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viernes, 27 de junio de 2014

SNOWDEN, EDWARD TENSA LA RELACIÓN ENTRE ESTADOS UNIDOS Y RUSIA

Diario "Clarín". Buenos Aires, 14 de julio de 2013.

La saga del topo de la CIA tensa el vínculo entre Washington y Moscú

EL ESCÁNDALO MUNDIAL POR EL ESPIONAJE DE ESTADOS UNIDOSLa Casa Blanca presiona al Kremlin para que no dé asilo a Edward Snowden. Si Rusia cede, dañaría su reputación.
  • Ana Baron
La pulseada que se observa entre Estados Unidos y Rusia por el futuro de Edward Snowden, el topo de la CIA que está varado en el aeropuerto de Moscú desde hace dos semanas, permitirá medir con más exactitud cuál es la verdadera relación de fuerzas que hay actualmente entre ambas capitales.
Lo que está en juego no es la situación legal de Snowden o las diferentes interpretaciones sobre lo que hizo, sino la posición de las dos superpotencias que, luego de haber protagonizado la Guerra Fría en un mundo bipolar, ahora tienen que convivir en un mundo cada vez más multipolar.
En efecto, después del derrumbamiento del Muro de Berlín y el desmembramiento del imperio soviético, Rusia logró recuperar gran parte de su poder y sería ahora una gran humillación si cede ante las presiones de Washington. Es por eso, sin dudas, que estamos asistiendo a un sorprendente ballet diplomático.
Desde un principio, el gobierno de Barack Obama supo que el destino de Snowden está fundamentalmente en manos de Rusia. Por eso no dudó en comunicarle al presidente ruso, Vladimir Putin, su deseo de que fuera extraditado a Estados Unidos presentándole una serie de razones legales.
La primera reacción de Putin fue ambigua. Por un lado, dijo que no a la extradición. Pero, al mismo tiempo, sostuvo que solamente le concedería asilo político al ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) si se callaba la boca y dejaba de “dañar a su socio” estadounidense difundiendo información secreta. Más aún, durante las dos semanas transcurridas desde que Snowden llegó a Moscú procedente de Hong Kong –el primer lugar en el que apareció desde su huida de Estados Unidos–, el contacto de Snowden con el exterior era tan limitado que hasta su padre se quejaba porque no podía hablar con su propio hijo.
El viernes pasado, el gobierno del Kremlin, sin embargo, sorprendió a Washington porque no impidió que un grupo de organizaciones de derechos humanos y de abogados del país se entrevistaran con Snowden en la zona de tránsito del aeropuerto Sheremetyevo de Moscú. Durante esa entrevista, Snowden anunció que iba a pedir asilo a Rusia para poder viajar luego a América Latina.
Esto enfureció al gobierno de Obama. “Darle a Snowden una plataforma va en contra de las declaraciones previas de neutralidad de Rusia”, dijo Jay Carney, el vocero de la Casa Blanca. “Urgimos al gobierno ruso a que dé a las organizaciones de derechos humanos la posibilidad de hacer también su trabajo en todo Rusia y no solamente en la zona de tránsito del aeropuerto” moscovita, agregó . Luego, señaló que darle esa plataforma “también es incompatible con las garantías rusas de que no quieren que el señor Snowden dañe aún más los intereses estadounidenses”.
Durante su entrevista con las organizaciones de derechos humanos, Snowden dijo que su intención no es dañar los intereses de Estados Unidos. Pero lo cierto es que considera que la filtración de cómo funciona el sistema de espionaje estadounidense es un acto patriótico que, lejos de dañar el interés de los ciudadanos estadounidenses, los ha favorecido.
Ayer, el gobierno ruso pareció distanciarse nuevamente de Snowden cuando negó que el topo de la CIA le hubiese pedido al Servicio de Inmigraciones de Rusia asilo político. “Si recibimos esa solicitud, será examinada según los protocolos que exige la ley”, dijo el jefe de esa entidad, Konstantin Komodanovski.
Posteriormente, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, explicó que, “para que el asilo político se aplique, la ley rusa prevé una serie de procedimientos. La carta de solicitud es el primer paso y también un detalle de las razones al Servicio de Inmigraciones”, comentó.
Estas declaraciones calmaron un tanto los ánimos en Washington. Pero no han puesto un punto final a la crisis. Todo lo contrario, han creado aún más suspenso sobre cuál será el próximo paso de Snowden, que hasta ahora ha logrado mantener la atención del mundo entero sobre su persona, lo que hace aún más difícil que Rusia ceda a la presión de EE.UU.

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