La guerra que no termina: duro golpe a la agencia de inteligencia norteamericana
La CIA exageró sobre las armas en Irak
Un informe del Congreso reveló ayer que el organismo sobredimensionó los datos acerca del supuesto arsenal de Saddam
Los senadores concluyeron que fallas de índole analítica llevaron a interpretar mal los datos recogidos
La investigación señala que George W. Bush no estaba al tanto de esos errores
Los senadores concluyeron que fallas de índole analítica llevaron a interpretar mal los datos recogidos
La investigación señala que George W. Bush no estaba al tanto de esos errores
WASHINGTON.- La Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en
inglés) exageró el grado de amenaza que representaban las supuestas
armas iraquíes de destrucción masiva e ignoró evidencia contradictoria
antes de la invasión de Irak en 2003, según un informe de la Comisión de
Inteligencia del Senado difundido ayer.
En un documento de una dureza inédita, la Comisión, formada por
demócratas y republicanos, censuró los datos incluidos en los reportes
de la CIA sobre las supuestas armas de destrucción masiva de Irak, que
no han sido encontradas hasta la fecha, tras más de un año de ocupación.
El documento afirma que la agencia de inteligencia ignoró las dudas sobre los laboratorios móviles de armas biológicas de Irak, uno de los elementos mencionados por el gobierno de George W. Bush para justificar la guerra contra Irak.
Pero, aunque el informe de la comisión compromete a la CIA, la comisión absolvió al gobierno del presidente Bush de cualquier acusación y colocó toda la presión sobre los analistas de la agencia por haber llegado a conclusiones preconcebidas.
El informe, de 500 páginas, expresó que las conclusiones en un documento de inteligencia nacional fechado en octubre de 2002 sobre los programas de armas iraquíes "exageraron o no fueron sustentadas por información de inteligencia subyacente. Una serie de fallos, en especial de índole analítica, condujeron a la mala interpretación de los datos".
Ese informe de 2002 fue usado por la Casa Blanca como piedra fundamental de su justificación para la guerra.
El presidente Bush dijo recientemente que él confió en los informes de inteligencia que sugerían que Irak estaba desarrollando un programa de armas químicas, biológicas y nucleares, y se apoyó en esto para lanzar la invasión, en 2003.
La comisión bipartidista expresó que no había encontrado evidencia de que funcionarios del gobierno hubieran ejercido presión sobre las agencias de inteligencia para que modificaran los datos sobre los programas de armas iraquíes.
La comisión libró específicamente al vicepresidente Dick Cheney, uno de los principales defensores de la invasión de Irak, de la acusación de supuestamente haber tratado de alterar la evidencia para que ésta encajara en la agenda del gobierno.
"La comisión no halló evidencia de que las visitas del vicepresidente a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) fueran para tratar de ejercer presión sobre los analistas, o fueran percibidas como (intentos de) presión por los que participaron en las reuniones sobre los programas iraquíes de armas de destrucción masiva, o que ejerciera presión para que los analistas cambiaran sus evaluaciones", indicó el informe.
Scott Mc Clellan, vocero de la Casa Blanca, dijo que el reporte está esencialmente de acuerdo con lo que el gobierno ha dicho, respecto de que "es necesario adoptar pasos para continuar fortaleciendo y reformando [la capacidad del gobierno] en materia de inteligencia a fin de poder afrontar las nuevas amenazas".
Cultura deficiente
Pero el informe es más pesimista respecto del presente y del futuro de los servicios de inteligencia estadounidenses. En opinión de los senadores, "la mayor parte, si no todo este problema, se derivó de una gerencia y cultura corporativa deficientes, y ni fondos ni personal adicionales lo resolverán".Concretamente, la investigación de la comisión se concentra especialmente y formula reiteradas críticas al director saliente de la CIA, George Tenet, al que acusa de brindar a importantes funcionarios consejos que estaban sesgados en favor del punto de vista de la agencia y de desconocer puntos de vista diferentes que provenían de otras agencias de inteligencia supervisadas por el departamento de Estado y por el Pentágono.
Tenet, quien dice que comunicó a Bush antes de la invasión que era "precipitado" afirmar que Irak tenía tales armas, anunció su renuncia el mes pasado; la dimisión se hará efectiva mañana. El director es también criticado por no revisar personalmente el contenido del discurso sobre el Estado de la Unión que Bush pronunció ante el Congreso en enero de 2003.
Otro de los fallos que destaca el informe es que la CIA no tenía fuentes para recopilar información sobre los programas de armas iraquíes después de 1998, el año en el que los inspectores de armas de las Naciones Unidas fueron expulsados de Irak.
El reporte explica que las agencias de inteligencia estadounidenses confiaron demasiado en servicios extranjeros de espionaje y en disidentes, y no pudieron verificar la confiabilidad de los informes.
Exiliados iraquíes, ansiosos por ver a Estados Unidos invadir a su país, han sido acusados de haber proporcionado información imprecisa. .
Agencias Reuters, AP y EFE
Diario "La Nación". Buenos Aires, 17 de marzo de 2004. |
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