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martes, 7 de abril de 2015

CUBA (1997) "EL CHE NO ERA UN SANTO Y NO HAY QUE DEIFICARLO"

Llegaron a Santa Clara los restos de Guevara

"El Che no era un santo y no hay que deificarlo"

Lo afirmó Enrique Oltuski, viceministro de Pesca cubano
LA HABANA, 14 (EFE).- "El Che no era un santo y no hay que deificarlo. Cometió errores, igual que todos nosotros. También tuvo que aprender sobre la marcha, igual que los demás. Pero tenía un físico atractivo y las mujeres lo perseguían. Los héroes siempre deben ser físicamente atractivos", sostuvo Enrique Oltuski, antiguo compañero de Ernesto Guevara en la guerrilla y hoy viceministro cubano de Pesca, al intentar explicar el fervor que aún hoy despierta la figura de Ernesto Guevara.
En declaraciones a un reducido grupo de periodistas, Oltuski, que luchó con el Che en la toma de Santa Clara y después trabajó con él en distintos puestos gubernamentales, afirmó que "al llegar al poder ninguno de nosotros sabíamos nada. Tampoco el Che, desde luego, porque todos éramos combatientes sin conocimientos".
Para reforzar sus afirmaciones recordó una célebre anécdota protagonizada por Fidel Castro y el Che. Castro pidió un voluntario para dirigir el Banco Nacional de Cuba y Guevara se ofreció para ello. Castro se sorprendió de que Guevara fuera economista y así se lo hizo saber. El Che, algo molesto, le respondió que él no era economista y que había entendido que Castro necesitaba un comunista.
"Entonces nos pusimos a estudiar contabilidad con un exiliado español, el profesor Mansilla. Lo hacíamos por la noche", dijo Oltuski, que también colaboró con el Che cuando éste, finalmente, consiguió ponerse al frente del Banco Nacional de Cuba.
El viceministro se alteró al referirse a las críticas que algunos intelectuales dirigieron al guerrillero por fusilar a "un mínimo de supercriminales" cuando era jefe militar del cuartel de La Cabaña y dijo que, por el contrario, Guevara había pecado de "blando".
"Es muy cómodo analizar estas ejecuciones desde la distancia, pero nosotros perdimos veinte mil compañeros en la lucha y esos esbirros tenían que pagar sus crímenes, porque eran perros de prensa -afirmó-. Algunos deberían haber sido fusilados 52 veces, no sólo una."
Según Oltuski, el Che fue demasiado "blando", porque no ajustició a todos los que se lo merecían. "Eran miles y miles los que merecían ser fusilados", manifestó.
Concedió que Guevara "no era narcisista, admiraba a quien le contestaba, era un fanático de la verdad y siempre decía lo que pensaba".
Recordó que, después del triunfo de la revolución, todas las mujeres andaban enamoradas del Che porque "tenía un físico muy atractivo y, además, ya era un héroe. Las mujeres corrían detrás de él y hay que reconocer que tenía mucho éxito".

Un día inolvidable en Cuba

SANTA CLARA, Cuba, 14.- Toda Cuba salió hoy a las calles para rendir tributo al Che Guevara y a sus compañeros caídos en combate, en la lejana Bolivia.
Minutos después de las 7.20, la caravana de automóviles que transportaba sus restos salió del monumento a José Martí, en la Plaza de la Revolución, en La Habana.
Desde horas antes, la gente ya se había instalado a los costados de la carretera central. Esta es la vía que trajo al Che victorioso desde Santa Clara a la capital de la isla. Aquí, donde en diciembre de 1958 ganó la última batalla contra el ejército de Fulgencio Batista, será enterrado el viernes próximo en un mausoleo.

Cadena humana

Los aproximadamente 270 kilómetros que separan a Santa Clara de La Habana estuvieron unidos hoy por una cadena humana impresionante. Cerca de un millón de personas saludó, desde los bordes de la ruta, al cortejo de familiares y funcionarios que portaban los ataúdes del Che y de sus seis compañeros caídos en Bolivia.
"Rebeldes ayer, heroicos hoy, revolucionarios siempre", se leía en los carteles colgados a lo largo del camino. Fotos del Che, de Fidel Castro, de su hermano Raúl y de Camilo Cienfuegos adornaban todo el recorrido.
La gente, con banderas cubanas y del Movimiento 26 de Julio (que originó la Revolución), arrojaban flores al paso de la caravana. Niños de colegios, trabajadores de fábricas, enfermeras, miembros de sindicatos y de las fuerzas armadas veían por última vez el féretro de su comandante de origen argentino.

Asociaciones de base

Las asociaciones de base del régimen, como el Consejo de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas y la Asociación de ex combatientes, por citar algunas, habían organizado ya los lugares específicos donde cada grupo se instalaría. Cientos de camiones, ómnibus y vehículos militares apoyaron esta gigantesca movilización popular.
Cada metro estuvo ocupado. Agentes de seguridad, apostados al borde del pavimento, controlaron a esta verdadera multitud, mientras oficiales en motocicletas recorrían los distintos tramos, para asegurarse de que todo estuviera en orden. "Ayuden solemnemente, con esa disciplina que nos caracteriza", gritaban a través de los megáfonos.
La radio Cadena Rebelde no hacía más que dedicarse a esta jornada inolvidable para el pueblo cubano, que se despidió fervorosamente del Che. Canciones alusivas a él, su biografía y los recuerdos de sus amigos y familiares, así como partes de sus discursos, fueron transmitidos durante las casi doce horas que duró la travesía.
Bajo un sol abrasador, la gente esperó durante horas antes de ver por sólo unos minutos los vehículos de la caravana. Algunos hacían campamentos, otros dormían o escribían mensajes sobre el asfalto. "No te olvidaremos", "Hasta siempre", "Che, amigo", fueron algunos de esos mensajes espontáneos.

Homenaje campesino

El convoy con los restos de los guerrilleros caídos en Bolivia en 1967 debió atravesar plantaciones de caña de azúcar, de cítricos y de vegetales de todo tipo. Los campesinos vieron la procesión popular desde sus caballos y se sacaron los sombreros de paja en señal de respeto.
Un helicóptero de la televisión siguió desde el aire cada instante del recorrido. Fotógrafos de todo el mundo tomaron esas imágenes, en medio de una multitud desbordante.
Como si estuvieran en un acto escolar, los niños posaban firmes, sosteniendo pinturas y dibujos del Che.

Capacidad de movilización

Al llegar a Santa Clara, la caravana fue recibida por una gigantesca multitud de habitantes de la localidad y de lugares vecinos. Muchos habían venido desde muy lejos, en toda clase de vehículos.
Una nube de periodistas locales y extranjeros se precipitaron hacia la cabeza de la caravana, para tomar las primeras fotografías del arribo y obtener imágenes de los féretros.
Los restos fueron llevados a la Biblioteca José Martí, donde serán expuestos mañana y el jueves próximo.
Más allá del inmenso cariño y del claro respeto que los cubanos sienten por el Che, lo que quedó en evidencia hoy es la tremenda capacidad de movilización que aún tiene el régimen castrista.
Como escribió hace tiempo Máximo Gómez: "Los cubanos, si no llegan, se pasan". .
Por Alberto Armendáriz(Enviado especial) Por Andrés Oppenheimer 
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