Jueves 27 de octubre de 2011
Tensión en Italia por los recortes
Diputados de dos partidos se enfrentaron a los golpes en el Parlamento por la reforma jubilatoria
ROMA.-
Silvio Berlusconi viajó ayer a Bruselas con una carta de intenciones
considerada por la oposición como un verdcadero bluff, con más promesas
que hechos concretos, como había reclamado la Unión Europea (UE).
Mientras se esperaba hoy el veredicto de los mercados, aumentaban el escepticismo y la sensación de que, si bien el Cavaliere logró ganar tiempo, a su gobierno le queda poco tiempo de vida.Fiel reflejo de un clima de caos político, el Parlamento fue, una vez más, escenario de una trifulca, cuando diputados de la Liga Norte, socios clave de Berlusconi, se trenzaron con colegas "finianos" -seguidores del ex aliado Gianfranco Fini- en una pelea en la que hubo piñas y malas palabras.
Todo empezó porque Fini, presidente de la Cámara de Diputados y líder del partido rebelde Futuro y Libertad, recordó, anteanoche, en un programa televisivo, que la mujer de Bossi, que es maestra, se jubiló en 1992, a los 39 años, sumándose al ejército de "baby-pensionados anticipados" italianos, un verdadero escándalo.
Fini recordó esta paradoja justo en momentos en que la negativa de Bossi a "tocar" las pensiones, aumentando la edad jubilatoria hasta los 67 años para hombres y mujeres -tal como exigió la UE-, amenazaba con hacer saltar por el aire el gobierno de Berlusconi.
"Es inoportuno que el presidente de la Cámara de Diputados haga política y participe en transmisiones televisivas", clamaron los seguidores de la Liga Norte, que reclamaron la renuncia de Fini. A pesara de que enseguida se suspendió la sesión, nadie pudo evitar que algunos diputados llegaran a las manos.
Por la tarde, el mismo Bossi, verborrágico como siempre, puso los puntos sobre las íes: "A Fini le digo que se vaya a la m...: cuando alguien se jubila, lo hace con las reglas que hay".
Según el contenido de la carta de intención que llevó el Cavaliere a Bruselas, la edad jubilatoria irá progresivamente aumentando hasta llegar a los 67 en 2026. Es decir, más allá de que pueda parecer lo contrario, Bossi habría ganado la pulseada con Berlusconi, que quería llegar a Bruselas con un decreto-ley sobre el tema aprobado por su consejo de ministros.
Según algunas versiones, Bossi -que insiste en asegurar que él decidirá cuándo caerá el gobierno- habría sellado un "pacto" con el Cavaliere por el cual apoyaría al gobierno hasta enero, para ir luego a un voto anticipado en marzo.
Según los analistas, lo único que busca Berlusconi, acosado por juicios por corrupción y por prostitución de menores, es ganar tiempo. El Cavaliere , de 75 años, quiere mantenerse aferrado al poder.
Mientras tanto, falta todavía el veredicto final de la UE de la carta de intención "light" de Berlusconi, que también prometió una reforma laboral que implicaría más facilidad para despedir, algo tabú en Italia.
Y habrá que ver también qué dicen los mercados. Tanto en Italia como en Europa, crece la sensación de que el verdadero problema del país es el mismo Cavaliere .
De hecho, aumenta el coro de voces que reclaman una solución al estilo de Zapatero, por el bien del país. "Más de una vez desde estas columnas se ha invitado al premier a hacer como [José Luis Rodríguez] Zapatero: llamar a elecciones anticipadas y anunciar que no volverá a ser candidato. Si lo hubiera hecho, ya no seríamos blanco de la especulación", escribió ayer en un durísimo editorial el director del Corriere della Sera, Ferruccio De Bortoli.
"No basta con una carta de intenciones para demostrar a los demás, después de meses de idas y venidas, que vamos a hacer las cosas en serio (...)", escribió De Bortoli. "Guste o no, existe en Europa un problema relacionado con el premier, más que con el gobierno. Y la culpa es sólo suya. El Cavaliere es también un hombre de empresa. Sabe evaluar el momento en el cual es necesario hacerse a un lado para salvar a su criatura, al partido y el futuro de la centroderecha. Pero antes está el país, al menos una vez.".
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