Diario "Clarín". Buenos Aires, 29 de abril de 2012.
Sudán, el gran desafío chino
DELGADA LINEA ROJA- Gustavo Sierra
China estrena su nuevo papel como potencia internacional con un intento de mediación
entre Sudán y Sudán del Sur. El presidente Hu Jintao envió a un hombre
muy cercano suyo para intentar detener un nuevo baño de sangre entre
estas dos naciones que ya guerrearon por 20 años en un conflicto que dejó al menos dos millones de muertos.
El interés de China en Sudán está basado por sobre todo en el petróleo. Mantiene inversiones en los pozos a ambos lados de la frontera sudanesa y compra el 60% de la producción . El presidente sud sudanés, Salva Kiir, visitó la semana pasada Beijing y denunció allí que sus hermanos del norte habían declarado la guerra a su país al bombardear en la zona disputada de Heglig.
Sudán del Sur se independizó en julio pasado luego de un referendo emanado del acuerdo de paz firmado en el 2005 que terminó con dos décadas de guerra civil. Pero quedaron pendientes el trazado de la frontera, la propiedad de campos petrolíferos y el precio que tiene que pagar la nueva república por transportar su producción de crudo a través de Sudán. El último conflicto estalló cuando los sudaneses del sur tomaron un pueblo petrolero pretendido por el gobierno de Khartún.
Y en el caos apareció otro jugador regional, Uganda. El jefe de las fuerzas armadas ugandesas anunció que sus tropas lucharán junto a los sud sudaneses si los del norte intentan retomar el control de Juba, la ahora capital del nuevo país. Uganda ya tiene 5.700 soldados en territorio sudanés que forman parte del contingente de 12.000 cascos azules de la Unión Africana. Los ugandeses también intervienen en operaciones contra el denominado Ejército de Resistencia del Señor de Joseph Kony que se mueve entre Sudán del Sur, la República Centroafricana y el Congo.
El mediador Zhong Jianhua va a tener que enfrentar estos problemas geopolíticos y varios otros inéditos para la diplomacia china. Hay más de 35.000 nuevos refugiados que huyen de los bombardeos en Heglig y que se suman a los 115.000 que ya estaban en los campos. Y subyace la grave cuestión religiosa que enfrenta a los sudaneses del norte islamistas con los del sur que son cristianos y animistas.
El interés de China en Sudán está basado por sobre todo en el petróleo. Mantiene inversiones en los pozos a ambos lados de la frontera sudanesa y compra el 60% de la producción . El presidente sud sudanés, Salva Kiir, visitó la semana pasada Beijing y denunció allí que sus hermanos del norte habían declarado la guerra a su país al bombardear en la zona disputada de Heglig.
Sudán del Sur se independizó en julio pasado luego de un referendo emanado del acuerdo de paz firmado en el 2005 que terminó con dos décadas de guerra civil. Pero quedaron pendientes el trazado de la frontera, la propiedad de campos petrolíferos y el precio que tiene que pagar la nueva república por transportar su producción de crudo a través de Sudán. El último conflicto estalló cuando los sudaneses del sur tomaron un pueblo petrolero pretendido por el gobierno de Khartún.
Y en el caos apareció otro jugador regional, Uganda. El jefe de las fuerzas armadas ugandesas anunció que sus tropas lucharán junto a los sud sudaneses si los del norte intentan retomar el control de Juba, la ahora capital del nuevo país. Uganda ya tiene 5.700 soldados en territorio sudanés que forman parte del contingente de 12.000 cascos azules de la Unión Africana. Los ugandeses también intervienen en operaciones contra el denominado Ejército de Resistencia del Señor de Joseph Kony que se mueve entre Sudán del Sur, la República Centroafricana y el Congo.
El mediador Zhong Jianhua va a tener que enfrentar estos problemas geopolíticos y varios otros inéditos para la diplomacia china. Hay más de 35.000 nuevos refugiados que huyen de los bombardeos en Heglig y que se suman a los 115.000 que ya estaban en los campos. Y subyace la grave cuestión religiosa que enfrenta a los sudaneses del norte islamistas con los del sur que son cristianos y animistas.
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