Sábado 13 de abril de 2013
Aventuras
El argentino que conquistó con sus pies el Polo Norte
El
mendocino Juan Benegas se convirtió el miércoles en el primer
compatriota en llegar al extremo del hemisferio boreal sobre sus esquíes
A
Juan Benegas le gustan los desafíos. Las pruebas extremas que ponen en
duda la fortaleza física y mental. Mendocino, de 45 años, abandona
cuando puede la rutina de la oficina del centro porteño y se impone
alguna experiencia especial. En el Aconcagua o en el Everest. En la
Antártida o en el otro extremo del mundo. Y en el Polo Norte fue
precisamente donde el miércoles pasado se convirtió en el primer
argentino en pisar ese lugar, cuya sola mención remite a otros tiempos
de aventuras.
Benegas caminó por la superficie congelada rumbo a
la latitud 90° norte. Con esquíes de marcha y a fuerza sólo de tracción
humana para empujar trineos con equipos, el mendocino completó 170
kilómetros que separaron su meta del punto de partida, la base rusa
Barneo.El 2 de abril había llegado al archipiélago noruego de Svalbard, donde realizó la tarea de aclimatación final antes de lanzarse en compañía de cinco expedicionarios rusos, un belga y un italiano en busca del Polo Norte geográfico. Viento polar, temperaturas de 50° bajo cero y grietas fueron algunos de los obstáculos por vencer, incluso con la tensión constante por la presencia de osos en la zona.
Benegas es un deportista acostumbrado a los riesgos, aunque considera que, a veces, es más peligroso moverse en la ciudad que en los lugares en donde realiza sus travesías. "Si sos feliz, hacelo", dice.
"Fue una experiencia maravillosa", relató durante una conversación telefónica con LA NACION apenas unas horas después de concretar su hazaña. Maravillado con el lugar -"es de otro planeta", comentó-, Benegas recordó las dificultades planteadas por la travesía: "Al frío te lo bancás, pero cuando te detenés, se congela la hidratación de la piel y terminás con la ropa totalmente mojada. Pasábamos más de dos horas cada día dándoles con cepillo a las camperas para evitar la congelación".
El mendocino está acostumbrado a la búsqueda de alcanzar lugares donde ningún otro argentino pisó antes. En 2005 se convirtió en el primero en hacer cumbre en el Monte Vinson, en la Antártida, bajo condiciones de resistencia física similares a las que enfrentó ahora del otro lado del mundo. Llegar al Polo Norte geográfico puede lograrse sin sacrificio, como turista que abona su derecho a usar el helicóptero de la base Barneo. Pero el mendocino cree en las pruebas de superación personal, de explorar el camino difícil.
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