Diario “La Nación”. Buenos Aires, 23 de abril de 2006 | Publicado
en edición impresa
Prebisch, un
multifacético y polémico economista
Influyó por 50 años y se cumplen 20 de su muerte
El sábado próximo se cumplirán 20 años del fallecimiento
de Raúl Prebisch, quien había nacido en Tucumán, el 17 de abril de 1901. La
ocasión merita una reflexión sobre la vida y la obra de este multifacético compatriota,
a quien con igual pasión algunos pretenden sentarlo junto a los
"grandes" de la profesión de economista, y otros lo desdeñan al punto
de sugerir que sólo generó males.
Padre alemán, madre argentina, tuvo tres hermanos y
cuatro hermanas. "No practico ningún deporte, me gustaba trepar la
montaña. En mi época de estudiante nunca hice vida de café" (todo lo
entrecomillado surgió de conversaciones que mantuvo con Mateo Magariños,
publicadas en 1991).
Alumno y docente. Estuvo 30 años relacionado con la UBA;
desde 1918, en que ingresó como alumno, hasta 1948, porque lo echaron. Gracias
a la reforma universitaria de 1918 se volcó a la bien surtida y actualizada
biblioteca. Dominaba el francés y el italiano, y también tenía conocimientos de
inglés. Se recibió de contador, sin completar los estudios de doctorado. En
1925, fue designado profesor interino de Economía Política.
Economista, funcionario público nacional e internacional.
Comenzó su carrera fuera de la universidad en 1922, como director de estadísticas
de la SRA. Desde mediados de 1927 organizó la Oficina de Estudios Económicos
del BNA. En 1923 visitó Australia y Nueva Zelanda, para estudiar la aplicación
del impuesto a los réditos en países agrícolas. En esa misma época también
conoció Estados Unidos y Canadá.
La revolución del 6 de septiembre de 1930 lo llevó a la
Subsecretaría de Hacienda, iniciando casi una década y media de activa y
crucial participación en la política económica argentina. A comienzos de 1933
asesoró a Pinedo, ministro de Hacienda, a Duhau, titular de Agricultura, y fue
gerente general del BCRA desde su creación, en mayo de 1935.
Prebisch y Pinedo lideraron un grupo de jóvenes, que tuvo
a su cargo la conducción económica en épocas internacionalmente complicadas. En
la década de 1960 "cruzaban espadas". No sé si, en vida, alguna vez
se reconciliaron. "En 1931 nunca dejamos de creer que la recuperación
estaba a la vuelta de la esquina. La realidad sería diferente. Bajo la presión
de los acontecimientos el gobierno dispuso el control de cambios, modificó los
arrendamientos rurales, creó el impuesto a los réditos, la Junta Reguladora de
Granos. En agosto de 1932 la Conferencia de Ottawa creó las preferencias
imperiales, a favor de los países integrantes del Commonwealth. Como consecuencia
de ella, el 1° de mayo de 1933 se firmó el pacto Roca-Runciman. Prebisch,
asesor de Roca, afirmó: "Sigo estimando, y puedo demostrarle a quien
quiera, que el acuerdo era lo único que podía hacerse para proteger la
exportación argentina del desastre de la gran recesión mundial. No fue un
acuerdo dinámico. Fue un acuerdo de defensa, en un mundo económico
internacional que se contraía". La capacidad de organización, vitalidad y
personalidad de Prebisch gerente del BCRA era antológica. En octubre de 1943 lo
echaron. Un destacadísimo y altamente expuesto funcionario de la "década
infame", independientemente de su talento, experiencia y personalidad, no
podía continuar en funciones luego del golpe de Estado del 4 de junio de dicho
año.
Hacia mediados del siglo XX, comenzó su actividad como
funcionario público internacional, primero como secretario general de la Cepal,
entre 1949 y 1963, y luego durante aproximadamente una década como titular
ejecutivo de la Unctad (la Oficina de las Naciones Unidas para el Comercio y el
Desarrollo).
En septiembre de 1955 fue convocado por la Revolución
Libertadora. En menos de un mes, confeccionó el Informe Prebisch. "Se
comprometió innecesariamente la eficiencia de la producción agropecuaria; no se
siguió una política acertada y previsora de sustitución de importaciones, y no
se ha dado a la explotación de petróleo nacional el fuerte estímulo que
necesitaba ineludiblemente... Han quedado pocos técnicos de reconocida
capacidad... Hay 25 años de atraso en la renovación del material
ferroviario". Recomendó devaluar, crear el INTA e ingresar al FMI y al
Banco Mundial.
Seis años después de haber publicado el
"catecismo" sobre el deterioro de los términos del intercambio y la
industrialización sustitutiva de importaciones, frente a la realidad argentina
de mediados de la década de 1950, privilegió los hechos.
Regresó a la Argentina para asesorar al presidente Raúl
Alfonsín.
Obra
"Entre la crisis de la década de 1930 y la gran
crisis del capitalismo de comienzos de la década de 1980, mi pensamiento ha
atravesado por cinco etapas, bajo la influencia de una realidad cambiante y del
ensanchamiento de mi propia experiencia? La primera etapa fue antes de la
Cepal, la segunda y la tercera, durante la Cepal, la cuarta durante la Unctad,
y la quinta, cuando quedé libre de responsabilidades ejecutivas", sostuvo
en 1983. La prolija antología de lo que escribió entre 1919 y 1948, preparada
por Manuel Fernández López, contiene 152 trabajos que ocupan 2494 páginas.
Después aparecerían sus trabajos más recordados. ¿Qué características tuvo su
voluminosa obra escrita? Ser estimulada por los hechos, ser confeccionada entre
períodos de fuerte actividad ejecutiva, ser crecientemente general y abstracta
(y en mi opinión, menos valiosa) y ser redactada de manera atractiva.
"La realidad está destruyendo en la América latina
aquel pretérito esquema de la división internacional del trabajo que, después
de haber adquirido gran vigor en el siglo XIX, seguía prevaleciendo
doctrinariamente hasta muy avanzado el presente? En ese esquema, a América
latina venía a corresponderle, como parte de la periferia del sistema económico
mundial, el papel específico de producir alimentos y materias primas para los
grandes centros industriales. No tenía cabida allí la industrialización de los
países nuevos. Los hechos la están imponiendo. Dos guerras en el curso de una
generación, y una profunda crisis económica entre ellas, han demostrado sus
posibilidades a los países de América latina, enseñándoles positivamente el camino
de la actividad industrial."
Así arrancó "América latina y algunos de sus
principales problemas", el clásico trabajo que publicó en 1949. Según
Prebisch, mientras el progreso técnico en la industria implicaba mayores
beneficios y salarios, el del sector agropecuario se traducía en menores
precios. ¿Resultado? Los términos del intercambio se deterioraban.
Encima de lo cual el eje económico mundial pasaba de
Inglaterra, una economía abierta y complementaria con la de la Argentina, a
Estados Unidos, una economía cada vez más cerrada y sustitutiva de la nuestra.
Ergo: industrialización sustitutiva de importaciones, no como ideología sino
como necesidad.
¿Qué es permanente y qué transitorio en Prebisch? Para
mí, es permanente la idea de la relación centro-periferia, son transitorias
(mejor dicho, condicionadas y limitadas en el tiempo) las del deterioro de los
términos del intercambio y la de la industrialización sustitutiva de
importaciones.
En palabras del propio Prebisch: "La gente siguió
asociando con la Cepal lo que ellos llaman el modelo de sustitución de
importaciones. ¡Qué diablos! ¡No había tal modelo! Se fue acudiendo en cada
etapa a lo que era posible; se defendió la industrialización sustitutiva en
épocas en que era imposible hacer otra cosa".
Centro y periferia
Cuando debido a alguna mala noticia o evento el mundo
"arruga", todos los países contraen su nivel de actividad y, por
consiguiente, sus importaciones.
Encima de lo cual se produce un movimiento internacional
de capitales, en busca de mayor calidad.
Lo cual implica que en épocas de crisis un país central
(ejemplo: Inglaterra) tiene problemas de comercio exterior, pero ingreso
(mediante repatriación o refugio) de capitales; mientras que un país periférico
(por ejemplo, la Argentina) tiene problemas de comercio exterior, y encima
salida de capitales, lo que obliga a una mayor contracción económica interna.
La relación centro-periferia también es relevante en el
plano de las ideas.
Ser economista en un país periférico obliga a redoblar
los esfuerzos, porque hay que saber lo que saben los colegas que viven en el
centro, pero además hay que saber filtrar todo lo que se estudia, lo que se
escucha y ve (sería una pésima interpretación del Prebisch de 1949 pensar que
no hay que leer a David Ricardo; lo que hay que hacer es comprenderlo, para
saber qué tiene que ver con nosotros, ahora).
Tampoco hay que pasarse al otro lado. De la relación
centro-periferia "a la Prebisch" yo no derivo que pertenecer a la
periferia es una ventaja, sino una circunstancia que sería mejor no tener, ni
propongo aislamiento, fusilar a quienes han vivido en el extranjero, hablan
otros idiomas además del nativo o completaron sus estudios en el exterior, ni
mucho menos la revolución".
Además, lo que es permanente es el concepto
centro-periferia, no el conjunto de países que integra cada grupo; así como
vamos, es sólo cuestión de tiempo para que China pertenezca al centro.
Cabe plantear la cuestión de la relación entre un texto
"fundacional" y lo que dispara en mentes más afectas a la adhesión o
a la crítica, que al permanente análisis de los hechos y los esquemas
interpretativos.
Cuestión particularmente importante, cuando algún
prestigioso aparece "bendiciendo" posiciones heterodoxas, o se lo
atribuyen.
Keynes no fue el único economista que recomendó abandonar
el equilibrio fiscal durante la Gran Crisis. Pero ¿para hacerlo tenía que
burlarse de los economistas clásicos, invitando a la
"irresponsabilidad" más allá del punto y momento en el cual era
necesaria, induciendo a pensar que la heterodoxia es un activo en sí mismo?
Exactamente lo mismo se puede decir de Prebisch, quien
claramente no sufría de "industrialitis".
¿Cuántas de las barbaridades que se dijeron e hicieron en
la práctica sobre industrialización sustitutiva de importaciones, se deben al
entusiasmo con que se implementaron sus ideas? Debate eterno.
Claro que los "tapones de punta" que Keynes y
Prebisch utilizaron para introducir sus ideas dentro de la profesión
difícilmente hayan generado un grado "óptimo" de heterodoxia.
Personalidad
Prebisch funcionario fue impactante; Prebisch pensador es
digno de consideración, pero según mi limitada experiencia, Prebisch persona
supera a los otros dos.
En abril de 1980, la Universidad Bar-Ilan, de Israel,
organizó un congreso en su honor y le otorgó un doctorado honoris causa. Estuvo
"con las luces prendidas", asistiendo a todas las discusiones,
manteniendo permanentemente el buen humor y recordando en el cóctel final que
él tenía más años que la ciudad de Tel Aviv.
El último mediodía, Jorge Katz y yo lo invitamos a comer.
El "joven" de casi 80 años caminó varias cuadras hasta el
restaurante, mantuvo una activa conversación, comió como el que más y tomó buen
parte de una botella de vino de tres cuartos. ¡Momentos antes de pronunciar el
discurso de aceptación del doctorado! Sin papel, habló sin problemas durante 45
minutos.
En la Casa Rosada, en abril de 1984, Prebisch ofreció una
conferencia de prensa. "No me va a comenzar a criticar", me dijo
sonriendo. Ante la total sorpresa de los periodistas presentes, lo que siguió
fue una muestra total de sensatez, alertando sobre los problemas que entonces
enfrentaba la política económica del ministro Bernardo Grinspun.
Imposible olvidarlo en el plano personal. Ojalá estas
líneas sirvan para familiarizarnos con las ideas y la obra del Prebisch real.
El autor es titular de Depabloconsult y profesor en las
universidades de San Andrés y del Cema .
Por Juan Carlos de Pablo Para La Nacion
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