Diario "La nación". Buenos Aires, 19 de noviembre de 2014.
Al menos seis personas murieron en un atentado a una sinagoga en Jerusalén
Dos
hombres atacaron con "hachas, cuchillos y una pistola" a fieles
reunidos en una sinagoga de Jerusalén Oeste y luego fueron abatidos por
la policía; el presidente palestino condenó el hecho y Netanyahu
advirtió que Israel responderá "con mano de hierro"
DIARIO "La Nación". Buenos Aires,Martes 18 de noviembre de 2014 • 10:02
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JERUSALÉN.-
En el ataque más mortífero de los últimos años contra la Ciudad Santa,
cuatro personas murieron y nueve resultaron heridas hoy en un atentado
contra una sinagoga en Jerusalén, Israel. Los atacantes, dos hombres
palestinos que atacaron con "hachas, cuchillos y una pistola" a un grupo
de fieles, fueron abatidos, según fuentes policiales.
Los atacantes irrumpieron en la sinagoga Kehilat Yaakov, del barrio ultraortodoxo de Har Nof, y atacaron a los fieles cuando rezaban.
La primera víctima identificada fue el rabino Moshe Twersky, de 60 años, que era decano de una escuela religiosa judía que dicta sus clases en inglés, según el diario local Jerusalem Post.Los otros tres fallecidos también son rabinos: Aryeh Kopinsky (43), Avraham Shmuel Goldberg (58) y Calman Levine (50), todos vecinos del barrio Har Nof. Según las primeras informaciones, uno de ellos es ciudadano británico y tres, estadounidenses, aunque todavía no fue confirmado por las respectivas embajadas.
La policía israelí lo describió como atentado terrorista y dijo que los agresores palestinos eran dos primos de Jerusalén Este. El jefe policial Yochanan Danino dijo que aparentemente se trató de un ataque de "lobos solitarios", es decir, terroristas sin afiliación a algún grupo, pero aclaró que la investigación sigue en curso.
"Intenté escapar. El hombre con el cuchillo se me acercó. Había una silla y una mesa entre nosotros (...) mi chal de orar se enganchó. Lo dejé allí y escapé", dijo Yossi, que estaba rezando en la sinagoga cuando se produjo el ataque, al Canal 2.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas , condenó "la muerte de fieles que oraban en una sinagoga" y al mismo tiempo "la muerte de civiles del lado que sean".
"Pedimos el fin inmediato de las acciones [israelíes] dentro de la mezquita de Al-Aqsa [tercera en la jerarquía del Islam] y el fin de las provocaciones del gabinete de ministros israelí", agregó.
"Mano de hierro"
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu , advirtió que Israel reaccionará "con mano de hierro a este cruel asesinato de judíos que acudieron a rezar y fueron asesinados por asesinos despreciables''.En un comunicado, Netanyahu afirmó que el ataque contra la sinagoga es "el resultado directo" de "la incitación a la violencia" de Hamas y de Abbas.
El premier anunció que esta tarde mantendrá "consultas sobre seguridad" y denunció a la comunidad internacional "que da muestras de irresponsabilidad, ignorando estas incitaciones a la violencia".
Una de las primeras medidas que tomó el gobierno israelí fue la de levantar algunas restricciones al porte de armas para reforzar la autodefensa.
"Levantaré en las próximas horas algunas restricciones al porte de armas", afirmó el ministro de Seguridad Interior, Yitzhak Aharonovich. Según él, esta medida afectará a los israelíes que tengan licencia de armas como los oficiales del ejército fuera de servicio, "o los guardias de escuela o de guarderías", que podrán llevárselas a casa.
El motivo
El ataque es una "respuesta al asesinato del mártir Yusef Ramuni", un conductor de autobús palestino hallado muerto el domingo en su vehículo en Jerusalén Oeste, afirmó Hamas.La policía israelí concluyó que se trataba de un suicidio, contrariamente al médico forense que examinó el cuerpo de Ramuni, un palestino de Jerusalén Este de 32 años.
Ramuni, padre de dos niños, era un hombre "feliz", afirmó su familia que rechazó tajantemente la tesis del suicidio.
El hallazgo del cuerpo de Ramuni había aumentado aún más la tensión en Jerusalén, que desde junio pasado registra un ciclo de violencia sin fin entre israelíes y palestinos.
A comienzos de julio, extremistas judíos habían quemado vivo a un adolescente palestino de Jerusalén Este, para vengar la muerte de tres israelíes.
Desde entonces, la Ciudad Santa entró en un ciclo de violencia, con enfrentamientos nocturnos cotidianos en la parte oriental y palestina de la ciudad, anexada por Israel.
La escalada franqueó una nueva etapa hace un mes cuando un palestino embistió con su automóvil una estación de trenes. Otros dos palestinos siguieron su ejemplo con sendos ataques mortíferos en Jerusalén y Cisjordania ocupada. Después tuvo lugar una serie de ataques con puñales que llegó a las calles de Tel Aviv.
Reacciones
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, condenó el atentado tachándolo de acto de "puro terror y de brutalidad sin sentido" y exhortó a los dirigentes palestinos a denunciar el ataque.Por su parte, el presidente francés, François Hollande , denunció "enérgicamente el odioso atentado" y también a los "que celebraron ese acto".
El primer ministro británico, David Cameron , escribió en su cuenta de Twitter: "Estoy horrorizado por horrendo ataque de hoy contra los fieles en una sinagoga de Jerusalén".
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Jerusalén se hunde en el horror: cinco muertos en una sinagoga
Dos
extremistas palestinos atacaron un templo de un barrio ultraortodoxo
durante el rezo y mataron a cuatro fieles, además de a un policía que
los enfrentó; Netanyahu prometió "mano de hierro"
Diario "La Nación". Buenos Aires, Miércoles 19 de noviembre de 2014
JERUSALÉN.- Ningún lugar es sagrado para la escalada de violencia en esta ciudad venerada por tres religiones, que después de varios meses de tensiones ayer vivió el atentado
con más muertes registrado en los últimos años: el asesinato de cuatro
judíos en una sinagoga por dos palestinos fuertemente armados que
atacaron a discreción, y de un policía que los enfrentó.
El
atentado tuvo lugar a las siete de la mañana, mientras una veintena de
fieles rezaban en un templo del barrio ultraortodoxo de Jar Nof, del
oeste de la ciudad. Las víctimas fueron tres norteamericanos y un
británico que emigraron a Israel y tenían doble nacionalidad; en tanto
que los atacantes fueron identificados como Uday y Ghasan Abu Jamal, dos
primos del barrio de Jabel Mukaber, del otro lado de la ciudad.
Cargaban armas blancas y una pistola con las que sembraron la muerte en
una jornada que dejó otros ocho heridos y que se atribuyó el Frente
Popular para la Liberación de Palestina. Ambos fueron abatidos al
enfrentarse con la policía, que perdió un agente.Las imágenes difundidas por el ejército israelí mostraban a un hombre muerto con un chal de oración judío, un cuchillo de carnicero ensangrentado en el suelo y varias mesas de oración volcadas y cubiertas de sangre. "Oí disparos. Todos los fieles se tiraron al piso y entonces vi entrar a dos terroristas. Uno tenía un arma. Los dos se pusieron a correr a la gente con hachas", dijo Yizhak Hesh, que sobrevivió al ataque.
"Miré y vi a alguien disparando a la gente a quemarropa. Después alguien llegó con lo que parecía un cuchillo de carnicero y se volvió loco", dijo otro testigo, Yosef Posternak.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que su gobierno reaccionará "con mano de hierro a este asesinato de judíos" y ordenó que las casas de los asaltantes sean destruidas.
La muerte en un lugar de culto echó más leña al fuego en una ciudad donde, desde julio pasado, se registra una fuerte tensión entre árabes e israelíes, en particular por el acceso y uso de la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado del islam, llamado también Monte del Templo por la tradición judía y situado en la Ciudad Vieja.
También en julio, extremistas judíos quemaron vivo a un adolescente palestino para vengar la muerte de tres jóvenes israelíes. Desde entonces se registran enfrentamientos nocturnos cotidianos en la parte oriental y de mayoría palestina de la ciudad, donde los jóvenes se enfrentan con piedras a los policías.
La escalada franqueó una nueva etapa el mes pasado, cuando un palestino embistió con su coche una estación de tranvía y causó la muerte de un bebe de tres meses. Otros dos extremistas palestinos siguieron su ejemplo con ataques en Jerusalén y Cisjordania. También en Cisjordania, colonos israelíes le prendieron fuego a una mezquita en un acto vandálico que no dejó víctimas.
"Hay quien nos quieren echar de nuestro país y de nuestra capital, no lo van a conseguir. Estamos en un combate por Jerusalén, nuestra capital eterna", dijo ayer Netanyahu. Israel considera Jerusalén su capital "eterna e indivisible", a pesar de que la comunidad internacional no la reconoce y de que los palestinos reclaman al menos el sector oriental como capital de su futuro país.
En la Franja de Gaza, escenario de la guerra que dejó más de 2000 muertos a mediados de año, el ataque fue saludado como un "acto heroico" por el movimiento islamista Hamas. El vocero Mushir al-Masri dijo que se trataba de una "reacción natural" en venganza por la muerte de un chofer palestino que apareció el domingo colgado dentro de su colectivo. Y como suele suceder en esta espiral inagotable, hubo dos explicaciones del mismo hecho: para los israelíes, fue un suicidio, y para los palestinos, un asesinato.
Netanyahu dijo que el atentado fue el "resultado directo de la incitación" encabezada por Hamas y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Sin embargo, Joram Cohen, jefe de los servicios secretos israelíes, el Shin Bet, negó que Abbas siguiera una retórica incendiaria. "No le interesa el terrorismo y no está incitando a la violencia, aunque una parte de la opinión pública entienda así sus declaraciones", señaló.
El propio Abbas condenó los asesinatos de la sinagoga, aunque culpó de la violencia a las redadas israelíes en mezquitas, a las provocaciones de los colonos y a la incitación de ministros israelíes de línea dura.
Agencias AFP, DPA, AP, EFE y Reuters
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Las claves de una lucha sin fin por la Ciudad Santa
Jerusalén es uno de los temas más polémicos entre israelíes y palestinos
Diario "La Nación". Buenos Aires, Miércoles 19 de noviembre de 2014
En
disputa desde la creación del Estado de Israel, en 1948, israelíes y
palestinos no logran llegar a un acuerdo para la convivencia en la
Ciudad Santa. Unos y otros la reivindican como capital de su Estado. Y
periódicamente estallan las tensiones por la superioridad demográfica y
el control de los lugares santos.
-¿Cómo y cuándo comenzó el último conflicto en Jerusalén?-La última crisis estalló en junio a partir de la desaparición y el asesinato de tres estudiantes judíos en un bloque de colonias en Cisjordania. A esto siguió el asesinato de un adolescente palestino de Jerusalén Este por radicales judíos que actuaron en represalia. Desde entonces, se registran enfrentamientos nocturnos cotidianos en la parte oriental y palestina de la Ciudad Santa, anexionada por Israel.
-¿Y cómo se relaciona esto con la guerra en Gaza que estalló en julio pasado?
-El gobierno israelí culpó a la organización extremista palestina Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza, por la muerte de los estudiantes judíos, e inició bombardeos y luego una ofensiva terrestre en la Franja. La guerra se extendió durante 50 días y en ella murieron 2143 palestinos y 71 israelíes.
-¿Cuál es el estatus legal de Jerusalén?
-El conflicto entre Israel y los palestinos es fundamentalmente por la parte oriental de la ciudad, conquistada en 1967 por las fuerzas israelíes. En ese sector, Palestina pretende establecer su capital. Pero Israel considera la ciudad un todo unificado y un mismo municipio, y la declara su capital "eterna e indivisible". La anexión de Jerusalén Oriental fue rechazada por la resolución 478 del Consejo de Seguridad y, en señal de protesta, los Estados miembros de las Naciones Unidas trasladaron sus embajadas a Tel Aviv.
-¿Cuál es el porcentaje de musulmanes y judíos en Jerusalén?
-Estimar la población de la Ciudad Santa es un tema extremadamente controvertido por sus implicancias políticas. Y la "batalla demográfica" no es inferior al conflicto armado debido a que por el alto índice de natalidad entre los musulmanes su número de residentes crece a un ritmo mayor que el de los judíos, que intentan compensarlo mediante el establecimiento de "colonos". En diciembre de 2007, toda Jerusalén tenía una población de 747.600 habitantes: 64% judíos, 32% musulmanes y 2% cristianos. Pero en el sector oriental de la ciudad la proporción en diciembre de 2008 era diferente: 43% de judíos y 57% de musulmanes.
-¿Cómo es la convivencia de judíos y musulmanes en la Ciudad Santa?
-Toda la ciudad está bajo control militar israelí. En tiempos de relativa tranquilidad, tanto musulmanes como cristianos pueden acceder con cierta libertad a sus sitios sagrados. Pero en momentos de conflicto los israelíes suelen bloquear o intensificar los controles en el acceso a la Explanada de las Mezquitas.
-¿En qué estado se encuentran las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos?
-El diálogo está suspendido desde abril pasado, cuando Estados Unidos fracasó en su mediación. A esto se sumó en junio la asunción de un gobierno de unidad palestino que acercó posiciones entre los extremistas de Hamas en Gaza y el presidente palestino, Mahmoud Abbas. Israel repudió ese acuerdo.
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La elite religiosa, por la paz en Medio Oriente
LA NACION
Miércoles 19 de noviembre de 2014
VIENA.-
Una ofensiva sin armas para contener la amenaza de Estado Islámico (EI)
en Medio Oriente comenzó a tejerse ayer en la capital austríaca.
Mientras
otro baño de sangre manchaba a Jerusalén y volvían a escucharse las
voces belicistas (ver aparte), en los pasillos de un hotel de Viena no
había ministros de Defensa, militares o agentes de inteligencia. Sí
religiosos de varios credos que charlaban, debatían y discutían a
instancias del Kaiciid (King Abdullah Abdulaziz International Centre for
Interreligious and Intercultural Dialogue), que promueve el diálogo
entre las religiones y, en estos momentos, se enfoca en el apoyo a la
diversidad cultural y religiosa en Siria e Irak.Durante agotadoras 48 horas, líderes católicos, cristianos, ortodoxos, judíos, musulmanes, budistas e hinduistas buscan alternativas pacíficas para aislar y dejar morir la maquinaria de muerte de los islamistas de EI que arrasa con toda oposición en amplios territorios sirios e iraquíes desde la imposición de un califato.
La presencia de una buena parte de la elite religiosa global hizo inevitable que se hiciera referencia al atentado en una sinagoga en Jerusalén y sus posibles consecuencias, y a la decapitación de otro rehén por parte de EI.
El encargado de transmitir el mensaje fue el metropolitano Emmanuel Adamakis, del Patriarcado de Constantinopla: "Este fin de semana y esta mañana [por ayer], otra decapitación y las muertes en Jerusalén nos llenan de tristeza y pena. Más cuerpos, más violencia. ¿Hasta dónde llegará esta violencia? No permitamos que el terror y la violencia nos detengan".
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