Miércoles 31 de mayo de 2006 |
Desató otra polémica
Fallaci dijo que quiere volar una mezquita
ROMA.- Oriana Fallaci vuelve a dar que hablar. En un extenso artículo de
The New Yorker, uno de los más prestigiosos semanarios del mundo, la
escritora y periodista florentina dijo de todo: desde que Romano Prodi y
Silvio Berlusconi son "dos imbéciles" hasta que volaría con explosivos
una mezquita que se está construyendo cerca de la casa de campo que
tiene en Colle Val D Elsa, en la Toscana.
Fallaci -que está por cumplir 77 años, padece cáncer desde hace diez y
vive la mayor parte del tiempo en Nueva York- jamás otorga entrevistas.
En el artículo de diez páginas titulado "La agitadora", no obstante, se
expresa con su estilo combativo de siempre a través de correos
electrónicos y de algunas charlas que mantuvo en su casa con la autora
de la nota, la periodista Margaret Talbot.
Fallaci, que después del 11 de septiembre de 2001 escribió una trilogía que fue best-seller, pero que la convirtió en la enemiga número uno de los pacifistas y de los árabes, vuelve en esta entrevista a ser durísima con el islam y dice lo que piensa sin rodeos.
Por ejemplo, que se opone al aborto, "salvo que fuera violada por [Osama] Ben Laden o [Abu Musab al] Zarqawi", el jefe de Al-Qaeda en Irak. Además, advierte una vez más sobre el riesgo de que Europa se vuelva "Eurabia" -es decir, una colonia del islam-; define "el islamismo como el nuevo nazifascismo" con el cual "no es posible compromiso alguno", y al tocar el tema de la construcción de una mezquita cerca de su casa de la Toscana lanza una nueva provocación.
"No quiero ver esta mezquita. Queda muy cerca de mi casa en Toscana. No quiero ver un minarete de 24 metros en el paisaje de Giotto, cuando yo en sus países no puedo ni siquiera ponerme una cruz o llevar una Biblia", afirma. "Si estoy todavía viva, iré a lo de mis amigos de Carrara, la ciudad de los mármoles. Ahí son todos anarquistas, con ellos agarro los explosivos y la vuelo por el aire", ataca.
La frase provocó gran clamor en Italia. El líder de la comunidad islámica que curó el proyecto del templo en cuestión, Feras Jabareen, optó por el perfil bajo y dijo que "es mejor callar, no ponerse en el mismo plano de quien se expresa de esa forma".
Paolo Brogioni, el alcalde de Colle Val D Elsa, cerca de Siena, en cambio, acusó a Fallaci de "ser una violenta que no acepta el diálogo" y recordó que se trata de un proyecto cultural que no prevé una mezquita de 24 metros, sino una torre de ocho. .
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