Martes, 21 de julio de 2015
EEUU y Cuba normalizaron sus relaciones luego de 54 años condenado.
John Kerry y su par cubano destacaron el avance alcanzado. Cuba reabrió ayer su embajada en Washington con una lucida ceremonia. Luego los dos cancilleres se reunieron en el Departamento de Estado.
Un hito. El canciller cubano Bruno Rodríguez
presidió el acto de izamiento de la bandera cubana en la flamante
embajada en Washington.
Pocas veces el calificativo de "histórico" estuvo
más justificado. Tras 54 años de conflicto, Estados Unidos y Cuba
escenificaron ayer en Washington su acercamiento con la reapertura de
embajadas y la reanudación de relaciones diplomáticas. Aunque ambos
dejaron claro que tienen visiones opuestas en materias como libertades
políticas y economía.
"Ese hito no significa el final de las diferencias
que todavía separan a nuestros gobiernos, pero refleja la realidad de
que la Guerra Fría terminó hace tiempo", declaró el secretario de Estado
norteamericcano, John Kerry, junto a su par cubano, Bruno Rodríguez, el
primer canciller de la isla en visitar el Departamento de Estado desde
el lejano 1958.
El canciller Rodríguez fue de hito en hito. Antes de
reunirse con Kerry, reabrió la embajada que llevaba cerrada desde el 3
de enero de 1961. El canciller cubano presidió una concurrida ceremonia
en la que se sirvieron "mojitos" y se fumaron habanos, en la que
estuvieron, entre otros, el cantante cubano Silvio Rodríguez y el actor
estadounidense Danny Glover, un simpatizante del régimen cubano.
Poco después de las 10,30 horas de Washington,
Rodríguez y tres oficiales cubanos vestidos con uniforme de gala izaron
la bandera cubana en el jardín delantero del elegante edificio de líneas
clásicas.
Confrontación. A pocos metros, al
otro lado de la calle, partidarios y detractores del régimen cubano y
del acercamiento entre ambos países acompañaron el acto con proclamas
encontradas. "Cuba sí, Castro no", lanzaban unos. "¡Viva Fidel!" y
"Fidel, amigo, el pueblo está contigo", gritaban los otros. Bajo un
fuerte calor se sentía el tradicional clima de tensión y división que
genera el asunto Estados Unidos-Cuba, pero sin enfrentamientos. Una
persona fue arrestada al derramar pintura roja con la que representaba
la "sangre del pueblo cubano".
En el interior de la casona de piedra de la elegante y
arbolada calle 16, el canciller Rodríguez evocó el inicio de una nueva
era. "Cito la historia para afirmar que hoy se abre la oportunidad de
empezar a trabajar para fundar unas relaciones bilaterales nuevas y
distintas a todo lo anterior", aseguró. "En 1959, Estados Unidos no
aceptó la existencia de una pequeña y vecina isla totalmente
independiente y unos años después, aún menos, la de una revolución
socialista que tuvo que defenderse", afirmó Rodríguez, quien reiteró así
el discurso oficial del régimen cubano.
Tras el acto en la embajada, Rodríguez se reunió en
el Departamento de Estado con Kerry, quien confirmó que el 14 de agosto
viajará a Cuba para la ceremonia oficial de apertura de la nueva
embajada estadounidense en La Habana y el izado de la bandera de las
"barras y estrellas". "Será usted bienvenido", le dijo Rodríguez en una
rueda de prensa que se retrasó casi una hora. "Había mucho de que
hablar. Y no sólo de Cuba, sino también de la región", afirmó Kerry.
Ambos ministros aseguraron que mantuvieron un "diálogo constructivo",
pese a que advirtieron que el proceso de normalización de relaciones
iniciado el 17 de diciembre de 2014 tras más de 50 años de conflicto,
será "largo y compejo".
"Estamos decididos a vivir como buenos vecinos sobre
la base del respeto mutuo", afirmó Kerry en un correcto español. "Hoy
empezamos a reparar lo que se ha dañado y a abrir lo que durante
demasiado tiempo ha estado cerrado", subrayó. "Es un día histórico, un
día para retirar barreras", afirmó solemne.
Temas álgidos. Entre los temas
tratados estuvieron las libertades políticas y los derechos humanos,
principal punto de discordancia junto al embargo y la entrega de la base
naval de Guantánamo. "Tenemos diferencias profundas en cuanto a
concepciones del ejercicio de los derechos humanos por parte de todas
las personas y en todo el planeta", recalcó Rodríguez. Kerry constató la
discrepancia: "Parte de nuestro ADN como país es nuestra visión de los
derechos humanos y nuestras ideas sobre esto". El rótulo "derechos
humanos" cubre de hecho a los derechos políticos y las libertades
básicas en una democracia. El régimen cubano, de partido único, el
comunista, no es una democracia para los estándares internacionales.
Rodríguez reiteró las peticiones del gobierno de
Cuba: "El levantamiento del «bloqueo» es esencial para avanzar en la
normalización, así como la devolución del territorio ilegalmente tomado
en Guantánamo, así como el respeto a la soberanía cubana y la
compensación por los daños humanos y económicos". El "bloqueo" es como
se llama en Cuba al embargo comercial impuesto por EEUU junto con la
ruptura de relaciones bilaterales. Kerry replicó que Guantánamo no es un
tema que Estados Unidos esté dispuesto a revisar, pero volvió a
insistir en pedir al Congreso que levante el embargo.
Aunque desde ayer también se convirtió formalmente en
embajada, la Sección de Intereses estadounidenses en La Habana no izó
ayer la bandera de barras y estrellas en su edificio frente al Malecón
habanero. Sólo personal de la embajada y algunos curiosos agitaban
pequeñas banderas norteamericanas en señal de celebración.
El 14 de agosto, Kerry izará ahí la bandera y será el
primer jefe de la diplomacia estadounidense que visita la isla desde
1945. La Habana será ese día el escenario de otra jornada simbólica,
aunque quizá algo menos histórica que la vivida ayer en Washington.
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Diario "La Capital". Rosario, Martes, 21 de julio de 2015
Los países de la región celebraron, pero pidieron el fin del embargo
Argentina rechazó "el injusto e ilegal bloqueo" de EEUU. Chile saludó haber "terminado definitivamente con la Guerra Fría".
Varios países de América latina celebraron la
nueva instancia en las recuperadas relaciones entre Cuba y Estados
Unidos, paso que juzgaron clave para la región, pero a la vez varias de
ellas se pronunciaron por el levantamiento del embargo comercial que
Washington impuso a la isla.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue de
los primeros en destacar que "el mundo espera que este paso permita
avanzar en nuevas relaciones de respeto en términos de igualdad con Cuba
y nuestra América, es la hora". El gobierno argentino, por su parte,
saludó "con satisfacción" el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, e hizo votos para que traiga
el fin del "injusto e ilegal" embargo estadounidense. "Este nuevo paso,
en el proceso de normalización en las relaciones bilaterales entre ambos
países, confirma que el diálogo, el respeto de la soberanía de las
naciones y los pueblos, y la observancia del derecho internacional son
las únicas vías legítimas para la resolución de diferencias", expresó la
Cancillería argentina.
Chile, en tanto, celebró la reapertura de las
embajadas como "el paso final para terminar definitivamente con la
Guerra Fría", según lo describió el canciller Heraldo Muñoz. "Yo creo
que éste es el paso final para cerrar el periodo de la guerra fría,
porque si bien había terminado a nivel global, en América latina
subsistía esta situación de enfrentamiento y carencias en las relaciones
diplomáticas entre Estados Unidos yCuba", aseveró Muñoz, quien evaluó
que la normalización de los lazos es positiva "no sólo para los dos
países, sino que para la región en general" y "abre enormes
posibilidades".
Desde México, el secretario de Relaciones Exteriores,
José Antonio Meade, calificó de "gran noticia" la normalización de los
vínculos. "Estamos muy contentos; nos parece que es una gran noticia",
dijo el funcionario. "Se anunció una política de mayor acercamiento
(entre Estados Unidos yCuba) y el hecho de verla concretada con la
reapertura de las embajadas es algo que celebramos y que nos da mucho
gusto", agregó Meade.
Mientras, el secretario general de la Unión de
Naciones Suramericanas (Unasur), el colombiano Ernesto Samper, opinó hoy
que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas
cubano-estadounidenses puede abrir una etapa de "respeto de la
autonomía". "La reapertura de embajadas de Cubay EEUU abre puertas a un
replanteamiento relaciones hemisféricas basadas en el respeto de la
autonomía", dijo Samper.
De Silvio Rodríguez. El famoso
cantautor cubano Silvio Rodríguez aseguró desde Washington, adonde fue
invitado a la ceremonia, que nunca soñó que podría ser testigo de una
reconciliación entre Estados Unidos y Cuba, y sugirió adoptar a partir
de ahora la consigna de "Cuba sí, Yanquis también". Rodríguez dijo a la
agencia AFP que cuando vio subir la bandera de su país en la embajada de
Cuba en Washington, recordó que en varias oportunidades expresó que
esperaba poder responder a la famosa consigna "Cuba sí, Yanquis no" con
la expresión "Cuba sí, Yanquis también". "Con "Cuba sí, Yanquis
también", quiero decir que más temprano que tarde podemos decir que
somos todos válidos. Eso no implica en ningún tipo de claudicación, sino
en entendernos para poder tener una posición positiva", comentó.
"Nunca pensé en vivir este día. Ni esperaba vivirlo
ni estar aquí, en Washington. La verdad es que es una muy buena
sorpresa", dijo el autor de clásicos de la música latinoamericana como
"Ojalá", "Sueño con serpientes" o "Canción del elegido". "Creo que las
cosas ahora deberán ser mejor que antes", añadió.
Reclamo por el ron. Cuba no sólo
reclama por el embargo. También pidió ayer a Estados Unidos que derogue
las leyes que impiden reconocer como cubana la marca de ron "Havana
Club", uno de los productos estrella de la isla.
La solicitud fue hecha por el diplomático cubano
Carlos Martín al hablar en Ginebra ante el órgano de Solución de
Diferencias (OSD) de la Organización Mundial de Comercio (OMC), señaló
la agencia cubana Prensa Latina. "Los Estados Unidos han ignorado las
recomendaciones y resoluciones del OSD", que piden la abolición de la
denominada "Ley ómnibus de Asignaciones" de 1998. El artículo 211 de esa
legislación no permite el registro en Estados Unidos de una marca cuyo
negocio o activos hubieran sido confiscados por el régimen cubano. La
empresa francesa Pernot Ricard, asociada a la estatal CubaRon, apeló la
decisión que le niega inscribir la marca Havana Club en Estados Unidos,
ahora usada por Bacardí. La justicia norteamericana ha fallado de
acuerdo con la ley estadounidense. La marca fue establecida en Cuba en
1878 y nacionalizada sin indemnización en 1960.
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Diario "La Capital". Rosario, Martes, 21 de julio de 2015 |
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