HEZBOLLAH 2008 Matan a un líder de Hezbollah, cerebro del ataque a la AMIA y a la Embajada
Diario "Clarin". Buenos Aires, 14 de febrero de 2008.
FUE ASESINADO EN DAMASCO, SIRIA; LO BUSCABA LA JUSTICIA ARGENTINA
Matan a un líder de Hezbollah, cerebro del ataque a la AMIA y a la Embajada
Imad Moughnieh fue jefe del servicio exterior de Hezbollah, encargado de
decenas de atentados en todo el mundo. "Fue el jefe operativo del
atentado", dijo ayer el fiscal de la causa AMIA que había pedido su
captura.
Un libanés acusado por la Justicia argentina de haber participado
en los atentados contra la Embajada de Israel y la sede de la
Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) murió al explotar una bomba en el auto que lo llevaba por la capital siria, Damasco, en la noche del martes.
Imad
Fayez Moughnieh, así figura su nombre en el expediente de la causa por
el atentado contra la AMIA, tenía 46 años y estaba acusado de haber sido
el jefe del servicio de seguridad exterior de la organización libanesa shiíta Hezbollah, a la que la Justicia argentina atribuyó haber cometido ambos atentados.
También estaba acusado por otros ataques terroristas contra intereses
de los Estados Unidos y fuerzas de paz francesas en Oriente Medio.
"Fue el jefe operativo del atentado",
dijo el fiscal que investiga el ataque contra la AMIA, Alberto Nisman.
El secretario penal de la Corte Suprema, Esteban Canevari, expresó a la
Agencia Judía de Noticias (AJN) que Moughnieh lideraba el "grupo
encargado de cometer atentados fuera de Líbano". La Corte investigó sin
grandes resultados el atentado a la Embajada. Algo similar, aunque más
escandaloso, pasó en la investigación del atentado contra la AMIA (ver: Antecedentes).
Moughnieh
-que en los expedientes judiciales figura con ocho variaciones de su
apellido, catorce apodos y tres fechas de nacimiento distintas, todas en
1962- murió por la explosión de una bomba que supuestamente habría sido
ocultada en su auto.
De acuerdo con fuentes de la comunidad judía local, la explosión que mató a Moughnieh habría ocurrido cuando abordó su vehículo al salir de la Embajada iraní en Damasco,
donde había participado de un acto por el 29º aniversario de la
Revolución Islámica. De hecho, Moughnieh habría viajado a Siria para
mantener un encuentro con el canciller iraní, Manuchehr Mottaki, que
ayer tenía previsto llegar a la capital siria. La explosión ocurrió en
la noche del martes.
Hezbollah y otras organizaciones islamistas acusaron por el atentado a Israel y a los Estados Unidos.
"El líder Imad Moughnieh murió como mártir asesinado por los
israelíes", expresó un comunicado de Hezbollah difundido por la cadena
televisiva "Al Manar", vinculada a esa organización.
Israel negó toda vinculación con el ataque. "Israel
rechaza los intentos de organizaciones terroristas de atribuirle alguna
implicación en este asunto", expresó un comunicado difundido por la
oficina de prensa del primer ministro Ehud Olmert. El vocero del
Departamento de Estado de los Estados Unidos, Sean McCormack, sostuvo
que "el mundo es un mejor lugar sin este hombre".
Acusaciones al margen, lo cierto es que el atentado que mató a Moughnieh, un libanés de origen palestino, se produjo en tierra siria, en cercanías de la Embajada iraní y en medio de una gran crisis regional con epicentro en Líbano. Países europeos recomendaron a sus ciudadanos no visitar la zona. Clarín quiso saber en el Gobierno si hubo algún tipo de alerta especial ante posibles repercusiones locales, pero no obtuvo respuesta.
Moughnieh
figuraba en "circular roja" de Interpol, a raíz del pedido de captura
librado contra él y otros cinco ex funcionarios iraníes acusados por el
atentado contra la AMIA. En ese ataque murieron 85 personas, mientras
que en la voladura de la Embajada de Israel fallecieron otras 22.
De
acuerdo con la acusación argentina, Moughnieh "habría conformado el
grupo operativo que tuvo a cargo la ejecución del ataque a la sede de la
AMIA". El ataque se habría decidido en una reunión realizada el 13 de
agosto de 1993 por las máximas autoridades iraníes.
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Diario "Clarin". Buenos Aires, 14 de febrero de 2008
La AMIA elige la cautela
La AMIA reaccionó ayer con "cautela" ante la muerte
de Imad Moughnieh y en un comunicado dijo mantener "la firme expectativa
de que sean detenidos y juzgados" los acusados por el ataque de 1994
contra la mutual de la comunidad judía local.
"Interpol trabaja
día a día para lograr la detención de los acusados, con lo cual, desde
la institución judía, se mantiene la firme expectativa de que sean
detenidos y juzgados por sus crímenes", expresó en referencia a los
cinco ex funcionarios iraníes reclamados por el atentado.
"No los
queremos muertos, porque nos aborta una declaración", expresó Sergio
Burstein, familiar de una de las víctimas del atentado.
La comunidad árabe repudia
Nueve entidades islámicas argentinas repudiaron ayer
el atentado que mató a Imad Moughnieh y lo atribuyeron a Israel. "Si la
búsqueda de justicia fuera sincera, en vez de asesinarlo, a Mughniyeh
tendrían que haberlo capturado, cosa fácil para el Estado israelí, que
invade y mata impunemente por el mundo", expresaron.
"Es una
vergüenza que desde el gobierno de (Carlos) Menem a la fecha nos sigan
mintiendo acerca de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA,
estableciendo acusaciones falsas y obviamente sin pruebas contra
ciudadanos iraníes y del Líbano", dijeron las entidades en un comunicado
difundido por la mezquita At-Tahuid.
Antecedentes
Dieciséis y catorce años se van a cumplir en marzo y
julio desde que ocurrieron los atentados contra la Embajada de Israel y
la AMIA, respectivamente. Así como los cuerpos de las 107 víctimas sobre
los escombros, papeles y más papeles se acumulan en Tribunales a la
espera de una justicia que no llega. Una investigación lenta y sin
resultados en la Corte, otra desviada, corregida e igual de lenta en la
Justicia federal. Sin argentinos acusados, había seis extranjeros en la
mira. Ahora quedan cinco. Para la Justicia, el atentado contra la AMIA
fue ordenado por el Estado iraní en 1993. ¿El móvil? Una represalia por
los contratos de asistencia en materia nuclear firmados por el ex
presidente Raúl Alfonsín pero suspendidos por su sucesor, Carlos Menem.
Perfil
Imad Moughnieh, nacido en el sur del Líbano, se
incorporó a fines de los 70 al FATAJ, y fue parte del Comando 17, que
tenía a su cargo la guardia personal de Yasser Arafat y estaba a su
disposición para acciones especiales.
Cuando los líderes de la
OLP son derrotados en la primera guerra del Líbano en 1982 Moughnieh se
unió al naciente Hezbollah, en el que se destacó por su "creatividad" y
audacia personal.
Es considerado arquitecto de los atentados
terroristas que destruyeron la Embajada de los EE.UU. y una base de
marines en Beirut que produjeron más de 200 muertos. Usó un camión
bomba, el arma que sería su sello.
Moughnieh fue acusado de
secuestrar a decenas de ciudadanos occidentales: algunos fueron
ejecutados y otros canjeados por recompensas. Sabía que era uno de los
enemigos más buscados por Israel e intentó cambiar su fisonomía.
Si
bien Israel no asumió responsabilidad alguna por la muerte de Moughnieh
, extraoficialmente miembros de los servicios de seguridad mostraron
visible satisfacción. El hoy diputado laborista Danny Yatom, ex jefe del
Mossad (Servicio de Inteligencia israelí) lo describió como "el más
peligroso y cruel terrorista de entre todos los terroristas".
En un comunicado, Israel rechazó "el intento de grupos terroristas de atribuirnos cualquier responsabilidad en este incidente".
EDAD: 46NACIONALIDAD: LIBANESMIEMBRO DE: HEZBOLLAH Y ALIADO DE IRAN. XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Diario "Clarín". Buenos Aires, 14 de febrero de 2008.
BEIRUT.- Uno de los terroristas más buscados y escurridizos del mundo,
Imad Mughniyeh, presunto jefe de operaciones del grupo libanés Hezbollah
y acusado de múltiples atentados, entre ellos los perpetrados contra la
AMIA y la embajada de Israel en Buenos Aires, murió anteanoche por la
explosión de un coche bomba en Damasco.
Mughniyeh figuraba en la lista de terroristas más buscados por Israel y
por Estados Unidos, que ofrecía 5 millones de dólares por su cabeza.
Hezbollah, que es apoyado por Irán y Siria, acusó a Israel de haber
ordenado el atentado. También Teherán culpó a Israel y condenó el
asesinato como "otro descarado ejemplo del terrorismo de Estado del
régimen sionista".
Israel, que ha sido acusado de numerosos asesinatos de extremistas en
países árabes, negó cualquier participación en el atentado de
anteanoche.
La muerte de Mughniyeh amenaza con intensificar las tensiones entre
Israel y Hezbollah, que se enfrentaron en una sangrienta guerra en el
Líbano en 2006. Algunas figuras cercanas al grupo terrorista llamaron
ayer a realizar ataques contra Israel, en respuesta por el asesinato de
su líder.
Buscado desde hace más de dos décadas, se cree que Mughniyeh, que se
habría sometido a varias cirugías estéticas, se movía secretamente entre
el Líbano, Irán, Siria y Turquía usando más de 40 pasaportes falsos.
Nunca apareció ni habló con los medios, y durante años fue imposible
conseguir una fotografía suya.
Finalmente, el líder terrorista, de 45 años, murió en la capital siria,
tras la explosión de una bomba colocada debajo de un auto estacionado en
el exclusivo barrio de Kafar Soussa. Testigos dijeron que Mughniyeh
había salido de una ceremonia en una escuela iraní cercana y estaba a
punto de subir a su auto cuando éste explotó. La potente detonación dañó
otros 10 autos estacionados en las cercanías.
Fuentes en Siria dijeron que Mughniyeh iba a reunirse en Damasco con el
canciller iraní, Manuchehr Mottaki, cuya llegada a la capital siria
había sido anunciada para anoche.
"Tras una vida plena de sacrificios y logros (...) Imad Mughniyeh (...)
murió como mártir a manos de los sionistas israelíes", anunció
Hezbollah.
Este asesinato es el primer golpe contra la cúpula del grupo desde 1992,
cuando un ataque mató a su entonces secretario general, Abbas Musawi.
Por su parte, Siria condenó el "cobarde acto terrorista" contra el líder
libanés. La presencia de Mughniyeh en Damasco podría indicar que el
gobierno de Bashar Assad lo estaba protegiendo. Siria ha sido acusada
reiteradamente por Estados Unidos de permitir la presencia de
terroristas en su territorio.
Mughniyeh era acusado por Israel y por la justicia argentina de haber
participado en el atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires,
en 1992, que dejó 29 muertos, y en el ataque contra la sede de la AMIA,
en 1994, en el que murieron 84 personas.
Jefe de seguridad del grupo terrorista durante los turbulentos años de
la guerra civil del Líbano (1975-1990), fue quien organizó los primeros
grandes atentados suicidas contra blancos norteamericanos: los ataques
de 1983 contra la embajada de Estados Unidos y los cuarteles militares
en Beirut, que dejaron más de 300 muertos.
Estados Unidos también lo acusaba de haber planificado el secuestro de
un avión comercial de la TWA en 1985, en el que murió un norteamericano.
Antes de que apareciera en escena el jefe de la red Al-Qaeda, Osama ben
Laden, Mughniyeh era el terrorista más buscado por Washington, que
ofrecía 25 millones de dólares por él.
Israel también lo acusaba del secuestro de dos soldados israelíes en la
frontera libanesa, a mediados de 2006, el hecho que desató la guerra.
Aunque el gobierno israelí negó oficialmente haber participado en el
asesinato, miembros del gabinete del primer ministro Ehud Olmert
celebraron su muerte. "[Mughniyeh] hizo más daño a Israel que a
cualquier otro país. No sé quién lo mató, pero habría que felicitarlo",
dijo el ministro de Medio Ambiente, Gideon Ezra.
"Asesino"
También el Departamento de Estado festejó el ataque. "El mundo es un
lugar mejor sin este hombre. Era un asesino de sangre fría -dijo el
vocero de esa cartera, Sean McCormack-. De una forma u otra, se hizo
justicia."
En el Líbano, la muerte de Mughniyeh amenaza con agitar aún más la
crisis política que divide al país, en el que la oposición liderada por
Hezbollah está empantanada en una lucha por el poder con el gobierno,
respaldado por Occidente.
Apenas se conoció su muerte, decenas de dolientes se acercaron al barrio
Moujamaa al-Shouhada, bastión de Hezbollah en Beirut. En el pueblo de
Tary Dibba, en el sur del país, donde nació Mughniyeh, se izaron
banderas negras y los comercios cerraron sus puertas, en señal de duelo.
Hezbollah convocó a sus seguidores a asistir masivamente al funeral, que se celebrará hoy en Beirut.
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Agencias AP, Reuters, AFP y DPA xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Diario "La Nación". Buenos Aires, Jueves 14 de febrero de 2008
Tensión en Medio Oriente: repercusiones en la Argentina
"Lamentamos que el jefe del operativo ya no pueda ser juzgado"
Lo dijo Nisman, fiscal del caso AMIA
La justicia argentina está convencida de que el terrorista libanés
asesinado ayer en Siria fue el jefe del grupo operativo que perpetró el
atentado a la AMIA.
A él le encomendaron que organizara el ataque, que reuniera al equipo y
que supervisara las operaciones, de acuerdo con la hipótesis sostenida
por el fiscal del caso, Alberto Nisman. "Su muerte no dificulta la
investigación, pero lamentamos que el jefe del operativo ya no pueda ser
juzgado", dijo ayer el fiscal a LA NACION.
Imad Mughniyeh, acusado de haber sido el responsable de las operaciones
especiales de Hezbollah, estuvo en la Argentina en julio de 1994 y dejó
el país pocos días antes del atentado. Según las pruebas del expediente,
se reunió aquí con contactos locales y se fue el 9 o 10 de julio. El
ataque ya estaba en marcha. El 18 de julio de 1994 la AMIA explotó y 84
personas murieron.
La justicia argentina cree que Mughniyeh también había intervenido en el
atentado que se cometió en Buenos Aires dos años antes. Estaba acusado
-y buscado- por el ataque a la embajada de Israel, que mató a 29
personas.
El juez de la causa AMIA, Rodolfo Canicoba Corral, anunció ayer que no
cerrará el caso contra Mughniyeh hasta que no tenga pruebas irrefutables
de que fue asesinado. "Espero la confirmación de la muerte y sus
circunstancias. Sería interesante tener alguna prueba fehaciente del
fallecimiento y de que se trata de él", dijo el juez a LA NACION.
El 7 de noviembre pasado, a pedido de Canicoba Corral, la Asamblea
General de Interpol había librado la orden de captura para que Mughniyeh
fuera buscado por el mundo. Lo mismo había dispuesto contra cinco ex
funcionarios del gobierno de Teherán.
El libanés asesinado ayer era el único prófugo por el atentado que no
era iraní. Los otros acusados son el ex consejero cultural de la
embajada de Irán Moshen Rabbani; el tercer secretario de la delegación,
Ahmad Asghari; el ex ministro de Información iraní Alí Fallahijan, y los
ex comandantes de la Guardia Revolucionaria Moshen Rezai y Ahmad
Vahidi.
Todo indica que los cinco están en Irán y que si no salen de su país no
podrán ser capturados. Teherán ya anticipó que no está dispuesto a
entregarlos. Su máximo representante en la Argentina dijo a LA NACION el
año pasado que su país quiere colaborar, pero que nunca extraditará a
sus ciudadanos. Advirtió que hay incluso una ley que impide a Irán
entregar a nacionales a otros países.
En cambio, sí podrían ser arrestados si cruzaran la frontera. En ese
caso, deberían ser puestos a disposición de un juez que evaluara si las
pruebas ofrecidas por la Argentina son suficientes para extraditarlos.
Cuando Interpol libró las órdenes de captura, uno de los prófugos, Ahmad
Asghari, estaba destinado en la embajada de Irán en la India. De
inmediato, el gobierno de Teherán le ordenó que abandonara su cargo y
que no volviera a salir de Irán, según relató a LA NACION un funcionario
argentino, que repitió el comentario de una autoridad iraní.
El gobierno de Teherán siempre negó toda responsabilidad en el ataque y
el año pasado impugnó las decisiones de Canicoba Corral ante Interpol.
Amenazó incluso con pedir la captura de Nisman, del ex juez Juan José
Galeano y de los ex fiscales Eamón Mullen y José Barbaccia.
Con este panorama, las posibilidades de que acusados sean juzgados en la
Argentina son pocas y los propios investigadores lo reconocen. "Ellos
no van a cruzar la frontera. Tendrían que cambiar las condiciones
políticas de Irán para que los podamos juzgar", dijo una fuente judicial
que participó del caso. El fiscal de la causa es algo más optimista.
"Interpol está haciendo una búsqueda exhaustiva. Aunque en estos casos
no se pueden prever plazos, esperamos tener novedades en el corto
plazo", afirmó Nisman.
-¿Cree que existen posibilidades reales de que los iraníes sean juzgados en la Argentina?
-Sí. Hoy parece dificultoso porque Irán dice que no los va a entregar y
hasta les otorgó cargos públicos, pero es posible que, como pasó con
Mughniyeh, otros dejen Irán y puedan ser detenidos. Reconozco que la
situación no parece fácil en lo inmediato, pero este delito es
imprescriptible y vamos a seguir trabajando hasta traerlos.
Mientras tanto, la fiscalía trabaja sobre la posible responsabilidad de
otros funcionarios iraníes en el atentado y focaliza su investigación en
la Triple Frontera, por donde habría entrado el presunto atacante
suicida.
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Por Paz Rodríguez Niell De la Redacción de LA NACION xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Diario "La Nación". Buenos Aires. Jueves 14 de febrero de 2008
Por una marcha
Un día tenso en el Líbano
BEIRUT (AP).- Una marcha por el tercer aniversario del asesinato del ex
primer ministro del Líbano, Rafik Hariri, agregará más tensión al
dividido país, que hoy enterrará al líder del grupo Hezbollah, Imad
Mughniyeh.
Hariri murió el 14 de febrero de 2005, en un atentado
en el que también fallecieron otras 20 personas. En este entonces,
protestas masivas y la presión internacional forzaron a Siria a retirar
su ejército del país, tras 29 años de control.
La marcha en
honor a Hariri, organizada por el partido gubernamental y por facciones
opuestas a Damasco, intentará dar hoy una muestra de fuerza frente a la
oposición, que es favorable a la influencia del presidente sirio, Bashar
al-Assad, y está liderada por el Hezbollah.
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Diario "La Nación". Buenos Aires, Jueves 14 de febrero de 2008
El análisis de la noticia
Teherán pierde a una de sus piezas más valiosas
Por Anne B. Clasmann
De la agencia DPA
ESTAMBUL.- El atentado que ayer le costó la vida al misterioso
terrorista Imad Mughniyeh representa un duro golpe para Irán y sus
aliados.
Con la muerte de Mughniyeh, que al parecer participó en más de media
docena de acciones terroristas en todo el mundo en los últimos 25 años,
Teherán pierde a uno de sus más fieles vasallos en el mundo árabe.
El movimiento chiita Hezbollah, o Partido de Dios, es una poderosa
organización política y militar del Líbano que apareció en la década del
80 gracias al financiamiento iraní y comenzó a luchar para forzar a las
tropas israelíes a retirarse del Líbano, lo que se concretó en 2000.
Ayer el grupo, entre cuyos fundadores figura el sunnita de origen
palestino Mughniyeh, perdió a unos de sus principales jefes militares. Y
el gobierno del presidente Bashar al Assad se vio obligado a admitir
que su temido servicio secreto no supo prever y evitar un atentado de
este calibre en el mismo corazón de Damasco.
Hasta qué punto el incidente representa una afrenta para Assad, que el
año pasado ya debió soportar un ataque aéreo israelí, queda reflejado en
la reacción de los medios estatales sirios: el canal oficial informó
lacónicamente sobre la muerte de un hombre no identificado en una
explosión, mientras que los diarios no mencionaron ayer ni una palabra
sobre el hecho.
Mughaniyeh fue guardia de Yasser Arafat antes de la expulsión de la
cúpula palestina de Beirut en 1982, y era considerado uno de los más
extremistas más peligrosos de Medio Oriente. Además de estar implicado
en varios atentados en todo el mundo, desempeñó un papel fundamental en
la guerra entre Israel y Hezbollah en el verano (boreal) de 2006.
Su inteligencia y su experiencia le valieron el apodo de "el zorro". A
los niños de escuelas palestinas se les presentaba a Mughaniyeh, uno de
los terroristas más buscados del mundo, como "uno de nuestros más
grandes héroes".
Aunque Israel ya haya rechazado la responsabilidad del atentado,
Hezbollah dio por hecho poco después de la explosión que el servicio
secreto hebreo Mossad era el único que pudo haber detonado esa bomba.
La organización palestina PFLP-Comando General de Ahmed Yibril, que al
igual que otros grupos radicales tiene sede en Damasco, apuntó también a
Estados Unidos como posible instigador "del asesinato del mártir".
Mientras los analistas están divididos sobre cuán pronto podría
responder Hezbollah contra Israel, una fuente política libanesa lo
descartó por el momento. "Una represalia significará un cambio en las
reglas del terreno en la confrontación con Israel", señaló. "Dicha
decisión debe ser tomada con la cabeza fría, por lo que no habría apuro
en responder".
Lo que sí se teme es que el atentado agrave la crisis política entre el
gobierno pro occidental y la oposición pro siria que mantiene al Líbano
paralizado y sin presidente desde noviembre. Precisamente anteayer, el
presidente norteamericano George W. Bush exigió nuevamente elecciones
presidenciales en el Líbano y acusó a Siria e Irán de obstruir el
proceso mediante "la violencia y las intimidaciones".
El diario libanés Al-Nahar informó que Mughaniyeh se
encontraba en Damasco para reunirse con el ministro de Relaciones
Exteriores iraní, Manuchehr Mottaki, al que se espera en Siria para que
se una a las negociaciones sobre la crisis libanesa.xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Diario "La Nación". Buenos Aires, Jueves 14 de febrero de 2008 |
Israel, entre la satisfacción y la preocupación
Aunque hubo muestras públicas de beneplácito, algunos analistas temen atentados en el corto plazo
JERUSALEN.- "Era la persona más peligrosa en Hezbollah. Mucho más que
[el jefe de la organización] Hassan Nasrallah. Sin duda, suena bien."
Lo que le "sonó bien" al general (R) Giora Eiland, ex director del
Consejo de Seguridad Nacional de Israel, fue la noticia de la muerte del
terrorista Imad Mughniyeh en Damasco.
Eiland recordó que "fue el responsable de todos los grandes atentados de
Hezbollah, tanto en el exterior como en Israel", y destacó que su
importancia no era menor que la de Nasrallah, mucho más conocido a nivel
mundial.
El gobierno israelí desmintió terminantemente las acusaciones de
Hezbollah que lo vinculaban con el asesinato de Mughniyeh, pero nadie
aquí ocultaba su satisfacción respecto de la muerte del jefe de
operaciones de la organización terrorista.
"El mundo es mejor sin él", dijo el ministro Gideon Ezra, ex sub jefe
del servicio de seguridad Shin Bet, en términos muy similares a los
utilizados ayer en Washington.
El general (R) Danny Yatom, diputado laborista y ex jefe del organismo
de inteligencia israelí Mossad, no tenía duda de que el operativo de
anteayer en Damasco fue un punto clave en la lucha contra el terrorismo.
"Mughniyeh tenía un cerebro satánico y especialmente creativo, por lo
cual sus atentados, en general, lamentablemente, tenían éxito. En este
sentido, si no podrá ya planear y perpetrar atentados, hay un gran
logro".
Poco antes, en declaraciones a Radio Jerusalén, Yatom había definido a
Mughniyeh como "un terrorista tan peligroso como Osama ben Laden".
"Esto es un golpe mortal, desesperado", declaró Ehud Yaari, especialista
en asuntos árabes en el Canal 2 de la televisión israelí, quien destacó
que el cargo de Mughniyeh, jefe de operaciones de Hezbollah, en
realidad no refleja toda la dimensión de su actividad.
"El era el cerebro, el que orquestaba, el que ideaba los atentados y
organizaba su ejecución-dijo-. Fue quien trajo el sistema de los
atentados suicidas a esta zona hace unas decenas de años. De esto,
Hezbollah no sale así nomás."
El analista de seguridad del diario Haaretz , Amir Oren, llamó a Mughniyeh el "símbolo del eje del mal". Otros, "la cabeza de la serpiente".
Un golpe no letal
Todos destacaron que con su muerte se fue una figura central del
terrorismo. Pero la pregunta pendiente era si acaso el golpe de
anteanoche se hará sentir por mucho tiempo o tendrá sólo efecto
pasajero.
"No es un golpe liviano", dijo Meir Litvak, experto en terrorismo
islámico del Centro Dayan en la Universidad de Tel Aviv, aunque
reconoció que Hezbollah no es una organización "débil".
"Algo así a otra organización la liquida. Pero Hezbollah es otra cosa",
afirmó. Yatom opinó lo mismo: "Esto no desestabilizará a Hezbollah a
largo plazo, no la desmoronará".
Sin embargo, eso no va en desmedro de la importancia del golpe propinado
a esa organización terrorista con la muerte de Mughniyeh.
Yatom elogió la efectividad del operativo para matar al terrorista. "El
terrorismo debe ser combatido dondequiera que ello sea posible. Los
líderes, que son uno de los puntos de fuerza, deben saber que no son
inmunes", dijo. "Ellos no mandan a sus hijos a suicidarse ni se colocan
ellos cinturones explosivos. Sin duda, deben ser combatidos", añadió.
Yatom dijo que el asesinato de Mughniyeh puede servir de aliciente a
Hezbollah para perpetrar nuevos atentados, con lo cual no podría
afirmarse en absoluto que sirviera para garantizar la calma en la región
y evitar más muertes.
"En esta guerra no hay ninguna certeza, es prolongada y con muchos
esfuerzos continuos -enfatizó-. Pero alguien como Mughniyeh debía dejar
este mundo y, por lo tanto, su eliminación sacará de la lista a uno de
los enemigos más amargos del mundo libre."
Litvak aclaró que el éxito de inteligencia en el operativo contra
Mughniyeh no significa que se pueda matar al jefe de Hezbollah, Hassan
Nasrallah, cuando se lo desee.
"Suele estar rodeado de muchos civiles, porque sabe que así no lo
atacarán; no es lo mismo. Y no es seguro que haya una oportunidad",
afirmó.
Alerta internacional
El general (R) Uzi Dayan, que fue vicecomandante en jefe del Estado
Mayor y encabeza hoy el partido Tafnit, lamentó que un operativo como el
que mató a Mughniyeh no haya sido concretado hace un año y medio.
"Eso habría cambiado totalmente el rumbo de la guerra contra Hezbollah",
comentó. Agregó que habría preferido que Mughniyeh pagara por sus
crímenes en un juicio, sentado en el banquillo de acusados y yendo luego
a prisión. "Pero en la guerra contra el terrorismo en nuestra zona no
siempre ello es posible", admitió.
Ahora, lo que tiene en claro es que el logro operativo contra Hezbollah,
cualquiera que sea la identidad de los autores, deberá ir acompañado
también de un estado de alerta en Israel.
"Pero la guerra contra el terrorismo es mundial y nadie, en ningún lado,
puede estar tranquilo." Dayan aclaró: "La Argentina tampoco".
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Por Jana Beris Para LA NACION xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Diario "La Nación". Buenos Aires, Jueves 14 de febrero de 2008
El personaje
Terrorista de rostro desconocido
Era el segundo entre los más buscados
Imad Mughniyeh y Markus Wolf, aquel célebre espía del antiguo régimen
comunista alemán del Este, tenían algo en común: ambos fueron apodados
"el hombre sin rostro" porque pocos conocían realmente sus facciones.
Las similitudes se acaban ahí: Mughniyeh, el principal dirigente del
grupo extremista libanés Hezbollah después del temido Hassan Nasrallah,
no era un espía, sino lisa y llanamente un terrorista. Y no cualquier
terrorista: hasta ayer era el más buscado después de Osama ben Laden.
Antes de los ataques del 11 de Septiembre, Mughniyeh tuvo el dudoso
honor de ser el individuo que mató el mayor número de norteamericanos en
todo el mundo: en 1983 había ordenado un atentado que dejó más de 300
muertos contra la embajada Estados Unidos y las barracas de marines en
Beirut.
El terrorista, que oficiaba de nexo entre Irán, Siria y
Hezbollah, planeó sangrientos ataques en todo el mundo, incluida la
Argentina. Tan hábil era que, pese a la crueldad y el impacto de sus
actos, pocos fuera de su círculo íntimo sabían cómo era su cara.
Hasta la lista de terroristas más buscados del FBI tenía una foto de él
tomada hace 20 años, después de lo cual se había practicado varias
cirugías estéticas para cambiar su apariencia. La foto de él difundida
ayer es la única que se le conoce en décadas y fue emitida por
Hezbollah, su propio movimiento.
El terrorista era considerado
"una leyenda" por Hezbollah y se cree que le será muy difícil
reemplazarlo, a diferencia de lo que ocurrió en 1992, cuando su anterior
jefe Abbas Musawi fue asesinado y reemplazado enseguida como secretario
general del grupo por el aún más radical Hassan Nasrallah.
La
duda que queda es si Hezbollah responderá ahora con nuevos atentados, lo
que podría suponer un riesgo para la Argentina. Según recordó ayer el
diario israelí Haaretz, "después del asesinato de Musawi en 1992, Mughniyeh respondió con el ataque a un centro judío en Buenos Aires". .
Por Leandro UríaDe la Redacción de LA NACION xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Diario "La Nación". Buenos Aires, Jueves 14 de febrero de 2008
"Me da miedo que haya una venganza"
JERUSALEN (Para LA NACION).- Eli Ben Zeev, de 35 años, había llegado a
la Argentina en 1990 con su esposa Miri y su único hijo, que luego ganó
una hermana. Zeev era el responsable de la seguridad en la embajada de
Israel en Buenos Aires cuando ésta voló por los aires, el 17 de marzo de
1992.
"Una amiga escuchó en la radio que había sucedido algo en
la embajada de Israel. Decidimos irnos para allí. Al llegar a la calle
Arroyo, todos los edificios alrededor estaban llenos de vidrios por las
ventanas destrozadas. A Eli lo encontraron tres días después del
atentado, porque estaba en los pisos de abajo", recordó Miri durante una
entrevista.
Una de las tareas más difíciles, contó, fue darle
la noticia a su hijo, que entonces tenía seis años: "Luego de tres días
de espera, él quería saber dónde papá se había herido. Finalmente le
tuve que decir que su papá había muerto".
Miri volvió a vivir en
Israel, pero regresó dos veces a la Argentina. "Siento que Eli está
allá, en Buenos Aires, que de hecho lo dejamos allí. Cuando fuimos al
cumplirse diez años del atentado, realmente sentí que estaba allí dando
vueltas, en el último lugar donde estuvo vivo", comentó.
Ella
recibió con temor la noticia de la muerte del terrorista Imad Mughniyah,
acusado del crimen a la embajada. "Me da miedo que ahora haya una
venganza y haya otras familias como nosotros. ¿Decir que esto alivia? No
sé. Es bueno que ellos sepan que en algún momento, al final, reciben su
castigo, pero no es por eso que van a parar. Y si Mughniyah no está,
vendrá otro, desgraciadamente, en su lugar", lamentó la viuda. .xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Jueves 14 de febrero de 2008 |
Tras el frustrado ataque contra un dibujante
Publicaron nuevamente las caricaturas de Mahoma
Diarios de Dinamarca defendieron la libertad de expresión
COPENHAGUE.- El temor a una ola de violencia como la que se desató hace
dos años en el mundo musulmán creció ayer luego de que los principales
diarios de Dinamarca volvieron a publicar una de las controvertidas
caricaturas del profeta Mahoma, en defensa de la libertad de expresión.
La reproducción de la viñeta tuvo lugar un día después de que la policía
danesa detuviera a tres personas acusadas de planear el asesinato del
dibujante Kurt Wetergaard, de 73 años, autor del retrato de Mahoma con
un turbante en forma de bomba con la mecha encendida.
La caricatura, originalmente publicada junto a otras once viñetas en septiembre de 2005 por el diario Jyllands Posten, volvió a aparecer ayer en ese medio y en los periódicos Politiken y Ekstra Bladet, entre otros.
También adhirió a la iniciativa el diario Berlingske Tidende , un medio conservador que por primera vez aceptó publicar la polémica caricatura "para respaldar la libertad de prensa".
"La nueva situación con amenazas de asesinato contra un caricaturista
danés exige un claro, inequívoco y activo reconocimiento de que en
Dinamarca no aceptamos limitar la libertad de expresión ni convertirnos
en rehenes del fanatismo religioso", declaró ayer Lisbeth Knudsen, jefa
de redacción del diario.
El diario izquierdista Politiken , en tanto, afirmó en su
editorial que "los planes para matar a Kurt Westergaard no sólo son un
ataque contra el dibujante, sino también un ataque contra la cultura
democrática".
"Independientemente de si el Jyllands Posten utilizó en aquel
momento la libertad de expresión imprudentemente y con consecuencias
dañinas, el diario se merece la solidaridad incondicional cuando se lo
amenaza con el terror", agregó.
Asimismo, por lo menos tres diarios europeos -en Suecia, Holanda y
España- reprodujeron las caricaturas como parte de su cobertura de los
arrestos de anteayer en Dinamarca.
Por otra parte, la prensa de Estocolmo informó ayer sobre planes
descubiertos por el servicio secreto sueco para asesinar al dibujante
Lars Vilks, autor de la viñeta que caracterizó a Mahoma como un perro.
La original publicación de las 12 viñetas de Mahoma desató, a principios
de 2006, una ola de indignación y violentas protestas en el mundo
islámico, que se cobraron la vida de más de 150 personas.
Además, las sucesivas manifestaciones, con quema de banderas
escandinavas desde Marruecos hasta Indonesia, llevaron al boicot
económico de productos daneses en países musulmanes, así como al
incendio de sedes diplomáticas en Damasco y Beirut.
Temen nuevas protestas
La Sociedad Islámica Danesa (SID), de tendencia moderada, difundió ayer
un comunicado en el que si bien dijo respaldar la libertad de expresión
manifestó estupor por el número de medios que decidieron publicar la
caricatura de Mahoma, ya que ello podría conducir a una radicalización
de las protestas.
Según explicó, el temor creció debido a la decisión del gobierno danés
de expulsar a dos de las tres personas detenidas ayer en la ciudad de
Aarhus, ambas de nacionalidad tunecina, acusadas de planear un complot
contra Westergaard.
Por el contrario, el tercer detenido, un danés de 40 años de origen
marroquí, fue liberado ayer tras prestar declaración jurada ante el
servicio secreto danés.
"La SID ha trabajado intensamente para limitar acciones incontroladas en
Dinamarca. En los últimos tiempos habíamos logrado ejercer cierto
control. Pero ahora, si no detenemos estas acciones represivas, como la
deportación de esas dos personas, tememos perderlo", sostuvo el
organismo.
Por su parte, el diario noruego Aftenposten indicó que el
vocero de la mayor organización musulmana en Indonesia, Syaiful Bahri
Anshori, ya alertó sobre nuevas manifestaciones en ese país para
repudiar las viñetas publicadas.
"Estamos furiosos. No comprendemos cómo han podido volver a publicar las
viñetas de Mahoma. ¿Es que acaso esta gente no tiene ningún respeto por
el islam?", dijo Anshori.
La religión islámica prohíbe toda reproducción del rostro de Mahoma,
incluso si es favorable a éste, por considerarlo una blasfemia y por
temor a fomentar la idolatría.
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Agencias AFP, ANSA, DPA y EFE xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Diario "La Nación". Buenos Aires, 14 de febrero de 2008.
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