Publicado en el diario "La Capital", Rosario, Argentina, 23 de abril de 2015
Por Laura E. Vilosio *
Reflexiones. Los distintos intereses y tiempos
políticos de la Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil no facilitan el
fortalecimiento del organismo, creado en 1991. Los futuros
parlamentarios no parecen poder darle más gravitación.
La creación del MERCOSUR, en marzo de 1991, fue el primer intento serio
y concreto de brindar institucionalidad al anhelo de crear en América
del Sur un mercado común abierto al mundo y al ingreso del resto de los
países de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
Nadie puede desconocer la importancia que tiene tanto para la región
como para cada uno de los países que lo conformó —Argentina, Brasil,
Paraguay y Uruguay— que lo tomaron como un espacio que les permitiera
ingresar a los avatares inciertos de la globalización con un mayor grado
de respaldo y seguridad.
Esos fines, tanto loables como deseables, requieren de políticas de
Estado de largo plazo, así como de verdaderos estadistas con auténtica
vocación política, capaces de enfrentar los grandes desafíos que entraña
llevar a cabo este sueño. Sin embargo, estas políticas de largo alcance
no han aparecido y no se vislumbran en el corto plazo tampoco.
El desarrollo institucional del MERCOSUR, aspecto que reviste una
importancia esencial y que requeriría un tratamiento reflexivo y sensato
por parte de personas avocadas a pensar a la región como un todo
potenciador de su inserción en el mundo, ha quedado, en gran parte,
sometido a las políticas cortoplacistas de los países miembros; es
decir, son las agendas internas las que inciden a la hora de las
decisiones regionales internacionales.
Es interesante analizar, por caso, el Parlamento del MERCOSUR, hoy
conocido como PARLASUR. Este órgano fue puesto en funcionamiento en 2007
y vino a reemplazar, luego de muchísimos proyectos y debates, a la
Comisión Parlamentaria Conjunta (CPC) aunque nació debilitado. En
efecto, según el Protocolo Constitutivo del Parlamento MERCOSUR (PCPM),
este órgano puede hacer pocas cosas más que su antecesora. En el
artículo 4° se mencionan sus competencias y, paradójicamente, no se
establece ni una sola competencia decisoria. Sí, se establecen algunas
funciones de contralor sobre los órganos decisorios que no tienen
correlato sancionatorio alguno.
No cabe duda que su creación quiso emular al Parlamento de la Unión
Europea que sí tiene verdaderas funciones legislativas: crea y participa
en la redacción de normas que deben ser cumplidas tanto por los Estados
miembros como por los propios ciudadanos de la Unión.
En algo sí se parece el Parlamento del MERCOSUR a su seudo par Europeo.
Su protocolo constitutivo prevé que sus integrantes sean elegidos por
los ciudadanos de sus respectivos países en elecciones directas.
Para eso, el PCPM estableció en sus disposiciones transitorias dos
etapas a fin de concretar el objetivo de elección directa de sus
representantes. Durante la primera, que se extendería entre el 2007 al
2010, el PARLASUR estaría integrado por representantes elegidos de
manera indirecta. La segunda etapa, entre 2011 y 2014, correspondería a
la elección directa —aunque no simultánea— de los parlamentarios, luego
de la definición de un criterio de representación para poder llegar al
año 2014 con un Parlamento que cuente con miembros elegidos de forma
directa por los ciudadanos del bloque y en una elección independiente de
los calendarios nacionales, de forma simultánea en los cuatro socios.
Paraguay en el año 2008, produce la primera elección directa de
parlamentarios regionales, pero en el resto de los países miembros las
reformas en los respectivos códigos electorales, necesarias para llevar a
cabo estas elecciones, se vieron sometidas a la viabilidad política
interna y el resultado fue la dilación de los plazos estipulados. De
esta forma, las dos etapas mencionadas fueron unificadas en una sola y
además, prorrogado el plazo para la elección directa de los miembros
hasta el 2020.
En Brasil existen, desde hace tiempo, al menos dos proyectos de ley
destinados a definir el proceso de elección directa de los
parlamentarios del MERCOSUR, sin embargo la última norma en este sentido
confirma la elección indirecta de los 27 diputados y 10 senadores que
integrarán la representación brasilera en el Parlamento del MERCOSUR que
serán designados por los líderes partidarios en la Cámara de Diputados y
el Senado y cuyo mandato durará toda la actual legislatura hasta enero
de 2019. Uruguay y Venezuela tampoco mostraron apuro por votar a sus
representantes en el legislativo regional.
Por su parte, el gobierno argentino decidió a fines de 2014 la
conveniencia de llevar a cabo las elecciones destinadas a ocupar las
bancas del PARLASUR este año y de manera conjunta con las
presidenciales. Muchas interpretaciones se han hecho sobre la
oportunidad que representa para el gobierno incorporar este año las
elecciones de los parlamentarios del MERCOSUR junto a las de diputados y
senadores del Congreso Nacional. En este sentido, se ha hablado de la
importancia que representa para el oficialismo poder contar con la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner en las listas como candidata a
diputada en el PARLASUR, quien, de resultar elegida, tendría
garantizados fueros parlamentarios. Incluso, le posibilitaría al
oficialismo, la inclusión en sus listas de los jefes territoriales del
peronismo que se quedan próximamente sin la posibilidad de reelección.
Los procesos de integración requieren, sin lugar a dudas, de
flexibilidad, pero se construyen gradualmente, con objetivos claros,
estratégicamente diseñados, sostenidos en el tiempo y con un andamiaje
institucional acorde a cada etapa de su desarrollo. Las grandes
estructuras no garantizan grandes resultados cuando son huecas y el
PARLASUR parece estar orientado a engrosar el armazón cada vez más
empobrecido de este proceso de integración.
El MERCOSUR ha servido demasiadas veces para potenciar, legitimar e
impulsar a través de sus instituciones, políticas internas de corto
plazo de los gobiernos que lo integran. Gobiernos estos que son débiles
para afrontar los costos que una verdadera integración regional implica y
que mal utilizan a sus instituciones para lograr objetivos de la baja
política.
Una vez más, las agendas internas mandan a la hora de las decisiones
regionales internacionales; una vez más, el MERCOSUR sigue lejos de ser
lo que pretendió.
* Magister en Integración y Cooperación Internacional - Centro de
Estudios en Relaciones Internacionales de Rosario (CERIR) - CEI-UNR
Llamarán a la elección del Parlasur, pero no dirán dónde va la boleta
Elecciones 2015. El Gobierno publicará el lunes la convocatoria a las PASO .Lo definirá la Justicia. Se supone que irá detrás de la presidencial. Es parte de una jugada K para que Cristina sea candidata.
El borrador ya salió
del Ministerio del Interior que encabeza Florencio Randazzo, pero el
decreto presidencial recién se publicaría el lunes, sobre el filo del
plazo legal, 90 días antes de las PASO. La convocatoria a las elecciones
nacionales, una rutina que se repite cada dos años sin alterar el pulso
político, esta vez viene con novedades. Que vendrán por partida doble.
De un lado, porque incluirá el llamado a elegir diputados del Mercosur,
como estaba previsto. Pero lo curioso viene ahora: el texto no dirá cómo
irán intercaladas las boletas.
Fuentes del Gobierno le aseguraron
a Clarín que la intención es que sea la Justicia Electoral la que asuma
la carga de definir si, como tosos suponen, el tramo principal de las
listas del Parlasur (la que se define por distrito único y distribuye 19
bancas) terminarán pegadas justo detrás de las fórmulas presidenciales.
La
incógnita quedó sembrada desde la misma sanción de la ley promovida de
apuro por el kirchnerismo, en medio de las últimas fiestas de Fin de
Año, al excluirse deliberadamente una definición sobre el lugar de esa
boleta, mientras crecían los rumores sobre la intención de Cristina
Kirchner de encabezar la nómina oficialista.
De hecho, esa
posibilidad sigue siendo alentada por poderosas usinas de la Rosada,
desde las que se evalúan como impactos menores la complicación de la
Presidenta con la Justicia por el caso Hotesur y la denuncia del
fallecido fiscal Alberto Nisman en el caso AMIA. No es casualidad que
la ley haya agregado inmunidades especiales a los electos para el foro
regional.
Con picardía, las plumas oficiales evalúan colocar a
título de “guía” un orden en la redacción de la convocatoria para
incidir en la interpretación de la Justicia Electoral, colocando primero
la de presidente y vice, seguida de las listas del Parlasur que se
votarán en todo el país, los senadores (donde se elijan) y diputados
nacionales, y por último los otros 24 diputados del Mercosur que votarán
los distritos (uno cada uno).
El plan apuntaría a evitar que se
le adjudique la decisión al poder político, aunque en el fondo el
kirchnerismo mantiene en pie la idea de utilizar las boletas a
presidente y al Parlasur como un tándem, para darle idéntico “brillo” en
el cuarto oscuro. O incluso que una eventual boleta de Cristina –y su
retrato– opaque la presidencial.
Si la Presidenta mantendrá en
reserva su decisión de competir hasta el cierre de candidaturas (el 20
de junio) para las PASO del 9 de agosto, es vox populi que el radical
Leopoldo Moreau negoció su pase al mundo K a cambio de un casillero “a
salir” en la lista del Parlasur. En la alianza PRO-UCR-ARI se especula
con la candidatura del titular de la Auditoría, Leandro Despouy. Y en el
massismo suena el ex ministro Roberto Lavagna.
Con todo, la jueza
electoral María Servini de Cubría debe resolver sobre la
constitucionalidad de la ley que dispuso la elección de diputados al
Parlasur, con sede en Montevideo. Gerardo Milman, director de la AFSCA
por la oposición, pidió su anulación por el otorgamiento de fueros
especiales. Fuentes judiciales aseguran que quedaría en pie la elección,
pero sin los fueros.
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Domingo 19 de julio de 2015 |
Parlasur: una legislatura sin brillo que se coló en la campaña
Lejos
de despejar interrogantes, la elección directa de los legisladores del
Mercosur que se dará en los próximos comicios desató una catarata de
dudas, peleas y polémicas que cristalizan fielmente a un bloque regional
signado por sus propias contradicciones y crisis permanentes.
Los
deseos nunca concretados de Cristina Kirchner de presentarse como
candidata al Parlasur, sumado al debate por el presunto uso de los
fueros parlamentarios para eludir causas penales y el desfase en la
fecha de elección directa de los mercodiputados argentinos respecto de
otros socios del bloque, pusieron bajo la lupa a un Congreso regional
que empezó a funcionar en 2007, pero que hasta ahora carecía de brillo.
La
novedad de las PASO será que en la boleta de candidato a presidente,
gobernador, intendente o legislador estará también la de los 19
postulantes al Parlasur por cada partido a nivel nacional, más un
representante para ese congreso de cada provincia. De esta manera, tras
las elecciones nacionales la Argentina pasará de tener 26 miembros del
Parlasur, como ahora, a 43 parlamentarios. Esto es así porque con la
elección directa cambiarán las proporciones de los miembros del Congreso
del Mercosur. Hasta ahora sólo Paraguay eligió en forma directa a sus
mercodiputados. Uruguay, Brasil, Venezuela y Bolivia -flamante nuevo
miembro pleno del bloque- tendrán plazo hasta 2020 para designar por
elección directa a sus representantes del Parlasur. Pero en medio de
esta transición habrá un desfase de bancas que ya despertó una polémica
interna.
¿Podrá el Parlasur vetar las decisiones de los
presidentes del Mercosur? ¿Las resoluciones y proyectos que aprueben los
mercodiputados deberán ser atendidas obligatoriamente por los países
miembros? ¿Cobrarán sueldos fijos los representantes del Parlasur?
¿Tendrán una sede permanente? ¿Funcionará el Parlasur como el Parlamento
Europeo?
Estas y otras preguntas están atadas a la novedad de la
boleta de candidatos al Parlasur. Pero aquellos ciudadanos que piensen
que estarán votando por un Parlamento similar al de la Unión Europea aggiornado al Mercosur se equivocan extensamente.
Nada
más lejos que las facultades, poder y alcance que tiene el Parlamento
Europeo con las limitaciones y debilidades que tiene el Parlasur, más
allá de que sus miembros vayan a ser elegidos en forma directa y no como
ocurre desde 2007, en que los mismos diputados o senadores se cruzaban
en sus tiempos libres a Montevideo para sesionar.
El
resultado del Parlasur hasta hoy fue poco menos que lamentable: en 2014
sólo sesionó dos veces, este año lleva apenas una reunión y no se
recuerda una sola resolución que haya gravitado, aunque sea en la
retórica, en el debate de los presidentes del bloque.
Aquellos
defensores del Parlasur y de la elección directa de sus miembros aducen
que esta dinámica cambiará desde diciembre porque sus miembros cobrarán
una dieta fija y deberán rendir cuentas a sus partidos.
Sin
embargo, las facultades del Parlasur no quedarán alteradas. Los
mercodiputados tienen derecho de voz y voto para cualquier acta del
parlamento, incluyendo: dictámenes, proyectos de normas, recomendaciones
y pedidos de informes. Pero cada una de sus resoluciones no es
vinculante y, además, debe ser refrendada por cada Congreso de los
países miembros. Es decir, que al menos hasta 2020, cuando todos los
miembros sean elegidos en forma directa, nada indica que el poder
lánguido del Parlasur vaya a cambiar sustancialmente.
"Resulta
muy difícil en países de fuerte regímenes presidencialistas, como los
latinoamericanos, que un Parlamento tenga peso político. En cualquier
caso, lo que resuelva el Parlasur siempre va a quedar atado a las
voluntades de los presidentes", admitió a LA NACION el mercodiputado
uruguayo Daniel Caggiani, del Frente Amplio.
Debate por los fueros
Desde
el momento en que el Gobierno deslizó que Cristina Kirchner podía
llegar a ser candidata al Parlasur se abrió un fuerte debate en la
Argentina, sobre el eventual uso de los fueros que podrían obtener
algunos funcionarios para eludir el acoso judicial a futuro. Pero,
presentadas las listas de postulantes para las PASO, el kirchnerismo no
candidateó a la Presidenta. No obstante, la polémica sobre el uso de
prerrogativas parlamentarias en el Parlasur persistió.
De hecho,
la candidata a mercodiputada por el frente opositor Cambiemos, Mariana
Zuvic, decidió renunciar a los fueros antes de iniciar la campaña como
un gesto desafiante hacia el kirchnerismo. "Si queremos que el Parlasur
pueda cumplir con la tarea noble para la que fue pensado, lo primero que
tenemos que asegurarnos es que las personas que pretenden integrar ese
cuerpo sean idóneas. Mientras existan los fueros parlamentarios como
funcionan hoy esto no va a pasar, porque la prioridad va a ser buscar la
inmunidad parlamentaria", dijo Zuvic a LA NACION.
En esta misma
línea, el ex vicecanciller de Carlos Menem y ahora activo asesor del
Frente Renovador, Andrés Cisneros, desafió a quienes se postulan al
Parlasur: "Los candidatos harían bien en presentarse a las elecciones
renunciando a los fueros y a los salarios", expresó. Cisneros también
remarcó que "el Parlasur comparte con el Mercosur un estado catatónico,
aunque si estas elecciones directas sirven para poner en marcha el
bloque habrán servido de algo, si no quedará el Parlasur como otro
aguantadero de políticos sin trabajo".
Desfase con Brasil
Actualmente,
el Parlasur está integrado por 122 bancas de las cuales 23 son para
Venezuela; 37 para Brasil; 26 para la Argentina; 18 para Paraguay y 18
para Uruguay. Esta distribución de bancas cambiará en cuanto los Estados
partícipes del bloque elijan a sus representantes de manera directa. La
nueva cantidad de parlamentarios del Mercosur que le corresponderá a
cada país se definirá teniendo en cuenta el método poblacional
decreciente. Así, para 2020 habrá un Parlasur de 186 escaños, donde a
Brasil le corresponderán 75 parlamentarios; a la Argentina, 43
parlamentarios; a Venezuela, 32; a Paraguay, 18, y a Uruguay, otros 18.
Aun no se definió el número para Bolivia que acaba de ingresar.
Pero
en la transición a este nuevo mapa del Parlasur ya estalló una fuerte
polémica. Según un relevamiento que hizo Poder Ciudadano, en consulta
con la Secretaría de Comunicación del Parlasur, la Unidad de Enlace con
el Parlamento del Mercosur dentro de la Cámara de Diputados y del
Senado, Brasil pasará a tener 43 y 75 bancas, pero sólo una vez que
elijan a sus parlamentarios del Mercosur en forma directa. De esta
manera, la Argentina tendrá a fines de este año más bancas que Brasil
(43 sobre 37, a pesar de tener una población mucho menor a la del país
vecino). El desfase de escaños recién se acomodará una vez que Brasil
elija antes de 2020 en forma directa a sus mercodiputados.
Según
confirmaron a LA NACION fuentes calificadas de la diplomacia de Brasil,
este tema ya fue planteado por los diplomáticos de Itamaraty en el seno
del Mercosur y también formó parte de una discusión reservada de
cancilleres en la cumbre de presidentes que culminó ayer en Brasilia.
"Si
queremos que el Mercosur y el Parlasur no agonicen debemos avanzar en
forma sumultánea en la reforma de su congreso, con igualdades de todos
los miembros, y esperar que en un futuro inmediato este Parlamento emita
decisiones vinculantes", expresó a LA NACION el diputado radical Mario
Negri, actual miembro del Parlasur.
En esta misma línea, Pablo
Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano, destacó en un informe
público que "la elección de los parlamentarios por parte de la
ciudadanía es un paso importante. Luego, el desafío será construir un
espacio regional que permita potenciar a la región a partir de sus
intereses comunes".
Durante la campaña presidencial se verá a los
candidatos por el Parlasur de cada partido planteando sus propuestas.
Hasta ahora se desconocen los objetivos y planes que tiene cada partido
para sus postulantes, más allá de haber mostrado algunas figuras de
renombre, como Jorge Vanossi por la alianza UNA; Juan Carlos Zabalza y
Héctor Polino, por el Frente Progresista; Miguel Espeche Gil, por la
Coalición Cívica, y Rodolfo Terragno, por la UCR, entre otros.
El
ex canciller de Cristina Kirchner y actual primer candidato al Parlasur
por el FPV, Jorge Taiana, expresó a LA NACION que su objetivo central en
el Parlasur será "fortalecer el Mercosur, superando desconfianzas y
resolviendo las diferencias existentes, contemplando los intereses de
todos los Estados parte y de sus ciudadanos".
Además, Taiana cree
que el Parlasur debe participar en las negociaciones comerciales entre
el Mercosur y otros bloques regionales porque representa los intereses y
la voluntad de cada uno de los pueblos de sus estados miembros. "Desde
el FPV estamos en condiciones de aportar a la institucionalización y
consolidación del Mercosur para poder superar problemas coyunturales y
poder avanzar en una agenda de largo plazo", añadió el ex canciller.
No
será tarea sencilla que los presidentes dejen que el Parlasur se
involucre en las negociaciones del Mercosur con la UE por un acuerdo de
libre comercio. De hecho, esas negociaciones están empantanadas desde
hace más de diez años por desavenencias internas de cada bloque.
Numeros en baja
La
tarea de reflotar el Mercosur no parece ser sencilla si se observa un
alicaído espacio que cada vez se funde más en un bloque ideologizado en
lugar de dar paso a una potencia económica unificada. Mucho menos fácil
parece ser concretar el desafío que se planteó Taiana de que el Parlasur
supere las desconfianzas existentes, de cara a los resultados del
bloque regional.
El director de la consultora Desarrollo de
Negocios Internacionales (DNI), Marcelo Elizondo, acaba de emitir un
duro informe sobre la crisis que atraviesa el Mercosur. "Sus principales
componentes no están funcionando. El arancel externo común está
afectado por numerosas excepciones, la prevista eliminación de
restricciones al comercio intra región está afectada por los límites a
las importaciones (especialmente de la Argentina), la integración
productiva está interrumpida por obstáculos a la inversión
transfronteriza entre sus miembros y la coordinación de políticas
macroeconómicas entre sus miembros ha sido sustituida por diferencias
sustanciales entre políticas públicas en los países", se destaca en el
documento de DNI.
Al informe lo acompañan números poco optimistas
para el futuro del Mercosur. En materia comercial, en 2014, el Mercosur
exhibió una caída de sus exportaciones de 9,6%. La inversión extranjera
directa también cayó en el Mercosur: según Cepal, la inversión
extranjera neta alcanzó en el Mercosur en 2014 unos 71.615 millones de
dólares, mientras que en 2013 había sido de 83.788 millones de dólares y
en 2012 había alcanzado 85.107 millones de dólares.
"Cuanto más
sólido seamos como bloque internamente, mayores serán los logros para
desarrollo de nuestros pueblos. Y eso sucederá cuando el Parlasur deje
de funcionar testimonialmente", dijo Sebastián Velezquén, uno de los
referentes del Frente Renovador en política exterior.
Estas
intenciones sólo dejarán de ser expresiones de deseo si hay verdadera
voluntad política de los presidentes del Mercosur de darle mayor fuerza
al Parlasur y al propio bloque.
"El Parlasur podría constituirse
en un buen instrumento para profundizar el proceso de integración,
otorgándole institucionalidad al bloque.Pero para que esto suceda, es
necesario, primero, que exista una verdadera voluntad política de
avanzar en un proceso de consolidación del Mercosur donde se parta del
sinceramiento del diálogo político y de las visiones e intereses sobre
la integración de los países que lo integran", destacó a LA NACION
Fulvio Pompeo, que asesora a Mauricio Macri en temas de política
exterior.
Por el momento, el Parlasur enfrenta una dura paradoja:
sus resoluciones no son vinculantes y tampoco lo serán en el futuro
inmediato, mucho menos si se tiene en cuenta que ni los propios Estados
miembros pueden cumplir con la normativa que le exige el Mercosur para
su ingreso. Así, por ejemplo, Venezuela ingresó en 2013 al Mercosur,
pero aún no ajustó siquiera el 50% de sus leyes arancelarias al bloque.
Un
largo camino queda por recorrer para contar con un Mercosur a pleno y
un Parlasur con verdadero peso político. En caso contrario, como dice el
embajador Eduardo Mallea, presidente de la Asociación Profesional del
Cuerpo Permanente del Servicio Exterior: "Estamos en una etapa
Preparlasur, en la que el propio Parlasur podrá correr con el riesgo
eterno de quedarse como un espacio para emitir meros enunciados
declarativos, sin el menor peso normativo"..
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