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viernes, 6 de marzo de 2015

MERCOSUR. - URUGUAY. EL NUEVO CANCILLER MUY DURO CON EL MERCOSUR

Diario "La Capital". Rosario, 3 de mrzo de 2015.

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Isidoro Hodara: "Si está en un letargo, es uno de los que será difícil despertar"

El economista uruguayo analizó la situación interna y externa que atraviesa el Mercosur
Por   | LA NACION
Isidoro Hodara lo admite: "En Uruguay hay malestar". Cuando se le pregunta por el Mercosur habla de promesas incumplidas y traiciones. "Nuestra idea era que estábamos en una esfuerzo de regionalismo abierto y el objetivo no era intercambiar parapetos para protegernos del resto del mundo sino incorporarnos al mundo. Eso también es una promesa incumplida", dice el economista uruguayo que fue director general de Comercio Exterior y catedrático de la Universidad ORT. De paso por Buenos Aires para participar de un seminario en la ICBC Fundación, dialogó con LA NACION.
-En Uruguay hay mucha bronca y resentimiento con el Mercosur. ¿Aportó algo positivo el bloque?
-Hay malestar por promesas incumplidas. Sí, aportó algo. Como decía Félix (Peña, director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación) hasta las guerras aportan oportunidades. Si uno mira el acceso a los mercados de los países vecinos, Uruguay no está enormemente mejor que antes del Mercosur.
-Habló de una traición?
-Nuestra idea no era que íbamos a estar enormemente mejor pero sí que podía venir alguna inversión que mejorara el comercio. El objetivo era atraer inversiones que pudieran hacer caso omiso a la estrechez del mercado local porque estaban dirigidas a uno más grande. Pero eso no ocurrió porque con la incertidumbre de que apareciera una interrupción intempestiva nadie se animaba. Y nadie se animó..
-¿Cómo define hoy al Mercosur?
-Un acuerdo que empezó con características comerciales y es cada vez más político. Esa mutación es contemporánea con la pérdida de sustancia en lo comercial.
-¿Por qué pasó eso?
-El impulso inicial se agotó a fines de los 90. La primera etapa fue de construcción en serio de una unión aduanera. Todos creíamos que esta vez iba a ser diferente. Los hechos mostraron que no. Acuérdese de la devaluación en Brasil en 1999, de lo que pasó en la Argentina en 2001 y en Uruguay en 2002. A partir de ahí el esfuerzo integrador se achicó.
-¿Cree, como un sector del empresariado de Brasil, que el Mercosur es un corset para Uruguay?
En lo que respecta a las expectativas de tener una integración más abierta, claramente sí.
-¿Puede la teoría de las dos velocidades para acordar con la UE (Brasil y Uruguay cerrarían primero) ser una buena solución o sería imposible hacer eso sin que se rompa el bloque?
-El problema es que usted estaría pidiéndole a esa acción el cumplimiento de la letra legal que no se cumple prácticamente en ningún otro aspecto del Mercosur. Sería una especie de bicho raro, porque no se cumple en materia de restricciones al comercio entre socios, ni en el establecimiento de restricciones no arancelarias. No entiendo por qué tiene que elevar la barra para esto si en el resto, la barra está mucho más baja.
-¿Diría que el bloque está en una situación de letargo o de agonía?
-Si es un letargo, se parece a uno de esos de los que es difícil despertar.
-¿Qué cree que pasará con el acuerdo con la UE?
-Si la Argentina no quiere y el mandato para los negociadores europeos es, o con todo el Mercosur o nada, ya está dada la respuesta. Si la Argentina dice que quiere, pero en los hechos no quiere, misma respuesta. Si la Argentina se sumara tendríamos algunas posibilidades.
-¿Cree que el único impedimento para el acuerdo es la Argentina?
-El principal, el primero que emerge. Cuando baja el nivel de las aguas el primer escollo que aparece es el más alto. Cuando sigue bajando, descubrimos que hay otro y luego otro más. Pero hoy el que aparece que es ése.
-¿Hay interés genuino y generalizado en la UE para acordar o en voz baja hay algunos que no lo quieren?
-Tengo muchos años del Foro Empresarial Mercosur-UE y nunca percibí que fuera muy grande la resistencia empresarial europea. Europa está por lo menos considerando una zona de libre comercio con Estados Unidos. ¿Qué tiene de amenazador la sumatoria de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y otros si los hay, que no tenga Estados Unidos? Tiene una agricultura poderosa y una agroindustria importante. Creo que es por lo menos una fuente de trepidación igual que el Mercosur y sin embargo están considerando el acuerdo.
-¿Qué opina de la Alianza del Pacífico?¿Qué diferencia tiene con el Mercosur y qué relevancia para Uruguay?
-La primera gran diferencia es que no pretende ser una unión aduanera. Algunos de sus miembros fueron en un momento parte de un ejercicio así que se llamaba Pacto Andino, pero voló por los cielos. Chile se fue, los otros hicieron lo que quisieron. Que no sea una unión aduanera hace muchísima diferencia porque sólo se puede pertenecer a una unión aduanera, pero a varias zonas de libre comercio.
-¿Lo ve como un proyecto con chances de crecimiento?
-Si, sobre todo para Uruguay tiene una cosa muy importante: una mirada sobre el Pacífico. Uruguay creció mirando al Atlántico y creyéndose -nuestros libros lo dicen todavía- que estamos en una posición privilegiada. (Sonríe y habla más bajo) Entre nosotros, Río de la Plata, esquina océano Atlántico, ya no es una posición privilegiada. Lo era cuando el centro de comercio mundial estaba en el Atlántico norte pero hace como 30 años que el comercio transpacífico supera al transatlántico.
-¿Qué piensa de la política comercial argentina?
-Lo que vemos de la política comercial argentina son los efectos en nuestro país. Veía un artículo en la prensa uruguaya con la queja de los camioneros. Dicen que los fleteros argentinos tienen la posibilidad de cobrar en dólares en Uruguay y venderlos luego a un precio que no es el oficial. Tienen así una ventaja competitiva respecto de los camioneros uruguayos que, lógicamente, han perdido viajes..

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