Los grupos islamistas resisten la feroz ofensiva del gobierno de Irak
Al-Qaeda aún controla Fallujah, a 70 kilómetros de Bagdad, pese a los combates y los bombardeos del ejército
Diario "La Nación". Buenos Aires, Domingo 05 de enero de 2014
BAGDAD.- Las banderas de la red Al-Qaeda flameaban ayer en
lo alto de los edificios de la ciudad de Fallujah, que luego de varios
días de combates sigue bajo control total de combatientes islámicos,
pese a la ofensiva del gobierno -incluso con bombardeos- para recuperar
la ciudad, a sólo 70 kilómetros de Bagdad.
Mientras que el primer
ministro iraquí, Nouri al-Maliki, prometió una victoria en los
enfrentamientos, Fallujah está en manos del grupo armado. "Está bajo
control del Estado Islámico en Irak y Siria [EIIS], aunque los sectores
alrededor de Fallujah están en manos de la policía local", dijo una
fuente de los servicios de seguridad. Pero el grupo extremista, afiliado
a Al-Qaeda, fue más allá de la intervención militar y le dio un
simbolismo político a la captura de la ciudad, al designar un gobernador
y declararla "estado islámico"."Todo está muerto, como en una ciudad fantasma", resumió un poblador de Fallujah, luego de escapar de la brutalidad terrorista y del fuego cruzado. "Todos los negocios están cerrados y por las calles no se ve a nadie, sólo a extremistas."
Según testigos, luego de varios días de combates la situación se inclinó a favor de los integristas a partir de anteayer, cuando cientos de hombres armados acudieron a la tradicional oración semanal en el centro de Fallujah. Varios de ellos subieron al estrado, donde el imán dirigía la oración, con banderas de Al-Qaeda, y uno arengó a la población a apoyarlos en su lucha contra las tropas del ejército iraquí.
Los combates de Fallujah son parte de una insurrección más amplia que corroe el control del gobierno iraquí sobre la provincia occidental de Anbar, que ocupa el 30% del territorio nacional, y de la que Fallujah y la cercana Ramadi son sus centros urbanos. Ambas ciudades son, a la vez, el centro de los feroces enfrentamientos entre Al-Qaeda y el ejército en esta disputa por el dominio de la región.
La violencia recrudeció esta semana, desde que el lunes las fuerzas de seguridad desalojaron en Ramadi un campamento de manifestantes sunnitas contra las autoridades de Bagdad, que protestaban por la discriminación de que se sienten objeto por el gobierno chiita. El operativo caldeó los ánimos de la zona y atrajo a las dos ciudades a brigadas islamistas, listas para lucrar en río revuelto y entrar en acción.
Fallujah, que luego de los primeros choques parecía encaminada a la expulsión de los terroristas, vivió un inesperado reflujo de las fuerzas invasoras. "La policía y el ejército abandonaron la ciudad. Al-Qaeda quitó las banderas iraquíes, las quemó y erigió sus propias banderas en todos los edificios", señaló el diario The Washington Post.
Los combatientes de Al-Qaeda se hicieron de nuevos armamentos, al incautarse de equipos militares suministrados por la armada de Estados Unidos a la policía de la región. Un botín explosivo que hizo la presencia invasora aún más inquietante en un clima desolador. Algunos residentes se encerraron en sus casas y otros huyeron a toda marcha de los barrios más conflictivos o, incluso, de la ciudad. La electricidad estaba completamente cortada y los grupos electrógenos no funcionaban por falta de combustible.
La mayoría de los combates de ayer se libraron en una ruta que une la ciudad con Bagdad. "No vamos a dar un metro del suelo hasta que hayamos vencido a todos los grupos terroristas y llevado a un lugar seguro a la gente de Anbar", advirtió Al-Maliki.
La que se libró del terrorismo por el momento es Ramadi, el otro escenario clave por el dominio de Anbar. Las fuerzas de la policía y de las tribus sunnitas de la región, aliadas al gobierno, "controlan la mayoría de los sectores y la ciudad está tranquila", dijo un jefe de policía. Y agregó: "Se registraron pocos combates". De hecho, fueron dos operativos en los que murieron 55 insurgentes islamistas.
Asedio en Egipto a los Hermanos
La represión del gobierno egipcio contra los Hermanos Musulmanes, declarado el mes pasado "grupo terrorista", se cobró anteayer la vida de otros 17 seguidores de esa formación política en nuevos choques con la policía. Además, 235 seguidores de los Hermanos fueron detenidos por supuesta posesión de bombas y armas de fuego.Agencias AFP, ANSA, DPA y Reuters
No hay comentarios:
Publicar un comentario