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sábado, 25 de julio de 2015

VATICANO. Sorpresa y críticas por la "cruz comunista"

Sorpresa y críticas por la "cruz comunista"

LA PAZ.- La polémica estalló ayer por un crucifijo tallado en madera sobre una hoz y un martillo que el presidente de Bolivia, Evo Morales, entregó al papa Francisco. El símbolo comunista, reproducción de una obra realizada por un sacerdote asesinado durante la última dictadura boliviana, no estaba previsto en el tradicional intercambio de regalos.
"Sólo en Bolivia se regala un Cristo crucificado en una hoz y un martillo, ¡símbolo del comunismo ateo!", dijo en Twitter la ex parlamentaria opositora Alejandra Prado.
En tanto, el obispo de San Sebastián (España), José Ignacio Munilla, dijo: "El culmen de la soberbia es manipular a Dios al servicio de ideologías ateas".
El intercambio se dio en La Paz durante la visita que realizó Francisco al Palacio Quemado, sede del gobierno boliviano, anteayer. Pero el crucifijo, que no estaba previsto en el programa, generó la sorpresa del Pontífice. El encargado de ceremonial del Vaticano, monseñor Guillermo Karcher, reprodujo en su cuenta de Twitter la frase "eso no está bien", que el Papa habría dicho al recibir el regalo.
Sin embargo, Federico Lombardi, vocero del Vaticano, no confirmó esta versión y señaló que Francisco "no tuvo una particular reacción negativa" al crucifijo. "No hay confusión entre fe e ideología, no es un símbolo de interpretación marxista, sino de diálogo y libertad", agregó, y reconoció que no esperaban el regalo ni conocían su historia.
Para el diputado opositor Bernard Gutiérrez, el crucifijo "ha generado una reacción adversa. La expresión del Papa al recibir el regalo lo dice todo, y eso también está circulando por el mundo".
La historia de la "cruz comunista", como se la bautizó en las redes sociales, está ligada a la del sacerdote jesuita español Luis Espinal Camps, que fue asesinado por paramilitares en La Paz en 1980, durante la última dictadura boliviana. Fue el sacerdote quien talló el crucifijo original, que se encuentra en la sede de la Compañía de Jesús en la capital boliviana.
A su llegada a Bolivia, el Papa se detuvo a rezar por Espinal Camps en el lugar donde se halló su cuerpo.
Agencias EFE y AFP.

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