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sábado, 28 de marzo de 2015

MERCOSUR. 2006 VENEZUELA EL NUEVO SOCIO


Venezuela

El nuevo socio del Sur

Qué le aportará el país caribeño al Mercosur. Hugo Chávez, su protagonismo regional y el acceso a las enormes reservas de petróleo y gas; temores y entusiasmo por el rápido ingreso
Aunque había sido anunciado como una meta para el mediano plazo, el rápido ingreso de Venezuela como miembro pleno del Mercosur causó cierta sorpresa, además de despertar -por igual- temores y entusiasmo. Los temores, relacionados con el protagonismo que pueda tener el líder venezolano Hugo Chávez, cuyas intervenciones en asuntos internos de terceros países ya generaron cortocircuitos en la región. También preocupa la lectura que pueda hacer el gobierno estadounidense del giro adoptado en el proceso integrador sudamericano, que en la reciente cumbre de Córdoba sumó un acuerdo comercial con Cuba, considerada la última dictadura del continente.
El entusiasmo, en cambio, surge de las posibilidades comerciales que se abren en el mercado venezolano y, por supuesto, del posible acceso de los países del bloque a las enormes reservas de petróleo y gas que reposan en el subsuelo de Venezuela. Entre los que se entusiasman con su ingreso se incluyen quienes consideran que ahora los presidentes Luiz Inacio Lula da Silva y Néstor Kirchner podrán equilibrar la influencia regional que venía ganando Chávez. Incluso, creen que por ese motivo a Estados Unidos no le disgustaría tanto la incorporación de Venezuela al bloque. Más aún, si se tiene en cuenta que, al adherir al Mercosur, el país caribeño también se comprometió con la denominada "cláusula democrática", que impide la permanencia en el bloque de aquellos miembros que se alejen de la democracia representativa.
Pero, más allá de las reacciones, ¿qué le aportará Venezuela al Mercosur? "En términos económicos, aporta el tercer PBI de la región (unos US$ 133.000 millones); una tasa de crecimiento anual de 17%, en 2004, y 9%, en 2005; sus grandes reservas de petróleo (79,7 mil millones de barriles de reservas comprobadas), que representan cerca del 7% del total mundial; y una producción de 3 millones de barriles de petróleo por día, lo que pone al país en el 8° lugar mundial. En gas, tiene reservas de 4,3 billones de m3, las más grandes de América del Sur. Con este combustible, Venezuela podría abastecer a nuestro país por más de 55 años, y por más de 38 años si se le suma a Brasil", describió a LA NACION Marcos Sotelo, investigador de la consultora EGES. De hecho, en la reciente cumbre de presidentes en Córdoba -donde se habló como nunca antes de petróleo y gas- fue el mismo Chávez el que aseguró 200 años de petróleo.
Sin embargo, para otros especialistas hay que moderar el entusiasmo energético. "No veo en qué sentido la pertenencia al Mercosur mejora las condiciones de acceder a las reservas venezolanas. Si se trata de petróleo no veo ventajas, sobre todo en un marco en donde no hay perspectivas efectivas de un espacio aduanero unificado. Si se trata de gas, la cuestión central es la infraestructura más que las condiciones de acceso a mercado. Además, sumar PBI o población no es una buena manera de evaluar la eficacia y relevancia de un proceso de integración. Lo que importa es cuán efectiva es dicha integración y qué dirección de largo plazo tiene", afirmó Roberto Bouzas, director de la maestría en Relaciones Internacionales Flacso-Universidad de San Andrés.
En el capítulo comercial, "Venezuela aporta una gran capacidad de compra: el año último importó productos por US$ 22.000 millones; de esa cifra, el Mercosur sólo participó en un 11%", dijo Dante Sica, director de la consultora abeceb.com. Efectivamente, la Argentina participa sólo con un 2%, y Brasil, con un 9% en las compras venezolanas. Pero también es verdad que el intercambio de bienes entre la Argentina y la nación caribeña viene creciendo rápidamente desde 2003 y se espera que su ingreso en el Mercosur acelere ese proceso. Claro que para que haya libre comercio habrá que esperar hasta 2010 -hasta 2014 para los productos sensibles-, cuando se complete el proceso de adhesión.
"Si bien nuestro país sólo representa el 2% de las importaciones venezolanas, el año último las ventas argentinas a ese mercado crecieron el 85,7%, crecimiento que superó al del resto de los países; sólo se acercaron Brasil (60%), México (68%) y China (70%). Además, otro dato importante es la composición de esas exportaciones: más del 42% corresponde a manufacturas de origen industrial y cerca del 49% fueron manufacturas de origen agropecuario", detalló Sotelo. Entre los principales beneficiados estarán los productores de lácteos, ya que Venezuela es uno de los principales clientes de la Argentina en el rubro, concentrando el 27% de las ventas.
"Los sectores favorecidos serían los vinculados a las cadenas agroalimenticias y a algunos rubros del sector industrial. Hay que ver luego la capacidad exportable real de cada empresa, las estrategias de posicionamiento y las alianzas en Venezuela, y la competencia que exista con otras firmas, por ejemplo, brasileñas", apuntó Juan Miguel Massot, economista de la Universidad del Salvador (USAL). Carlos A. Canta Yoy, especialista en aspectos regulatorios del bloque, advirtió que "la industria petroquímica y petrolera venezolanas, principalmente en su exportación a Brasil, pueden causar alguna perturbación y perjuicio a las ventas argentinas de esos sectores al mercado brasileño". Para Alejandro Ovando, director general de IES Consultores, la integración de Venezuela "brinda oportunidades a las economías más industrializadas del bloque, que podrían incrementar sus exportaciones de alto valor agregado; por ejemplo, las ventas de los sectores automotor, autopartes y maquinaria agrícola".
Según Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Nueva Mayoría, "en el campo comercial, algunos productos pueden tener un mejor acceso al mercado venezolano, pero lo más importante para el país no es lo que el acuerdo del Mercosur con Venezuela dice, sino lo que no dice: la importación de gasoil venezolano y la compra de bonos argentinos por parte de ese país".
¿Y por qué Venezuela, un país tradicionalmente integrado al Caribe, decide ahora unirse al área de influencia del Cono Sur? "Se beneficia con un mayor poder de negociación en general, tiene mayor acceso a los dos mercados más grandes de la región y, lo que es más importante aún, adquiere cierto respaldo regional ante los intentos estadounidenses por controlar a Chávez", opinó Sotelo, de EGES.
Por eso, la opinión de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) no es irrelevante. "Para la administración Bush [George W.], los miembros originales del Mercosur son naciones amigas. Pero la relación con Venezuela está pasando por un momento complicado. Y esta ampliación del bloque comercial se traduce en una cierta preocupación que no pasará a mayores en estos momentos", dijo a LA NACION el economista y profesor de la Universidad de California-Los Angeles (UCLA), Sebastián Edwards. El académico ve en América latina "una noción anticuada de integración, basada en el acuerdo del acero y del carbón en Europa Occidental a fines de los años 40".
Otros observadores, sin embargo, consideran que la relación Estados Unidos-Venezuela se parece mucho a un tratado de libre comercio. Y dicen que bastan dos ejemplos: el 80% de las exportaciones venezolanas de petróleo tiene como destino la potencia norteamericana -le vende casi tanto crudo como Arabia Saudita-, y el 31% del equipamiento de todo tipo que la república bolivariana importa llega desde los Estados Unidos.
En este punto, la lectura que hace el director de la revista Archivos del Presente y rector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, Aníbal Yazbeck Jozami, es interesante: "La decisión de integrar a Venezuela es una apuesta al futuro de la región. Se podrá decir que los beneficios de esta acción se verán en el largo plazo. Pero mucho más evidente es que los costos que habría que pagar si se hubiera optado por aislarla serían de dimensiones mayores y de impacto inmediato en toda la región".

Negociaciones

El protocolo de adhesión de Venezuela prevé su incorporación en las negociaciones que el Mercosur lleva adelante con distintos países y bloques, entre otras la que sostiene con la Unión Europea. "Esas relaciones ya estaban suficientemente complicadas en sí mismas como para incluir un actor adicional. Si el Mercosur operara efectivamente como una unión aduanera, incorporar a un miembro adicional implicaría aumentar la dimensión del mercado y, eventualmente, la capacidad de negociación del grupo. Sin embargo, este no es el caso", opinó Bouzas. Para Massot, "es cierto que en esas negociaciones habrá que redefinir algunas cuestiones vinculadas a las propuestas de acuerdo birregional, pero si se encaran sin preconceptos, puede implicar un salto adicional positivo para ambas partes".
Por otro lado, también se debe tener en cuenta cómo se reacomodan los demás países sudamericanos. La mayoría de los expertos consultados cree que, tras la incorporación de Venezuela, llegará indefectiblemente la adhesión plena de Bolivia, actual estado asociado. "Seguramente lo solicitará durante este año", afirmó Sica, de abeceb.com.
"Chile se seguirá manteniendo al margen, como viene siendo su política en los últimos años, y Perú no se incorporará, tanto porque ha firmado un tratado de libre comercio con Estados Unidos como por la relación difícil que tiene el presidente electo, Alan García, con Chávez. En lo que hace a los dos socios menores del grupo regional, Paraguay y Uruguay, en el corto plazo las ventajas comerciales que han obtenido de acceso al mercado venezolano pueden moderar la posibilidad de que abandonen el bloque para buscar un acuerdo bilateral con Estados Unidos. Esto se da, además, cuando Washington no está en condiciones de ofrecer un acuerdo concreto como el que firmó con Chile, dada la debilidad política de la administración Bush y el aumento de la presión proteccionista dentro de su propio país", detalló Fraga.
Edwards, en cambio, sostiene que Estados Unidos aumentará su esfuerzo por lograr acuerdos bilaterales con miembros individuales del Mercosur. "Mi predicción es que más temprano que tarde veremos un acuerdo entre Estados Unidos y Uruguay ¿Será ése el primer clavo en el ataúd del Mercosur? Posiblemente los sea", graficó. Pero para Sica, "el ingreso de Venezuela permite pensar que es posible aprovechar su liquidez para financiar programas que tiendan a alivianar las asimetrías en el Mercosur, lo que seguirá siendo un fuerte reclamo de Uruguay y Paraguay. En ese sentido, el Bono del Sur -que lanzaría junto con la Argentina- podría ser una herramienta".

Surescépticos: los incrédulos de la integración

Durante la reciente cumbre del Mercosur en Córdoba, casi todos los jefes de Estado se refirieron directa o indirectamente a aquellos que no creen en el proceso de integración regional. Y confirmaron con eso que así como en Europa están los euroescépticos, que descreen de los beneficios de un continente unificado, el Cono Sur también tiene sus surescépticos.
Parlamento regional, moneda única (que hasta tiene nombre, el Gaucho), banco de desarrollo, gasoducto... la lista de proyectos es larga. Sin embargo, la realidad indica que lo más elemental, la internalización de los acuerdos del bloque, apenas llega al 47% -promedio- de lo que se firma. Por eso, varios de los expertos consultados por LA NACION se refirieron a las últimas decisiones del bloque en términos muy pesimistas.
"La incorporación de Venezuela alterará poco desde el punto de vista económico para la Argentina y Brasil, pero el Mercosur podrá servir de trampolín para la demagogia de líderes populistas. Por la forma en la que se condujeron las tratativas, los resultados serán frustrantes", opinó María Lucía Pádua Lima, especialista en estudios estratégicos internacionales de la Fundación Getulio Vargas, de San Pablo (Brasil).
"Para avanzar en la integración regional solamente se necesita la voluntad de cumplir lo pactado. Debimos tener un mercado común el 1° de enero de 1995. Luego, debimos tener una unión aduanera el 1° de enero de 2001. Nada de eso hemos tenido ni sabremos cuándo lo tendremos", afirmó Carlos A. Canta Yoy, especialista en aspectos regulatorios del bloque.
Para el analista Rosendo Fraga, "antes de la incorporación de Venezuela, el bloque regional era más bien una unión aduanera imperfecta y un bloque político también imperfecto. Con Venezuela, es posible que ambas imperfecciones se acentúen". .
Por José Crettaz De la Redacción de LA NACION 
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Paraguay aceptó el ingreso de Venezuela en el Mercosur

El Congreso puso fin a su rechazo a Caracas y anuló una declaración contra Maduro

ASUNCIÓN.- La Cámara de Diputados paraguaya finalmente dio ayer marcha atrás con todas las medidas que la enfrentaban con sus socios del Mercosur, aprobó el ingreso de Venezuela al bloque regional y anuló una declaración del año pasado del presidente Nicolás Maduro como "persona no grata".
El respaldo al ingreso de Caracas, por 48 votos a favor, uno en contra y 31 ausencias, resolvió el conflicto jurídico en el que se encontraban Paraguay y Venezuela en relación al bloque desde el año pasado.
Pese a que Venezuela ya forma parte del Mercosur -y en estos momentos es incluso presidente del bloque-, el Congreso paraguayo no había aprobado su ingreso, como requieren los estatutos del grupo para la entrada de un nuevo socio.
Paraguay, que fue suspendido como miembro del Mercosur el 29 de junio del año pasado en "castigo" por la destitución del entonces presidente Fernando Lugo, es, al igual que la Argentina, Brasil y Uruguay, socio fundador del bloque creado mediante el Tratado de Asunción, en 1991.
Los otros tres socios excluyeron a Paraguay al invocar el Protocolo de Ushuaia sobre compromiso democrático, firmado en 1998, que es uno de los pilares jurídicos del bloque junto con el Tratado de Asunción y el Protocolo de Ouro Preto.
Con Paraguay suspendido, la Argentina, Brasil y Uruguay abrieron una vía para la incorporación plena de Venezuela, que estaba bloqueada en el Congreso paraguayo y que se formalizó en una cumbre extraordinaria celebrada en Brasilia.
La adhesión de Venezuela entró en vigor el 12 de agosto del año pasado, después de seis años de espera, debido precisamente a la negativa del Senado paraguayo, dominado por la derecha, que alegaba que el gobierno venezolano no cumplía con los requisitos democráticos del bloque.
La forma como se efectuó el ingreso venezolano motivó críticas de partidos políticos y juristas de la región.
Finalmente, el Mercosur levantó su sanción a Paraguay el 15 de agosto pasado con la asunción del nuevo presidente, Horacio Cartes, que, sin embargo, no anunció el regreso inmediato de su país como miembro pleno al bloque.
Cartes, en defensa de la "soberanía" y la "dignidad" de Paraguay, insistió en que era necesario encontrar un salida "jurídica" al problema creado por la entrada de Venezuela sin la aprobación del legislativo de su país. Como presidente electo, Cartes había solicitado en julio que se le concediera a Paraguay la presidencia temporal del bloque en lugar de a Venezuela. Pero eso no ocurrió.
Una vez en el gobierno decidió que Paraguay no participaría de ninguna reunión del bloque hasta revisar todas las medidas que el Mercosur aprobó durante su ausencia, incluida la admisión de Venezuela.
El 5 de diciembre pasado Cartes envió al Congreso el protocolo de adhesión de Venezuela, pese a que su propia agrupación, el conservador Partido Colorado, se opuso en el pasado a la incorporación.
El Senado lo aprobó por 29 votos a favor, diez en contra, una abstención y cinco ausencias.

Acuerdo

Ayer, tras aprobar el protocolo, los 49 diputados presentes en la Cámara acordaron por unanimidad retirar la declaración de "persona no grata" adoptada en junio del año pasado contra el entonces canciller, Nicolás Maduro, por su supuesta intromisión en los asuntos internos paraguayos durante la crisis política por la destitución de Lugo.
Aquella declaración rechazaba y condenaba "las expresiones" que Maduro hizo cuando el Parlamento paraguayo sometió a juicio a Lugo y lo destituyó del cargo por "mal desempeño" de sus funciones.
La declaración de "persona no grata" fue emitida solo por la Cámara de Diputados, por lo que el Senado no necesita pronunciarse sobre su revocación.
Durante el debate de ayer, la diputada independiente Olga Ferreira criticó a la Cámara baja: "Se arrodilla ante el presidente [Cartes], el día de la vergüenza es hoy. ¿Dónde están las disculpas de Maduro?"
Con la incorporación definitiva de Venezuela, el Mercosur cuenta ahora con una población de 275,1 millones de personas, equivalente al 70% del total de América del Sur, y un PBI de 3,32 billones de dólares (el 83% de la región).
Agencias EFE y AFP.
 

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