Domingo 19 de mayo de
2013 | Publicado en edición impresa
Bajo presión
Las
embajadas extranjeras, en alerta por la ofensiva del Gobierno
Los conceptos de
"impunidad" y "amenaza
a los pilares institucionales de la democracia"se apoderaron del lenguaje de los diplomáticos extranjeros en Buenos Aires,
que observan con mucha preocupación el avance del Gobierno sobre la prensa y la Justicia. Las críticas se
potenciaron luego de las denuncias de corrupción en la Casa Rosada, ventiladas
por periodistas y referentes de la oposición.
En las últimas dos semanas ya no sólo se menciona la idea
de la Argentina "aislada" o "desglobalizada" en las
embajadas. A ese vocabulario crítico emparentado con las trabas a las
importaciones o las estatizaciones de empresas privadas se sumó un tono más
grave en cuanto a una "tendencia en baja de la calidad democrática del
Gobierno", según resaltaron varios diplomáticos.
El ámbito en el que se observaron signos de preocupación
fue un encuentro reservado de embajadores de la Unión Europea (UE) en Buenos
Aires. Pero también surgió luego de la visita de eurodiputados, entre
diplomáticos de Asia, Estados Unidos, en los festejos por la independencia que
hubo en la embajada de Paraguay y en otras oficinas diplomáticas de países
latinoamericanos.
Según pudo saber LA NACION, algunas sedes diplomáticas
elevaron informes secretos a sus capitales y alertaron sobre el "impacto
negativo" de las reformas judiciales. También se alertó sobre la
posibilidad de que el Gobierno intervenga el Grupo Clarín o expropie Papel
Prensa, condicionando así la libertad de expresión en el país.
Una veintena de embajadores de la UE se reunió el 24 de
abril pasado con el jefe de la delegación Alfonso Diez Torres para analizar,
entre otras cosas, la situación de la reforma judicial que impulsó la Casa
Rosada. Allí hubo una coincidencia: en la Argentina "existe una clara
amenaza a la independencia de poderes", relataron a LA NACION por lo menos
siete embajadores presentes en ese encuentro.
No obstante, hubo cautela y estricto cuidado al momento
de hacer públicas estas apreciaciones, ya que el tema de la reforma judicial
también divide a algunos de esos embajadores. En algunos países europeos, por
ejemplo, está permitido el voto popular para miembros del Consejo de la
Magistratura. Lo que no está claro es la injerencia política que aquí tendrá la
medida.
Por otra parte, los eventuales "efectos
nocivos" de la reforma judicial también fueron abordados por un grupo de
cinco eurodiputados que llegaron a Buenos Aires hace diez días, liderados por
el español Luis Yañez-Barnuevo García. Éstos mantuvieron reuniones con
legisladores del oficialismo y de la oposición y, además de hablar de un
eventual acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur, se mencionó la
preocupación por el avance del Gobierno en la Justicia.
"Debemos alertar sobre que los acuerdos de cooperación
entre la Unión Europea y la Argentina contemplan temas económicos, pero también
un pilar político que es el de la defensa de la democracia, de los derechos
humanos, de la libertad de prensa y de la independencia de poderes que aquí
están bajo amenaza", expresó a LA NACION un destacado embajador europeo.
Sin embargo, los diplomáticos del Viejo Continente no son
los únicos con muestras de preocupación. En la fiesta de la independencia de
Paraguay, realizada el lunes pasado en la embajada de ese país, hubo un
centenar de invitados y la ausencia total de funcionarios del Gobierno. El
encargado de Negocios de Paraguay, Juan Miguel González Bibolini, pudo escuchar
duras críticas de embajadores latinoamericanos ante las amenazas de la Casa
Rosada a la prensa y a la independencia de los jueces.
"Sólo vamos a cuestionar públicamente al Gobierno si
da muestras concretas de que quiere intervenir Clarín o expropiar Papel
Prensa", aseveró el embajador de un país vecino. Su frase fue avalada por
sus pares centroamericanos.
INDIFERENCIA EN EE.UU.
Por otra parte, hay signos claros de Estados Unidos de
que la Argentina dejó de ser un país atractivo para Barack Obama. No sólo se
plantearon diferencias entre ambas administraciones al momento de evaluar la
lucha del Estado contra la corrupción, como expuso en una nota que envió la
semana pasada la embajada de Estados Unidos a la Cancillería. También hay una
evidente muestra de indiferencia de Washington hacia Buenos Aires: el
secretario de Estado norteamericano, John Kerry, viajará próximamente a Brasil en
visita oficial y no vendrá a la Argentina. A la vez, Obama recibirá en la
primera semana de junio al presidente chileno, Sebastián Piñera, señal
inequívoca de que quiere potenciar ese vínculo.
"La Argentina no está dando buenas señales de
transparencia", confió un diplomático del Departamento de Estado, en
alusión directa a las denuncias de corrupción y lavado de dinero de empresarios
amigos del kirchnerismo.
Si bien la reciente visita a la Argentina del
vicepresidente de China, Li Yaunchao, fue mostrada por la Casa Rosada como una
señal de alineamiento con el gigante asiático, esto no significa que en Asia
haya una lectura altamente positiva del país.
"Creemos en la Argentina, pero también necesitamos
tener muestras de apoyo y de interés de la Argentina por nuestros países",
comentó a LA NACION Amarendra Khatua, el embajador de la India en Buenos Aires.
La queja del
diplomático asiático está más vinculada a las trabas a la importación de
productos que impone Guillermo Moreno. Aunque los nubarrones en el plano
judicial y en la prensa también se trasladan al plano económico, cuando se
menciona una inquietud automática por eventuales signos de inseguridad jurídica
que advierten los observadores extranjeros en la Argentina..
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