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miércoles, 27 de mayo de 2015

IRAN 2013 Asumió Rohani en Irán y le pidió diálogo al mundo



Cambio de mando / El nuevo gobierno del régimen islámico

Asumió Rohani en Irán y le pidió diálogo al mundo

El clérigo moderado juró ayer como presidente; se espera que impulse la vía diplomática en la disputa nuclear; EE.UU. celebró la disposición a negociar
TEHERÁN.- Hassan Rohani asumió ayer la presidencia de uno de los países que más cortocircuitos tuvieron con Occidente en la última década con un mensaje claro: la única vía para interactuar con Irán será la del diálogo, y no la de las sanciones.
Rohani, que un día antes había prometido una "interacción constructiva con el mundo", precisó que esa relación deberá estar sustentada en la negociación. Estados Unidos, que impuso varias rondas de sanciones al régimen por su polémico plan nuclear, celebró la disposición del nuevo presidente iraní al diálogo.
"El único modo de interactuar con Irán es el diálogo en condiciones de igualdad, confianza y respeto mutuo, sin antagonismos ni agresiones", dijo el clérigo moderado al jurar su cargo de presidente ante el Parlamento.
Y añadió: "Si quieren la respuesta correcta, no hablen con Irán en el lenguaje de las sanciones, hablen en el lenguaje del respeto".
Además de los legisladores iraníes, lo escuchaban representantes de unos 50 países, entre ellos diez presidentes y varios primeros ministros. Según observadores internacionales, esa alta presencia de invitados extranjeros es una muestra del giro que Rohani introducirá en la política exterior de Irán respecto de su predecesor, el conservador Mahmoud Ahmadinejad.
En su media hora de discurso, Rohani no se refirió en ningún momento al programa nuclear, pero las alusiones al diálogo y los reproches a la política de sanciones hicieron que el asunto estuviera en la mente de todos los presentes. Estados Unidos, Israel y la Unión Europea se muestran muy recelosos respecto del programa atómico iraní. Para las potencias occidentales, el programa tiene propósitos militares, algo que han negado reiteradamente las autoridades iraníes.
La reacción de Washington al discurso de Rohani no se hizo esperar. "Si este nuevo gobierno opta por comprometerse seriamente para cumplir con sus obligaciones internacionales y encontrar una solución pacífica al asunto nuclear, hallará en Estados Unidos un socio dispuesto al diálogo", dijo Jay Carney, vocero de la Casa Blanca.
"La asunción del presidente Rohani presenta una oportunidad para que Irán actúe rápidamente y resuelva las profundas preocupaciones de la comunidad internacional sobre el programa nuclear", añadió Carney.
Desde que ganó por un amplio margen en las elecciones de junio pasado, muchos dentro y fuera de Irán vieron en este clérigo moderado, apodado el "jeque de la esperanza", el comienzo de una nueva etapa política en Irán, tras ocho años de férreo conservadurismo. Se espera que el nuevo presidente impulse la vía diplomática en la disputa sobre el programa nuclear iraní.
Con sus primeras declaraciones, Rohani, de 64 años y con gran experiencia en negociaciones internacionales, dejó claro que no seguirá los pasos de Ahmadinejad y que buscará una política más conciliatoria.
Las sanciones de la comunidad internacional están haciendo mella en la economía iraní, al reducir las exportaciones de petróleo (la principal fuente de divisas del país). Para frenar el descontento popular por el deterioro de la economía, a Rohani le interesa sentarse a negociar con Occidente lo antes posible.
Como primera medida, el flamante presidente eligió ayer a los miembros de su gabinete, de marcado carácter tecnócrata. Los nominados deberán recibir ahora la aprobación del Parlamento. El ex embajador de Irán ante las Naciones Unidas Mohammed Javad Zarif sería el próximo canciller. Zarif es un diplomático respetado, bien conocido por altos funcionarios norteamericanos, entre ellos el vicepresidente, Joe Biden, y el secretario de Defensa, Chuck Hagel.
Según varios analistas, la elección de Zarif supone una señal del interés de Rohani por mejorar las relaciones con Washington. "Nadie está más preparado que Zarif para asumir la tarea de poner fin al aislamiento de Irán", dijo Ali Vaez, analista iraní del Grupo Internacional de Crisis.
En todo caso, si Rohani busca un acercamiento a Occidente, deberá contar con la aprobación del líder supremo, el ayatollah Ali Khamenei, de la cúpula clerical y de los Guardianes de la Revolución. El ala ultraconservadora del régimen teocrático, que aún no ha digerido la derrota en junio en las urnas, espera que Rohani cometa pronto algún desliz. "Hay líneas rojas que Rohani no puede atravesar; si el régimen no apoya sus reformas a largo plazo, se convertirá pronto en presidente y líder de la oposición al mismo tiempo", señaló un politólogo iraní que prefirió mantener el anonimato.

Niegan el sobrevuelo al líder de Sudán

  • Las autoridades de Arabia Saudita negaron el permiso de vuelo en su espacio aéreo al avión en que el presidente sudanés, Omar al-Bashir, se dirigía a Irán para asistir a la jura del nuevo mandatario de ese país, Hassan Rohani.
  • Sudán anunció que el avión que llevaba a bordo al presidente, acusado de crímenes contra la humanidad por la Corte Penal Internacional, tuvo que retroceder en su ruta.
  • Sobre el mandatario sudanés pesan tres órdenes de captura de la Corte Penal Internacional por crímenes contra la humanidad y genocidio presuntamente cometidos en la región sudanesa de Darfur, donde se estima que murieron unas 200.000 personas desde 2003.
  • Bashir no viajaba a bordo del avión presidencial, sino en uno de lujo alquilado a una empresa saudita. Debido a esta orden de arresto, al presidente se le negó en el pasado el acceso a Uganda, Sudáfrica, Malaui y Zambia.
Del editor: cómo sigue.
Las intenciones de Rohani de dar vuelta la página son bien recibidas en el exterior, pero para que tengan éxito deberán convencer al frente interno.
Agencias AP, AFP, EFE y Reuters
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La relación con América latina, una prioridad

Rohani dijo que quiere ampliar los lazos; Dilma envió a Patriota
TEHERÁN.- En sintonía con la política exterior de su antecesor, el flamante presidente iraní, Hassan Rohani, dijo ayer que su gobierno buscará extender la cooperación con los países de América latina, donde el régimen tiene importantes aliados.
Rohani se entrevistó ayer en Teherán con el vicepresidente cubano, Ricardo Cabrisas, a quien le expresó el deseo de su país de relanzar los lazos con América latina, y "especialmente con Cuba", informó la agencia estudiantil de noticias iraní, ISNA.
La asunción de Rohani, que relevó en el poder al polémico Mahmoud Ahmadinejad, un asiduo visitante de las capitales que defienden el "socialismo del siglo XXI", también fue aprovechada por Brasil, que en los últimos dos años había enfriado los contactos con Teherán.
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, que estuvo representado por el canciller Antonio Patriota, espera con expectativa un giro hacia la moderación con la asunción de Rohani, según informó ayer la prensa brasileña.
"La decisión de enviar al ministro de Relaciones Exteriores Antonio Patriota es una señal del voto de confianza del gobierno brasileño en Hassan Rohani", analizó el diario Correio Braziliense.
Desde que llegó a la presidencia, en 2010, Rousseff nunca tuvo proximidad con Ahmadinejad, que había visitado al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva en Brasilia, recordó ayer un análisis del diario Correio Braziliense. La presencia de Patriota en Teherán implica un claro mensaje del interés de Brasil de influir en el juego de poder de Medio Oriente y mantener aceitado el vínculo con un país con el cual tiene una "asociación comercial de porte respetable".
Aliados o no, la prudencia, sin embargo, fue el denominador común hacia la nueva administración política de Irán por parte de la región. Ninguno de los presidentes de América latina viajó a Teherán, aunque Nicaragua, Cuba, Venezuela, Brasil y Ecuador enviaron representantes de alto nivel. Además de Cabrisas y Patriota, estuvieron el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, y el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.
A medida que avanzaba su controvertido plan nuclear y Occidente le daba la espalda, Irán inició con Ahmadinejad un acercamiento a la región que dio resultado sobre todo en los países de la Alianza Bolivariana (ALBA), relaciones que elevaron las alarmas de Estados Unidos, que considera a Irán un Estado que patrocina el terrorismo.
Esa presencia estratégica no sólo se limitó a los países de la ALBA (Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador), sino que incluyó también a Brasil y la Argentina, con el que mantiene un espinoso contrapunto respecto del atentado contra la mutual judía AMIA en 1994 y en el que las autoridades judiciales argentinas imputaron a poderosos funcionarios iraníes.
En los últimos cinco años Irán firmó unos 500 acuerdos con seis países latinoamericanos por un total de 40.000 millones de dólares..
Agencias ANSA, EFE y DPA
 

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