Viernes 14 de enero de 2005 |
Michelle Bachelet, candidata chilena
"La Argentina será para Chile una prioridad"
Por Alberto Armendáriz
Para LA NACION
Para LA NACION
NUEVA YORK.- "América latina, y la Argentina sin duda, serán una
prioridad de la política exterior", afirmó ayer Michelle Bachelet, la
precandidata a la presidencia de Chile por el oficialismo, que según los
últimos sondeos figura como favorita para llegar al Palacio de la
Moneda, y que no duda en señalar la necesidad de reforzar todavía más
los lazos de integración económica y política en la región.
"Hay que dotar a la política de más humanismo", manifestó Bachelet
durante una entrevista con LA NACION, en la que se refirió a la carrera
por la sucesión de Ricardo Lagos, la posición de Chile frente al
Mercosur, los cortes en el suministro de gas desde la Argentina y el
papel de Augusto Pinochet -que consideró irrelevante- en la actualidad
de su país. Bachelet
no es la típica política latinoamericana. Cuando no tiene una respuesta, no tiene problema en decir "no lo sé" o "tengo que estudiar ese tema". Y tal vez ha sido esa rara mezcla de humildad y fresca sinceridad -sumadas a una demostrada capacidad como ministra de Salud primero y de Defensa después- la que la ha llevado a ocupar el primer lugar en las encuestas sobre intención de voto.
"Huy, me da un poco de miedo eso", confesó al referirse a lo que se llama ya "el fenómeno Bachelet", durante la entrevista con LA NACION en el Consejo de las Américas, en Nueva York, ciudad que visitó para dar una conferencia con empresarios y banqueros, y para reunirse con el multimillonario George Soros y la senadora Hillary Rodham Clinton.
Pediatra, madre de tres hijos e hija de un militar prisionero político de la dictadura de Augusto Pinochet, su biografía asegura que está cerca de los 54 años. Elegida por el Partido Socialista y el Partido por la Democracia como precandidata presidencial para representar a la Concertación, la coalición que gobierna Chile desde el regreso a la democracia en 1990, Bachelet goza hoy de unos índices de popularidad que rondan entre el 43 y el 54 por ciento. Curiosamente, su principal rival es otra mujer de la misma coalición política: la ex canciller Soledad Alvear, precandidata por el Partido de la Democracia Cristiana, quien cuenta con un respaldo de unos 10 puntos menos. La que finalmente sea elegida enfrentará en diciembre al candidato de la derecha, seguramente Joaquín Lavín, quien se ubica muy por detrás en los sondeos.
-¿Cuáles serían las prioridades de un eventual gobierno suyo?
-Primero, hay que mantener una economía sana, una política fiscal responsable, para tener recursos para desarrollar políticas sociales fuertes que permitan avanzar en más igualdad de oportunidades, en términos de salud, educación y vivienda. Segundo, tener mejores condiciones para enfrentar los desafíos de la globalización, a través de un fortalecimiento del capital humano, con programas de educación y el desarrollo de la ciencia y la tecnología, que permitan mejorar la competitividad. Tercero, reformar el Estado para volverlo más transparente, eficiente y que trabaje preocupado por las necesidades de la gente.
-¿A qué atribuye su popularidad?
-Creo que tiene que ver con estilo, con trabajo responsable y serio. Yo nunca he esquivado los desafíos; he enfrentado momentos y situaciones difíciles sin esconderme, y siempre con mucha transparencia. A la vez, los chilenos aspiran a un país que, junto con tener avances en lo económico, los proteja mejor, que sea más humano. Que en el momento de la toma de decisiones haya seriedad, responsabilidad, pero también mucha sensibilidad con las necesidades sociales; que haya honestidad, transparencia, valores y principios. Por supuesto que el liderazgo sigue siendo importante, pero ya no basta.
-¿Qué piensa que sucederá con el procesamiento a Pinochet?
-La Justicia tiene que seguir haciendo su tarea. El proceso ha sido visto como un paso importante porque demuestra que en el Chile democrático no hay nadie que esté por sobre la Justicia y que todos debemos responder por lo que se nos imputa, con derecho a un justo proceso. En un juicio justo, uno podrá defenderse. Lo importante es señalar que Pinochet no es un actor relevante en el Chile de hoy.
-¿Cree que las fuerzas armadas han dejado atrás la mala imagen que tenían?
-Como ex ministra de Defensa, estoy convencida de que estamos frente a fuerzas armadas profesionales, modernas y que trabajan en total sintonía, formando a su gente en esa sintonía, con las tareas que Chile tiene hoy.
-¿Promovería una integración completa de Chile al Mercosur?
-La razón por la cual Chile no es un miembro permanente es porque hay diferencias arancelarias, razones objetivas y estructurales; no es un tema de voluntad política. Yo le daría una mayor importancia al Mercosur, pero no sólo en el ámbito económico, sino también en el político y cultural. Para mí América latina, y la Argentina sin duda, será una prioridad de la política exterior. Tenemos que seguir reforzando los lazos de integración económica y política.
-¿Cómo pretende hacer frente a la falta de gas que le llega a Chile desde la Argentina?
-Estamos trabajando en ver cómo se diversifican más las fuentes de energía y al menor costo posible. Y en este sentido, desde el año pasado trabajamos en el proyecto de gas natural licuado, para traer el gas de otras partes en este estado y volverlo a su estado natural una vez en Chile. Eso va a rendir frutos en unos tres años. Mientras tanto están todas las otras vías, hidroeléctrica, carbón, diesel y el gas que exista. Además, también se está explorando si Chile tiene fuentes de gas natural a nivel del mar y en otros lugares.
Ganadoras en primera vuelta
- SANTIAGO (AFP).- Las ex ministras Michelle Bachelet y Soledad Alvear triunfarían en primera vuelta frente al derechista Joaquín Lavín en las elecciones de diciembre, reveló ayer una encuesta de la consultora internacional Ipsos. Ante la pregunta "¿Quién cree usted que será el próximo presidente?", Bachelet obtuvo un 57,3%, en tanto Lavín un 26,5%. El sondeo estableció que el 75,5% cree que Bachelet es la mejor candidata de la Concertación, mientras que la ex canciller Soledad Alvear obtiene un 19,1% de las preferencias. El apoyo a Bachelet subió 21 puntos, frente al 22% que registró en el sondeo de julio de 2004.
Diario "La Nación". Buenos Aires, Viernes 14 de enero de 2005
Entre el machismo y la soledad del poder
Cómo ve Bachelet a la sociedad chilena
NUEVA YORK (Para LA NACION).- Michelle Bachelet tenía 22 años cuando su
padre, el general de la fuerza aérea Alberto Bachelet, fue detenido por
los militares adeptos al golpista Augusto Pinochet. Fue acusado de
traición y torturado hasta que murió de un paro cardíaco en la Cárcel
Pública. Ella y su madre también fueron arrestadas y torturadas en el
centro de detención Villa Grimaldi, antes de exiliarse primero en
Australia y luego en Alemania Oriental.
Juegos del destino quisieron que quien fuera su torturador, el coronel
Marcelo Moren Brito, terminara viviendo en el mismo edificio al que
Bachelet se mudó en Santiago. "En realidad ahí vive sólo su familia,
porque él entra y sale de la prisión, con todas las acusaciones que
tiene", comentó la ex ministra de Defensa, como quitándole dramatismo a
la situación y mirando siempre para adelante.
-¿Qué cree que pensaría su padre si llega a ser presidenta?
-Tal vez me preguntaría: "¿En qué te metiste, mi hijita?", como le preguntó a Ricardo Lagos su madre cuando él se convirtió en presidente. Mi padre estaría por un lado tremendamente orgulloso, como siempre estuvo de su niñita cuando era chica, cuando en la escuela tenía buen desempeño o cuando entré a estudiar medicina. Pero también sería consciente de apoyarme porque es una responsabilidad muy grande.
-Económicamente, Chile está un paso adelante del resto de América latina. ¿Cree que también ha dejado atrás el machismo que caracteriza a la política en la región?
-El machismo en Chile no ha desaparecido y se expresa en múltiples formas. Por ejemplo, no sólo preguntan si la sociedad chilena está preparada para una presidenta mujer, sino que a las ministras y las candidatas les preguntan, por ejemplo, cómo se las van a arreglar con la casa o con sus hijos, y a los hombres jamás se les hacen esas preguntas, aunque también son esposos y padres. Hay aún un machismo muy profundo y una división del trabajo muy fuerte entre hombres y mujeres.
-¿Cuál ha sido la decisión más difícil en su vida?
-Probablemente, cuando me separé de mi marido.
-¿Está dispuesta hoy a encontrar nueva pareja?
-No estoy dedicada a ello, pero tampoco estoy jubilada. Lo que sí creo es que los próximos cinco años serán bastante solitarios.
-¿Cuál es su postura respecto del aborto y las uniones homosexuales?
-El aborto es un tema que no ha sido debatido por la sociedad, aunque hubo aborto terapéutico hasta 1989. A mi juicio, el tema no es el aborto, sino cómo evitar embarazos no deseados con jóvenes informados, de acuerdo con sus propias creencias y posibilidades.
-Pero ¿apoyaría un proyecto de ley a favor del aborto?
-No es un tema que plantee en mi campaña. Es necesario que este tema se discuta en la sociedad chilena. Lo mismo con las uniones homosexuales. Hoy, en Chile, no está garantizado el patrimonio en las parejas gay, y hay que partir de eso. Creo que hay que hacer estos debates y luego legislar. .
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