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jueves, 7 de mayo de 2015

CUBA 1997. UNA APERTURA TÍMIDA PERO INEVITABLE.

Diario "La Nación". Buenos Aires, 10 de octubre de 1997.
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Reunión

Cuba intenta resucitar un acuerdo con el Club de París

Hubo negociaciones exploratorias para saldar una deuda millonaria; el régimen procura reinsertarse en la economía global
Por   | Agencia Reuters

LA HABANA.- Cuba y los países del Club de París están trabajando para reanudar las negociaciones en torno a una deuda de miles de millones de dólares, en otra señal de que el gobierno comunista busca reinsertarse en la economía global.
Una delegación del Club viajó discretamente a La Habana a fines del año pasado para reunirse con funcionarios de bancos de la isla, que los recibieron con varias propuestas y parecían ansiosos de llegar a acuerdos, según diplomáticos occidentales. Negociaciones anteriores fueron interrumpidas en 2000 y aún existen obstáculos para su reactivación, según dijeron los diplomáticos, que pidieron no ser identificados.
Las fuentes dijeron que Cuba debe, por ejemplo, mostrar sus cuentas, algo a lo que hasta ahora se resistió. El régimen considera su nivel de reservas un secreto de Estado. Los últimos datos sobre su cuenta corriente y su deuda externa son de 2010. Aunque todavía lejano, un eventual acuerdo con el Club reduciría significativamente la deuda de Cuba, mejoraría su reputación en los mercados y le permitiría a la isla emitir nuevos títulos de deuda.
En la más reciente de las reformas de mercado promovidas por Raúl Castro , Cuba aprobó recientemente una ley de inversión extranjera con la que espera atraer miles de millones de dólares. También emprendió una reforma monetaria que buscará eliminar el actual sistema de doble moneda, otro obstáculo a la inversión, y está por comenzar discusiones para relanzar sus relaciones con la Unión Europea.
"Lo positivo es que en los últimos tres años Cuba ha estado más o menos reestructurando y cumpliendo sus obligaciones de deuda", dijo un diplomático occidental. "Lo negativo es que piensan que eso es suficiente y no entienden que hay que conocer la capacidad financiera para alcanzar cualquier acuerdo."
Durante los últimos tres años, Cuba reestructuró sus deudas comerciales con China, Japón, México y Rusia, y logró recortes sustanciales de lo que debe a cambio de planes de pagos que puede cumplir.
El Club de París es un grupo de 19 acreedores que incluye a Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Irlanda, Italia, Japón, Noruega, Rusia, Suecia y Suiza. El Club tiene un grupo de trabajo especial sobre Cuba, que excluye a Estados Unidos, y podría no exigir el habitual prerrequisito de un acuerdo con el FMI y ser más creativo en la búsqueda de soluciones.
En la reunión del año pasado, Cuba expresó interés en una fórmula que incluiría la condonación de parte de su deuda, el pago de otra parte en diez años y el canje del resto por participaciones en empresas estatales, dijeron los diplomáticos.
Cuba reportó por última vez una deuda extranjera "activa", acumulada tras declarar una cesación de pagos a finales de la década del 80, de 13.600 millones de dólares en 2010.
El gobierno ya no informa su deuda "pasiva" o acumulada antes del incumplimiento de pagos. Economistas calculan que ronda los 8000 millones de dólares.
Según el Club, Cuba debía unos 35.500 millones de dólares a sus miembros al cierre de 2012, pero más de 20.000 millones corresponden a una vieja deuda en rublos de la era soviética, un 90% de la cual fue condonada por Rusia en 2013.
Cuba dice que esas cifras están infladas, por lo que uno de los objetivos de las conversaciones sería determinar el monto de la deuda.
Para que Cuba acepte un trato sería necesaria la condonación de una parte significativa de la deuda, dijo Richard Feinberg, analista del Brookings Institution de Washington.
"Además está el difícil tema de la falta de transparencia. Para que los acreedores del Club puedan tener un poco de confianza en la capacidad de pago, deberían conocer más sobre la balanza de pagos presente y proyectada de Cuba, incluidas las reservas", dijo Feinberg.

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Histórica reforma

Cuba se abre y busca atraer millonarias inversiones

Aprobaron la ley que habilita la entrada de capitales extranjeros a casi todos los sectores de la economía
LA HABANA.- Nadie se olvidó de levantar la mano. Los más de 600 diputados de la Asamblea Nacional cubana votaron ayer, de manera unánime, para aprobar la nueva ley de inversiones extranjeras , una medida con la que el gobierno de Raúl Castro aspira a obtener 2500 millones de dólares al año para activar la deprimidísima economía de la isla.
La votación de los capitales extranjeros era el principal punto de la agenda del pleno extraordinario de la Asamblea, al que asistieron Raúl y otros dirigentes del Partido Comunista. Era la primera sesión extraordinaria en cuatro años del Parlamento y fue convocada especialmente para sustituir una norma dictada por Fidel Castro en 1995, durante la peor fase de la crisis económica de Cuba, tras el colapso del sostén soviético.
Cuba "necesita de 2000 a 2500 millones de dólares anuales de inversión extranjera directa para llevar adelante su modelo socioeconómico socialista", dijo el jefe de la comisión de reformas de mercado, Marino Murillo, citado por medios locales. En una muestra de que los cambios en la isla se limitan a la economía, mientras se votaba el ingreso de capitales la prensa internacional no tuvo acceso al recinto.
En su intervención ante la Asamblea Nacional, Murillo dijo que Cuba necesita la inversión extranjera para incrementar el crecimiento de su PBI y la acumulación de capital. La meta es alcanzar tasas de crecimiento del orden de 6 a 8%, para lo cual las inversiones deben crecer a una tasa de 25 o 35%, muy por encima de la de 4,4% de 2013.
La nueva ley es considerada "estratégica" y "trascendental" por el gobierno para impulsar el desarrollo mediante la diversificación y ampliación de los mercados de exportación, el acceso a tecnologías avanzadas y la sustitución de importaciones. "Si no crece la economía a niveles de alrededor del 7% [...] no vamos a podernos desarrollar", dijo el ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca.
Castro reconoció semanas atrás que el país tiene una "imperiosa necesidad" de captar fondos frescos, debido al déficit de inversiones que afecta en particular a la agricultura, agujero negro de la economía cubana, así como a otros sectores.
La cúpula del castrismo subrayó en estos días que abrir más la economía a capitales extranjeros no implica poner "el país en venta" ni "un regreso al pasado", en alusión a la lejana dictadura de Fulgencio Batista, derrocado en 1959 y reemplazado por el castrismo. Lo cierto es que la isla está sumida en una crónica crisis económica desde los años 90, cuando la desaparición de la Unión Soviética dejó al país al borde del colapso, y depende en gran medida del suministro de petróleo desde Venezuela en condiciones preferenciales.
Los detalles divulgados esta semana subrayan que la ley autoriza la inversión extranjera en todos los sectores, excepto salud, educación y defensa nacional, y contempla beneficios fiscales para los capitales extranjeros.
Entre los sectores a los que se dará prioridad están la agricultura, la infraestructura, la industria azucarera, el sector del níquel, la rehabilitación de edificios y el sector inmobiliario.

Negocios privados

En los últimos años los cubanos fueron autorizados a abrir pequeños negocios privados, en un esfuerzo por reducir el peso del Estado en áreas desde el comercio hasta la agricultura. También estaba en vigor la ley de inversiones extranjeras promovida por Fidel, de alcance más limitado que la aprobada durante la sesión extraordinaria de ayer. Pero el número de emprendimientos conjuntos y otros proyectos relacionados con la inversión extranjera se redujo a unas 200 empresas, la mitad que hace una década.
Durante su presentación ante los diputados de la Asamblea Nacional, Malmierca enfatizó sus garantías a los inversores en cuanto a la "protección" de las propiedades adquiridas o la libre transferencia al exterior de las utilidades en divisas.
La nueva ley no impide que los cubanos emigrados inviertan en la isla. Según Prensa Latina, sin embargo, Malmierca advirtió que "Cuba no irá a buscar inversión extranjera a Miami", donde vive la principal comunidad del exilio anticastrista. "La ley no lo prohíbe, la política no lo promueve", precisó.
Cuba se dotó de esta norma dos meses después de inaugurar el megapuerto de Mariel, 45 kilómetros al oeste de La Habana, una terminal para grandes buques de contenedores construida en sociedad con Brasil para atender a todo el Caribe, que tendrá una zona franca industrial para empresas extranjeras.

Los alcances de la norma

La ley autoriza inversiones extranjeras en todos los sectores excepto salud, educación y defensa, y ofrece beneficios fiscales para esos capitales.
El gobierno apunta a la diversificación de los mercados de exportación, el acceso a tecnologías avanzadas y la sustitución de importaciones.
Las empresas estarán eximidas del impuesto a las utilidades por ocho años y no podrán ser expropiadas sin la debida indemnización.
Agencias DPA, EFE, AFP y Reuters.





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