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sábado, 23 de mayo de 2015

PUERTO RICO. 2013 BUSCA CONVERTIRSE EN UN NUEVO PARAÍSO FISCAL

iECO. Diario "Clarín". Buenos Aires, 31 de marzo de 2013.

Puerto Rico busca convertirse en un nuevo paraíso fiscal

LA EVASION EN EL MUNDO REFUGIOS PARA EL DINEROConocida por sus playas doradas y su increíble ron, la isla está haciendo una campaña para atraer a ricos que quieren eludir impuestos en sus lugares de origen. Surge un nuevo competidor para Irlanda, Singapur, Suiza y otros santuarios offshore.

  • THE NEW YORK TIMES

Conocida por sus playas de arenas blancas y su ron, Puerto Rico aspira a un nuevo título: el de refugio fiscal para ricos.
Desde comienzos de año, la isla realiza una campaña para promocionar los incentivos fiscales que se sancionaron el año pasado, junto con la existencia de bellas playas, escuelas privadas y bajos costos, con la idea de atraer a gestores de hedge funds y empresarios.
Hasta ahora, el intento de Puerto Rico ha atraído a un puñado de millonarios no muy notables. Varios ejecutivos estadounidenses, básicamente de empresas financieras chicas, dijeron que ya se han mudado a la isla, y las autoridades portorriqueñas dicen que están procesando otras 40 solicitudes, todas de estadounidenses.
El ahorro impositivo podría ser “de hasta seis cifras” por año, dice Barry Breeman, un estadounidense que se está mudando. Breeman es cofundador de Caribbean Property Group, una inmobiliaria de Nueva York con negocios en la isla.
Con los millonarios está todo bien, pero las autoridades de Puerto Rico aspiran a captar a los ultramillonarios, como John A. Paulson, el gestor de fondos de inversión que, según dijo este mes Bloomberg News, está considerando mudarse.
Por esa nota, Paulson emitió un inusual comunicado, negando que fuera a mudarse (aunque lo consideró, dicen personas interiorizadas de sus planes).
Si no a Paulson, el gobierno y los inmobiliarios de la isla esperan venderles a otros estadounidenses ricos del continente la idea de que esta será la próxima Irlanda o la próxima Singapur: un destino de tributación favorable. Puerto Rico está más cerca y, comparado con Irlanda, decididamente es más cálido. Y a diferencia de Suiza y otros paraísos, en Puerto Rico los estadounidenses no necesitan renunciar a su nacionalidad.
“No hay nada de ilegal en pasarse 183 días al año en un barco y trabajar desde aquí”, dice Alberto Bacó Bagué, el secretario de Desarrollo Económico y Comercio de la isla.
Puerto Rico integra el commonwealth de los Estados Unidos, pero a los efectos fiscales tiene un trato aparte. La mayoría de los residentes, con la excepción de los empleados federales, ya no pagan impuesto a las ganancias. Hace falta pasar 183 días al año en la isla para convertirse en residente legal. Las nuevas desgravaciones constituyen una vuelta más en la tradición de la isla de usar ventajas impositivas para fortalecer la economía. El ingreso per cápita de Puerto Rico ronda los US$15.200, la mitad que el de Mississippi, que es el estado más pobre de los Estados Unidos. En 2006, un incentivo anterior que eximía a las empresas estadounidenses de pagar impuestos sobre las ganancias realizadas cuando fabricaban en Puerto Rico fue interrumpido; según el congreso estadounidense, el incentivo alentaba la evasión.
Las nuevas desgravaciones marcan un cambio radical, ya que se centran en los servicios financieros legales y otros, no en la manufactura. Puerto Rico bajó de 33% a 0% los impuestos a los intereses y dividendos, y de 10% a 0% sus impuestos a las ganancias de capital, una importante fuente de ingresos para gestores de fondos de riesgo.
Bacó, el funcionario de desarrollo portorriqueño, proyecta un road show por la costa este el mes próximo para atraer a firmas financieras y jurídicas y a individuos ricos a que se muden a Puerto Rico.
Las agresivas excepciones fiscales hacen de Puerto Rico una versión corregida y aumentada de Florida, que no cobra a los individuos tasas sobre ingresos ordinarios.
Florida ya consiguó a un pez gordo: Edward S. Lampert, de ESL Investments, mudó el año pasado su oficina central de Greenwich, Conn., a las cercanías de Miami.
Los intentos de Florida y Puerto Rico por “venderse” caen en terreno fértil gracias al creciente descontento de los ricos que se sienten demonizados por los políticos o consideran que son objeto, injustamente, de aumentos de impuestos desproporcionados. En un caso que tuvo mucha publicidad, el actor Gérard Depardieu, enojado con el proyecto del gobierno francés de subir a 75% los impuestos de los ricos, aceptó un pasaporte del presidente ruso Vladimir Putin. Rusia tiene una tasa plana del 13%.
Pero una mudanza a Puerto Rico puede ser más fácil de decir que de hacer. En privado, algunos abogados y contadores de EE.UU. admiten que les preocupa que los individuos que se muden a la isla por menores impuestos puedan parecer “poco patrióticos” en momentos en que las autoridades están poniendo cada vez más la mira en la evasión de impuestos que se realiza a través de Suiza, Israel y Singapur.
Puerto Rico viene de varios años de recesión. Su desempleo, de más del 13%, supera mucho el promedio nacional. En diciembre, Moody’s le bajó la calificación de su deuda a sólo un escalón por encima de basura; y en un reciente boletín, Breckenridge Capital Advisors dijo que la isla “coquetea con la insolvencia”. La isla tiene el fondo de pensión más débil de los EE.UU. y algunos estiman que podría quedarse sin dinero en 2014.

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