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jueves, 12 de marzo de 2015

EE.UU. 2007. ESTRONAUTAS DE LA NASA VIAJARON EBRIOS.



Escandalosa revelación

Astronautas de la NASA viajaron ebrios

Por  |  Para LA NACION
WASHINGTON.- La regla es simple en Estados Unidos. Dos copas de vino, tres como máximo, y ya no se debe manejar. Salvo, y por increíble que parezca, que en vez de un automóvil se conduzca un transbordador espacial que vale 1700 millones de dólares y encarna el sueño del progreso humano para tantos alrededor del mundo.
La Agencia Espacial norteamericana (NASA, según sus siglas en inglés) impuso recién ayer la "ley seca" para sus astronautas, ante el estupor generalizado que provocó el informe final de un panel que la investigó por dentro.
A partir de ahora, y como si debiera hacer falta la veda, no habrá más alcohol para la tripulación en las 12 horas previas al despegue. El reporte reveló que hubo misiones en las que se detectó un "uso fuerte de alcohol" y que, en al menos dos ocasiones, astronautas fueron autorizados a volar, aún cuando sus compañeros y médicos de la misión alertaron sobre que habían bebido demasiado y podían resultar un riesgo para todos.
"Fueron descriptos dos casos concretos en los que astronautas estaban tan intoxicados antes de la misión que médicos de vuelo o colegas astronautas expresaron su preocupación a jefes en el lugar sobre la seguridad del vuelo", afirma el informe.
"Los individuos fueron autorizados de todos modos a volar", añade el documento.
Al parecer, el problema es aún más amplio, ya que los astronautas podían beber "libremente" mientras atravesaban la cuarentena previa al despegue en un pabellón del Centro Espacial Kennedy.
Así se sumó otro golpe a la seguridad en una actividad que de por sí es peligrosísima y sobre la cual ya se habían abierto interrogantes por la falta de chequeos psicológicos periódicos a los astronautas.
Las autoridades de la NASA anunciaron que van a "actuar inmediatamente" y su primera medida fue poner en marcha la veda de alcohol, mientras lidia con las secuelas de otros problemas en sus programas, incluyendo el estallido del transbordador Columbia en 2003, cuando murieron sus siete tripulantes.
De hecho, la última investigación que aportó el "alcoholgate" se inició a raíz de otro escándalo: el que protagonizó la astronauta Lisa Nowak en febrero de este año, cuando presuntamente intentó secuestrar en Florida a una colega con la que integraba un triángulo amoroso junto con un tercer astronauta. Lo notable es que cuando la policía detecta que un automovilista superó el límite de concentración de alcohol en su sangre (0.08%) lo detiene. Sin embargo, en la NASA semejante opción estaba fuera del menú.
Dos astronautas alcoholizados fueron autorizados a volar, incluso después que los médicos de vuelo los evaluaron, detalló el presidente de la comisión, el coronel Richard Bachmann.
Uno de esos astronautas fue enviado a la estación internacional rusa Soyuz y el otro era parte de la tripulación de un transbordador. Pero su vuelo se postergó por razones mecánicas, tras lo cual pidió un jet para poder retornar a Houston desde Florida, detalló Bachmann. No se sabe si, después de todo, le cedieron el jet.
Hasta la "ley seca" impuesta ayer, las normas de la NASA determinaban que sus pilotos no podían ingerir alcohol 12 horas antes de sus vuelos de entrenamiento.
La veda también regía para los vuelos espaciales, aunque de manera implícita. Ahora se aplicará oficialmente para los transbordadores.
Sin supervisión psicológica
Los ocho miembros del panel investigador descubrieron algo más grave: la NASA carece de un procedimiento regular que permita detectar estos problemas. Tampoco realiza una supervisión periódica de la estabilidad psíquica de su personal.
Ni siquiera prestó atención al tema cuando los médicos alertaron a los supervisores sobre "problemas de conducta o médicos sustanciales en la tripulación". Sin embargo, desoyó estas advertencias.
"Vamos a actuar inmediatamente en los puntos más preocupantes de este informe", prometió la administradora adjunta de la NASA, Shana Dale, que dijo que hasta ahora no sabían de problemas de abuso de alcohol, pero que investigarían esa posibilidad.
La investigación se basó en los testimonios confidenciales de 14 astronautas, cinco familiares y ocho médicos. Los hallazgos sobre el Centro Espacial Kennedy se resumieron en apenas cuatro párrafos de las 12 páginas del informe.
Para Dale y otras autoridades de la NASA, de todos modos, el documento es una muestra del proceso de saneamiento que pusieron en marcha y que alienta a sus empleados a denunciar los problemas que detectan.
Seguridad e imagen
"Vamos a encuestar a los astronautas y médicos de vuelo, y a emprender una revisión sistemática y abarcadora", dijo la directora de operaciones de vuelo del Centro Espacial Houston, Ellen Ochoa. El interrogatorio, prometió, se centrará específicamente en los temas abordados por el informe divulgado ayer.
Para la NASA, se trata de un tema de imagen tanto como de seguridad. Aun tras los accidentes del Columbia y, en 1986, del Challenger -y el terrible golpe que ambos significaron para miles de norteamericanos-, sigue encarnando uno de los mejores y más admirados símbolos de Estados Unidos alrededor del mundo.
Su museo en el centro de esta capital es uno de los espacios públicos más visitados de todo el país.
Bachmann, él mismo especializado en medicina aeroespacial, destacó que espera que el informe no manche al cuerpo de astronautas en su totalidad, pero que impulse algunos "cambios culturales" dentro de la NASA.
Por lo pronto, el Congreso estadounidense reaccionó inmediatamente a la publicación del documento y estableció una serie de audiencias especiales para analizar el tema, que se iniciarán a partir de septiembre próximo. .
 
Diario "La Capital". Rosario, 28 de julio de 2007.
 

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