con su vida.

Ayudado por su padre salió a probar suerte en el terreno de los negocios. En Midland, Texas, donde vivían, tentó su suerte en la industria del petróleo, pero no tardó mucho en verse obligado a declararse en bancarrota.

El gran giro en su vida se produjo, sin embargo, en 1985. En su autobiografía cuenta que ese fue el año en que, durante un encuentro con el reverendo Billy Graham, "descubrí a Jesús y renació mi fe".

"Graham fue quien sembró una semilla en mi alma. Me condujo hacia el camino, y yo comencé a caminar. Fue el comienzo de un cambio en mi vida. Siempre había sido una persona religiosa, iba a misa regularmente y también había sido monaguillo. Pero en ese momento mi fe adquirió un nuevo significado. Fue el comienzo de un nuevo sendero en el que ofrecería mi corazón a Jesucristo".

Bush comenzó a leer la Biblia regularmente. "Don Evans (su candidato a ministro de Comercio) me persuadió para que con otro amigo, Don Jones, armáramos un grupo de estudio de la Biblia integrado sólo por hombres —cuenta Bush—. El grupo había comenzado a funcionar un año antes, cuando estalló la crisis del petróleo. Mucha gente estaba buscando consuelo, fuerza y dirección".

Su interés por la Biblia creció vertiginosamente. "Estudiábamos la historia de los apóstoles, la construcción de la Iglesia Cristiana, el evangelio de San Lucas. La preparación de cada una de las reuniones me llevaba horas de estudio. Pero yo me lo había tomado muy en serio. A medida que avanzábamos, las escrituras comenzaron a tener cada vez más sentido para mí y comencé a tener más seguridad y comprensión en mi fe". Bush dice que no podría haber sido gobernador de Texas de no haber sido por su fe. Jura que "si no hubiese tenido un plan divino que superara todos los planes humanos" hubiera fracasado.

"La política es un negocio veleidoso, inconstante, los sondeos de opinión cambian todo el tiempo. Los amigos de hoy son los adversarios de mañana. La gente reparte elogios; a veces es verdad, muchas veces no lo es", dice. "Pero yo he construido mi vida sobre una base que no cambiará. Mi fe me libera. Me libera para colocar el problema en la perspectiva correcta. Me libera para tomar decisiones que otros no toman. Me libera para hacer lo que es correcto aunque los sondeos de opinión digan que la decisión no es popular".

Cuando un político estadounidense hace públicos sus sentimientos religiosos de un modo tan ampuloso, por lo general lo que predomina es el escepticismo. Después de todo, no es un secreto para nadie que las iglesias son una buena fuente de votos. Sin embargo, existen todo tipo de testigos que pueden corroborar el hecho de que la conversión de Bush fue real. El nuevo presidente de Estados Unidos lee la Biblia todos los días, reza con sus consejeros espirituales por su teléfono celular y regularmente le pregunta a sus asesores si "fueron a misa este domingo".

Más aún, cuando Bush decidió en 1993 presentarse como candidato a gobernador de Texas, Karl Rove, uno de los estrategas más hábiles de Texas, le presentó a Marvin Olavsky, un ex comunista ateo que se convirtió al cristianismo y que hoy es considerado el gurú del conservadorismo con compasión.

"A Bush le interesó enseguida la propuesta" dijo Olavsky a Zona. Según Olavsky, el conservadorismo con compasión es un conservadorismo de origen bíblico que difiere del conservadorismo darwiniano tradicional. La gran diferencia está en la posición con respecto a la pobreza y a los problemas sociales. Dijo Olavsky: "Los darwinistas son deterministas, piensan que los pobres no deben ser ayudados porque deben seguir la evolución de las especies en la que triunfan los que deben triunfar. Por el contrario, los que adhieren al conservadorismo bíblico creen que los pobres pueden superar la pobreza y que lo que necesitan es ayuda".

En uno de los discursos políticos clave de su campaña electoral, Bush dijo que había que formar "ejércitos de compasión en nuestras comunidades para librar una batalla diferente contra la pobreza, basada en la religión y los grupos comunitarios". Luego Bush agradeció a Olavsky: "El ha sido una de las personas que más me ayudó con este tema".

Profesor de la Universidad de Texas e investigador del Instituto Acton para el estudio de la religión y la libertad, Olavsky es un judío que en la década del 60 abandonó la Torah y adoptó el Manifiesto Comunista, al que al final terminó remplazando por la Biblia. Como todos los conversos, Olavsky no solamente adoptó un nuevo credo, el del Evangelio, sino que comenzó a luchar duramente contra su antiguo credo: el socialismo.

"Creo que el Estado benefactor ha sido nefasto para nuestro país y no ha hecho más que agravar el problema de la pobreza", dijo a Zona. "La única solución son grupos basados en la fe".

Bush está convencido de que Olavsky tiene razón, es decir, que los grupos de caridad religiosos son más eficaces para combatir la pobreza y los problemas sociales. Por eso decidió crear una oficina en la Casa Blanca que se dedicará a estudiar cómo estos grupos pueden llegar a remplazar a los programas sociales del Estado. La iniciativa ya ha sido cuestionada por quienes dicen que no hay que mezclar política con religión. Pero uno de los voceros de Bush, McClellan, dijo a Zona que la acción caritativa conforma una prioridad en la agenda de Bush.

De hecho, en el discurso que dedicó durante su campaña electoral a América latina Bush dijo: "Ordenaré a nuestras embajadas que apoyen y ayuden a estos grupos sin fines de lucro, de la misma manera que ahora apoyan a nuestro empresariado, a través de un funcionario que sea designado específicamente para ocuparse de ese tema". Según Bush, la caridad debe atravesar las fronteras: "Debemos alentar a las iglesias y las congregaciones de nuestro país a que adopten iglesias y congregaciones de América latina".

"Dios y su relación con Dios, están en el corazón de lo que Bush es como persona pública y privada", explicó otro de los asesores de Bush, su contacto con la derecha cristiana. "Cuando George se reúne con cristianos evangelistas, muy rápido todos comprenden que Bush es uno de ellos. Cuando cuenta cómo descubrió su fe, es decir cómo renació su relación con Jesucristo, enseguida le creen todos".

Hijo de la elite WASP (blanca anglosajona protestante) de New England, donde la religión es importante pero no determinante, no hay duda de que Bush adoptó la cultura religiosa de Texas, que es uno de los estados sureños situado a orillas del llamado "cinturón de la Biblia".

Cuando uno le pregunta cuál es la diferencia entre su fe y la de su padre, el ex presidente, no quiere contestar. Pero los observadores señalan que mientras que George Bush padre nunca se sintió cómodo con la derecha religiosa, Bush hijo navega entre ellos sin ningún problema porque es uno de ellos. La primavera pasada, cuando entraron en una iglesia de Dallas para asistir a una reunión con líderes evangélicos, señalando a su padre George W. Bush dijo: "Si ustedes creen que mi presidencia va a ser como la de él, se equivocan". 

 

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