Diario "La Capital". Rosario, Viernes, 13 de abril de 2012
La Cumbre de las Américas en Cartagena, ¿la última sin Cuba?
La excluida isla mayor de las Antillas será la gran protagonista del foro hemisférico. Existe consenso regional de poner fin a la medida, pese al rechazo estadounidense.
Por Silvia Ayuso / DPA
Washington. - En Cartagena de
Indias, Cuba amenaza de nuevo con convertirse en la gran protagonista
ausente de una cumbre hemisférica, para desmayo de un Estados Unidos que
ve una vez más cómo la isla se convierte en la incómoda medida con que
América latina evalúa su actitud hacia la región. Aunque, junto con la
anfitriona Colombia, Estados Unidos ha tratado con todas sus fuerzas de
centrar la Cumbre de las Américas en los numerosos proyectos oficiales
que prevé su agenda, nadie se engaña acerca del hecho de que Cuba, al
igual que el publicitado diálogo sobre alternativas en la lucha contra
las drogas, se convertirá en el gran tema del encuentro en Cartagena.
Así se lo dejó claro la propia presidenta brasileña,
Dilma Rousseff, a su par estadounidense, Barack Obama, cuando el lunes
previo a la cita hemisférica de este fin de semana realizó su primera
visita a Washington. Según reveló, en su encuentro en la Casa Blanca
Rousseff le dijo cara a cara a Obama lo que ya había advertido
públicamente: que Cartagena debe ser "la última cumbre sin Cuba" y que
existe "consenso" en la región sobre este punto.
Con todo, la advertencia no es nueva. Palabras muy
similares se pronunciaron en la última Cumbre de las Américas, en
Trinidad y Tobago en 2009, cuando Obama apenas venía de asumir la Casa
Blanca. Menos de dos meses después, en la Asamblea General de la
Organización de Estados Americanos (OEA) de San Pedro Sula, Honduras, se
tomó la histórica decisión de levantar la suspensión de Cuba del
organismo hemisférico, con apoyo de Washington. Eso sí, recordó en
vísperas del viaje de Obama a Cartagena su asesor especial para América
latina, Dan Restrepo, "todos" estuvieron de acuerdo en Honduras en que
la condición era que la isla "cumpliera con los mismos criterios básicos
y compromisos democráticos que los demás países". "El camino para el
regreso de Cuba al foro interamericano está allí y nosotros anhelamos
que Cuba siga ese camino lo antes posible", agregó Restrepo.
También para el secretario general de la OEA, José
Miguel Insulza, la pelota está desde entonces en el campo de una Cuba
que sin embargo se negó reiteradamente a regresar al organismo
interamericano. "Cuba tenía que venir a participar de un diálogo con los
países de la organización para poder reincorporarse de nuevo y no lo
quiso hacer", subrayó Insulza al llegar a Cartagena.
Un argumento al que se ha aferrado el gobierno de
Obama para marcar su oposición a la participación de la isla en
Cartagena, si bien ni siquiera dentro de EEUU esto convence a todos. "La
Cumbre (de las Américas) no es lo mismo que la OEA. La exclusión de
Cuba es un insulto y supone la aceptación por parte del resto del
hemisferio de que EEUU sigue siendo el que decide", lamentó el director
del Fondo por la Reconciliación y Desarrollo, John McAuliff.
A juicio del experto del Wilson Center Paulo Sotero,
tras las declaraciones en apoyo de Cuba de buena parte de los líderes de
la región hay sin embargo que leer una intención que va más allá de
retar la tradicional postura estadounidense frente al resto del
hemisferio. "Lo que los países de la región dicen cuando se posicionan
sobre incluir a Cuba, es que su participación en la comunidad de
naciones es probablemente la mejor manera de garantizar que la
transición que es inevitable en Cuba sea mucho más pacífica", estimó.
Una postura que puede que el gobierno de Obama comparta, pero sólo en
círculos más cerrados. Porque, como reconocen la mayoría de los
analistas, el problema de Washington es que Cuba no es sólo un tema
internacional, sino una parte fundamental de su política doméstica.
Tímidos pasos. De hecho, hasta los
tímidos pasos que Obama dio hacia Cuba fueron duramente criticados por
la oposición republicana, que tiene en la anticastrista Florida uno de
sus grandes bastiones, e incluso por sectores de su propio Partido
Demócrata. "Obama tendría que ser un suicida para aceptar aparecer en
una foto con Raúl Castro en un año electoral y en el medio de una
campaña en la que la oposición lo tilda de socialista", dijo el analista
brasileño Clóvis Rossi.
La ausencia de Cuba por la oposición abierta de
Washington ya provocó una baja en Cartagena, la del presidente
ecuatoriano Rafael Correa. Pero el hecho de que otros estrechos aliados
de la isla, sobre todo el venezolano Hugo Chávez, decidieran acudir pese
a todo es a juicio de observadores un indicativo de que, por mucha
retórica que se dé sobre el tema, la región no quiere aguarle la fiesta
al respetado anfitrión, Juan Manuel Santos.
A lo que se une el hecho de que, por mucho que Obama
les haya decepcionado en la cuestión cubana y en otras regionales
quizás, son conscientes de que otra alternativa en la Casa Blanca no
mejorará la situación, sino todo lo contrario. "La mayoría de los
líderes en la cumbre querrían ver a Obama reelecto", sostuvo Sotero.
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