Traducir

martes, 29 de septiembre de 2015

VATICANO - EE.UU. 2014 Obama al Papa: “Estar aquí es maravilloso, soy su admirador”




Obama al Papa: “Estar aquí es maravilloso, soy su admirador”

CUMBRE EN EL VATICANO El pontífice argentino lo recibió con un bienvenido en inglés. El mandatario elogió el pensamiento de Bergoglio para luchar contra la desigualdad. Hablaron sobre aborto y la inmigración ilegal en EE.UU.

  • Julio Algañaraz


Hubo grandes coincidencias en los temas sociales más acuciantes de nuestra época y se mantienen las hondas discrepancias en las cuestiones más sensibles de la moral católica que son muy fuertes en Estados Unidos. Nadie podía esperar que de la audiencia de ayer por la mañana en la Biblioteca Pontificia del Palacio Apostólica, reservada para los grandes encuentros políticos e institucionales, surgiera una santa alianza, pero el Papa Francisco y el presidente norteamericano Barack Obama quedaron contentos con el encuentro.
“Es maravilloso estar aquí con usted. Soy su admirador”, le dijo Barack cuando el Papa le dio la mano en la sala del tronito, cerca del escritorio donde dialogaron una hora acompañados por los intérpretes. Eran las 10,26 (cuatro menos en Argentina) y ambos sabían que el diálogo era el acontecimiento mundial de la jornada.
El estadista más poderoso del mundo y el líder religioso cuya popularidad se extiende a la misma velocidad que la revolución que está haciendo en la Iglesia, tenían ganas de entenderse y de reflexionar juntos. Lo hicieron cada uno en su idioma: en la primera cumbre histórica entre las Américas todavía hicieron falta los mediadores para superar la barrera del inglés versus el español. El compromiso común fue la lucha contra la pobreza, las injusticias sociales, el tráfico de personas, la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos.
Ambos repasaron los principales temas internacionales y un comunicado más bien frío del Vaticano señaló que “se manifestó el deseo de que en las zonas de conflicto se respeten el derecho humanitario y el derecho internacional y se llegue a una solución negociada entre las partes interesadas”. Firmada por el Papa y Obama esta frase implica una positiva línea progresista en la política mundial.
En una entrevista que concedió al Corriere della Sera de Milán, Obama dijo que “una de las cualidades que más admiro del Santo Padre es el coraje de hablar sin pelos en la lengua de los mayores desafíos económicos y sociales de nuestro tiempo”. Reconoció que “esto no significa que estamos de acuerdo en todos los temas, pero estoy convencido que la del Papa es una voz que el mundo debe escuchar”. “El Papa nos desafía y yo vengo a escucharlo. Implora que nos acordemos de la gente, de las familias, de los pobres. Nos invita a detenernos y a reflexionar sobre la dignidad del hombre”, añadió.
“El pensamiento del pontífice latinoamericano es precioso para comprender cómo podemos ganar el reto de combatir la pobreza extrema y la desigualdad en la distribución de los ingresos. Con sus continuas palabras sobre la justicia social el Pontífice nos advierte del riesgo de habituarnos a las desigualdades extremas, hasta el punto de aceptarlas como algo normal”, señaló Obama.
Antes que Francisco lo invitara a sentarse frente a él en el escritorio, el Papa declaró un “Welcome mister President”, pero mostraba un rostro serio. Pesaba la necesidad de destacar cuánto importan a la Iglesia las discrepancias. La nota vaticana destacó “la cordialidad” del clima y que ambos abordaron los temas que más han complicado las relaciones entre el presidente y la Iglesia norteamericana.
Bergoglio defendió ante Obama el derecho de los norteamericanos a la objeción de conciencia por el aborto. La Iglesia de EEUU ha condenado la reforma sanitaria adoptada por el presidente porque sostiene que afecta la libertad y los derechos religiosos. La reforma crea problemas de objeción de médicos y paramédicos católicos. También la Iglesia está en contra del reembolso a los empleados por el uso de píldoras abortivas y anticonceptivos.
Pero en el encuentro a solas, Francisco y Obama coincidieron en otro tema importante: erradicar el tráfico de seres humanos en el mundo. El fenómeno afecta a los latinoamericanos que entran ilegalmente en EE.UU. y la gran mayoría de ellos son católicos.
La reforma migratoria afecta a unos 11 millones de latinos. Algunas delegaciones estuvieron el miércoles en la audiencia general. Padres latinoamericanos sin derecho de residencia con hijos norteamericanos pidieron al Papa que fuera su vocero de justicia ante el presidente Obama.
El hombre de Washington anunció ayer oficialmente la invitación a Francisco a visitar EE.UU. “La gente enloquecería por ver al Papa”, dijo Obama en una rueda de prensa. Es probable que Francisco viaje a Filadelfia el año próximo para presidir la Jornada Mundial de las Familias y que extienda su visita a EEUU. El presidente dijo que en el diálogo “nos concentramos en Medio Oriente, pero también en Siria, el Líbano y la persecución de los cristianos”. Concluyó que “Su Santidad tiene la capacidad de abrir los ojos a la gente y que vean el problema más grave, porque el peligro es la indiferencia y el cinismo cuando se trata de ayudar a los menos afortunados”.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

No hay comentarios:

Publicar un comentario