Diario "La Nación". Buenos Aires, Viernes 18 de febrero de 2011
Crisis en el mundo árabe / Un país donde Teherán y Washington se disputan la influencia
Violenta represión a las protestas en el reino de Bahrein
Antes de que el ejército tomara las calles, la policía atacó a los manifestantes; cuatro muertos
MANAMA.-
En un violento intento de sofocar las protestas a favor de la
democracia inspiradas en otros levantamientos del mundo árabe, la
policía del reino de Bahrein, un archipiélago del Golfo Pérsico aliado
de Washington, atacó ayer a los manifestantes que acampaban en la
capital, lo que provocó la muerte de por lo menos cuatro personas, .
"Nos
están matando", dijo un hombre mientras la policía disparaba gases
lacrimógenos y perdigones en su avance por la plaza de la Perla, en
Manama, en la madrugada de ayer, para dispersar a unas 2000 personas,
incluidos mujeres y niños, que habían pasado tres días emulando las
exitosas protestas de la plaza Tahrir de El Cairo, Egipto.Patrullas policiales rodearon la plaza, centro de las protestas contra el gobierno que comenzaron el lunes. Los agentes instalaron barricadas de alambre de púas en las calles de acceso a la plaza y arrasaron con carpas y carteles. El Ministerio del Interior declaró el campamento "ilegal" y advirtió a la población que no saliera a las calles.
Las manifestaciones en Bahrein, un reino de apenas 1,3 millones de habitantes que es un centro financiero regional, germinaron después de que las protestas en Túnez y Egipto desembocaran en la caída de sus respectivos presidentes. Como en esta pequeña monarquía, los levantamientos también amenazan ahora a los gobiernos de Libia y Yemen.
Consciente del descontento y del peligro sobre su supervivencia política, la familia real de Bahrein, aliada también de Arabia Saudita, parece haber decidido cortar de raíz el último desafío a su autoridad. Decenas de personas fueron detenidas, según indicaron líderes de la oposición a la monarquía.
El ejército en las calles
Horas después de la brutal represión, el ejército tomó el control de la mayor parte de la capital, decretó el estado de emergencia y prohibió las protestas. Las fuerzas armadas dijeron que tenían los "sectores cruciales" de Manama "bajo control".Manama quedó así bloqueada, ya que los trabajadores en la capital no podían pasar los retenes o estaban demasiado asustados para salir de sus casas. Los bancos y otras instituciones permanecieron cerrados.
En su rueda de prensa diaria, el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, aseguró que "Estados Unidos cree firmemente que la violencia no es la reacción apropiada" y recordó que los manifestantes "protestan pacíficamente en favor de demandas razonables para que se los implique en el proceso político".
Bahrein es uno de los pilares de la estructura y estrategia militar de Washington en la región, ya que es la base de la V Flota, encargada de contrarrestar la expansión de la influencia de Irán.
La Casa Blanca, insistió Carney, defiende el derecho universal a la reunión pacífica y, en sus contactos con el gobierno del rey Hamad al-Khalifa, seguirá "presionando en favor de ello".
Vecino y aliado estrecho del gigante petrolero Arabia Saudita, Bahrein no cuenta con reservas de crudo, pero es un importante centro bancario.
El aspecto sectario de la violencia en Bahrein, cuya mayoritaria población chiita está gobernada por una familia real de origen sunnita, es otro de los elementos que podrían alimentar el descontento de la minoría chiita de la propia Arabia Saudita.
Los manifestantes tienen dos objetivos: obligar a la dinastía gobernante sunnita a dejar de monopolizar los altos cargos de gobierno y las decisiones cruciales, y responder a antiguos reclamos de la mayoría chiita, sometida a discriminación sistemática y excluida de los puestos relevantes incluso en las fuerzas armadas.
Una crisis prolongada en ese Estado abriría la puerta a un punto de inflexión en la relación de fuerzas entre Irán y sus rivales árabes en el Golfo Pérsico, ya que el régimen de los ayatollahs apoyó abiertamente a la mayoría chiita de Bahrein, que constituye el 70% de la población.
Reunidos de urgencia, los Estados del golfo brindaron su apoyo al gobierno de Al-Khalifa. Los jefes de la diplomacia del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) celebraron ayer una reunión extraordinaria en Manama para apoyar a Bahrein. "El Consejo dio su apoyo al gobierno en materia de seguridad, de defensa y de política", dijo en un comunicado el grupo. El CCG incluye a Bahrein, Omán, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos.
Desde el inicio de las protestas, el lunes pasado, seis personas en murieron en Bahrein y decenas resultaron heridas, luego de que varios internautas llamaran por Facebook a manifestarse para exigir reformas y apertura en el reino.
DETIENEN A TRES EX MINISTROS EGIPCIOS
- EL CAIRO (AFP).- Tres ex ministros egipcios, entre ellos el titular de Interior, Habib el-Adli, y el magnate del acero Ahmad Ezz, fueron detenidos ayer, sospechosos de corrupción y blanqueo de dinero. El-Adli fue uno de los blancos de las protestas contra el régimen de Hosni Mubarak -que dimitió hace ocho días-, luego de que la policía desapareció de las calles tras los violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes.
Diario "La Nación". Buenos Aires, Viernes 18 de febrero de 2011
Opinión
Otro aliado clave de EE.UU. en apuros
Nicholas D. Kristof
The New York Times
The New York Times
MANAMA.-
El deslumbrante centro financiero de Bahrein, uno de esos Estados
árabes autocráticos gobernados por una familia y considerados aliados de
Estados Unidos, se ha convertido en el último recordatorio de que los
regímenes autoritarios tardan en aprender.
Bahrein es otra ficha
del dominó de Medio Oriente desestabilizada por el enojo de sus jóvenes,
cuyas pacíficas manifestaciones han sido violentamente reprimidas por
el régimen con gases lacrimógenos, balas de goma y disparos de escopeta.Al principio, los manifestantes sólo querían la liberación de los presos políticos, el fin de la tortura y menos concentración de poder en manos de la familia que controla el país, los Al-Khalifa. Pero ahora, después de la violenta represión de las protestas, la multitud pide la caída de los Khalifa. Muchos estarían dispuestos a aceptar una monarquía constitucional al estilo británico, en la que el rey Hamad, uno de los Khalifa, reinara sin poder. Pero un creciente número de ellos pide la renuncia del propio rey.
El rey Hamad pronunció un discurso en el que lamentó la muerte de los manifestantes, y retiró temporalmente a la policía de las calles. Pero a primeras horas de ayer, con el envío de la fuerza antidisturbios, el rey Hamad subestimó su propia vulnerabilidad y su bancarrota moral.
Todo esto coloca a Estados Unidos en un aprieto. Bahrein es un aliado crucial de Estados Unidos porque es la base de la V Flota de la marina norteamericana, y Washington mantiene vínculos estrechos con la familia Khalifa. Es más, en algunos aspectos, Bahrein era un modelo para la región. Allí las mujeres y las minorías juegan un papel mucho más relevante que en la vecina Arabia Saudita, la alfabetización es casi plena tanto en hombres como en mujeres, y se han introducido algunas reformas verdaderamente democráticas. De los 40 integrantes de la poco poderosa Cámara baja del Parlamento, 18 pertenecen a un partido opositor.
Anteayer, y no sin cierta cuota de maldad, le pregunté al ministro de Relaciones Exteriores, Sheik Khalid Ahmed al-Khalifa, si no le debía su puesto a su familia. Reconoció que así era, pero señaló que Bahrein está cambiando y agregó que algún día el país tendrá un ministro de Relaciones Exteriores que no se apellide Khalifa. "Es un proceso en marcha", insistió, y enfatizó que había que observar a Bahrein a través del prisma de sus pares en la región. "Bahrein está en el Golfo Pérsico", señaló. "No está en los Grandes Lagos."
El problema es que Bahrein ha educado a su población y ha creado una clase media que no se conforma con las migajas de un potentado árabe paternalista: este país es inherentemente inestable, porque es predominantemente chiita y la familia real es sunnita. Por esa razón, la convulsión en Bahrein está repercutiendo en otras autocracias del Golfo que oprimen a los chiitas, entre ellas, Arabia Saudita.
Es probable que los líderes de Bahrein susurren al oído de los funcionarios norteamericanos que los manifestantes democráticos son fundamentalistas alentados por Irán. Eso es ridículo. Las protestas no son antinorteamericanas, y si en Irán apoyamos el "poder del pueblo", también deberíamos hacerlo en Bahrein. Basta caminar con los manifestantes para darse cuenta de que su enojo es completamente razonable.
Estados Unidos tiene importantes intereses en juego en Bahrein? e importantes valores. Espero que nuestras cariñosas relaciones con quienes están en el poder no nos hagan perder de vista que lo más probable es que la historia tome partido por los manifestantes que recibieron balas de goma y no por los regímenes que las dispararon.
Traducción de Jaime Arrambide.
No hay comentarios:
Publicar un comentario