Diario "La Capital". Rosario, Miércoles, 11 de marzo de 2015
Argentina fabricará aviones no tripulados para cuidar fronteras
El Ministerio de Defensa y la empresa estatal rionegrina Invap acordaron el desarrollo del Sistema Aéreo Robótico Argentino.
Vehículo aéreo no tripulado. Las aeronaves pueden llevar hasta 250 kilos de carga útil y tienen un alcance de 1.200 kilómetros.
El Ministerio de Defensa y la empresa estatal
rionegrina Invap acordaron el desarrollo de Vehículos Aéreos No
Tripulados (Vant) de hasta 250 kilogramos de carga útil y 1.200
kilómetros de alcance, en el marco del proyecto Sistema Aéreo Robótico
Argentino (Sara), que se usarán para tareas de vigilancia en zonas de
frontera y en los límites del mar Argentino, entre otras.
El contrato, publicado ayer en el Boletín Oficial,
establece que la empresa rionegrina será la responsable del diseño y
desarrollo de Vant de Clase II (hasta 50 kilos de carga útil, 12 horas
de autonomía y hasta 150 kilómetros de alcance) y de Clase III (hasta
250 kilos de carga útil, 20 horas de autonomía y hasta 1.200 kilómetros
de alcance), además del desarrollo del paquete de tecnologías
habilitantes para el diseño de un blanco aéreo de alta velocidad.
El proyecto será llevado adelante por Invap e
integrará desarrollos tecnológicos de Fabricaciones Militares, el
Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa
(Citedef), la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (Fadea) y
el Instituto Universitario Aeronáutico de Córdoba, además de incluir
como proveedoras a varias empresas tecnológicas nacionales.
El acuerdo prevé que el desarrollo de estos Vant
incluya todos los sistemas necesarios para su operación y mantenimiento,
y un plazo de trabajo de tres años para la clase II y seis para la
clase III, con un costo total de poco más de dos mil millones de pesos.
Los Vant Clase II utilizarán un motor a pistón de
desarrollo nacional, mientras que los de Clase III serán bimotores y
utilizarán una motorización turbohélice; ambos serán construidos
utilizando materiales compuestos.
Los drones de la Clase II cumplirán con tareas de
vigilancia en zonas de frontera e incorporarán una plataforma de
sensores electroópticos ya desarrollados por Invap para la Armada
Argentina, en el marco del proyecto Sadi (Sistema de Adquisición de
Imágenes).
En tanto, los Vant de la Clase III añaden la
posibilidad de operar más allá del alcance de su estación de control
terrena, a través de enlaces satelitales o utilizando otros vehículos de
la misma clase como retransmisores.
Además, cargarán radares de apertura sintética de
desarrollo local, que le permitirán cumplir con sus tareas primarias en
la vigilancia de los límites del mar Argentino y como complemento de los
radares 3D que se están fabricando en el país, monitoreando los "conos
de sombra" producidos por la propia curvatura de la tierra.
Respecto del desarrollo del paquete de tecnologías
habilitantes para el diseño de un blanco aéreo de alta velocidad (Baav),
destinado al entrenamiento de las Fuerzas Armadas, el contrato
publicado ayer establece el requerimiento de un motor que alcance los
900 kilómetros por hora, sea reutilizable al menos en 20 ocasiones y
esté acondicionado para operar en ambientes navales.
El Baav además deberá poder ser programado y
reprogramado en vuelo, y tener la capacidad de retornar al punto de
origen o abortar su vuelo en caso de perder comunicación o sufrir alguna
falla. El gerente general de Fadea, Tulio Calderón, explicó que "para
la Argentina este proyecto significa el desarrollo propio de un sistema
de tecnologías de avanzada, en este punto el salto tecnológico va a ser
tan fundamental como lo es el avance en materia satelital".
El funcionario analizó que "la mejor manera de
entender la magnitud de este proyecto es no hablar del Vehículo Aéreo No
Tripulado sino pensar en un Sistema Aéreo No Tripulado (Sant), ya que
todos estos robots pueden actuar de manera coordinada con la base en
tierra y entre sí, compartiendo la información que recaban y
retransmitiéndose órdenes de uno a otro".
"Esta primera etapa fijó como requerimientos para el
Sant las tareas de vigilancia, reconocimiento, adquisición de blancos,
búsqueda y rescate, entrenamiento, recolección de datos científicos y
enlace de datos. No se ha incluido el ataque entre las misiones
requeridas en esta fase del proyecto", detalló.
"Fadea va a ser parte fundamental de este proyecto,
de la misma manera que ahora ya estamos trabajando en la certificación
de los Vant clase I (hasta 5 kilos de carga útil, una hora de
autonomía), Lipán y P35, desarrollados por el Ejército Argentino y que
comenzarán a producirse en serie en la provincia de Córdoba", concluyó.
El subgerente general del Invap, Hugo Albani, explicó que "esta
iniciativa tiene un valor muy grande, es un proyecto de seis años y con
una capacidad de derrame muy grande, en definitiva es mucho trabajo para
proveedores nacionales que es donde Invap centra siempre su capacidad
de hacer cosas utilizando la capacidad instalada que el país tiene en
esta materia".
Albani afirmó que "en este caso en particular, a toda
esa tarea que Invap a diario ejerce desde sus 40 años en lo que es el
desarrollo de proveedores locales, ahora se suma la participación de las
Fuerzas Armadas, como el caso de Fabricaciones Militares, Citedef,
Fadea y el Instituto Universitario Aeronáutico de Córdoba, que van a
sumarse a toda esta iniciativa y van a ser parte fundamental en el
desarrollo particularmente del Proyecto Sara". El secretario de Ciencia,
Tecnología y Producción para la Defensa, Santiago Rodríguez, dijo que
"cuando el proyecto Sara finalice su etapa de investigación y
desarrollo, toda la ingeniería y los conocimientos tecnológicos
necesarios para la producción de las clases II y III van a ser
transferidos a Fadea, mientras que los conocimientos requeridos para el
Baav van a ser transferidos a Fabricaciones Militares, y serán ambas
empresas estatales las responsables de su producción, integrando como
proveedoras a empresas Pymes tecnológicas nacionales".
El funcionario apuntó que "el proyecto Sara es
posible porque en Argentina existe una base tecnológica y de
conocimientos con una historia y experiencia muy importantes, pero
también porque en la base está la decisión política de un proyecto de
país que apuesta por el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la
industria nacional".
No hay comentarios:
Publicar un comentario