Diario "La Capital". Rosario, Martes, 05 de agosto de 2014 01:00
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El mundo
El grupo Estado Islámico avanza en Irak y parece invencible
La formación terrorista sunita ha instaurado un "califato" en una amplia región, donde aplica la rígida ley islámica medieval o Sharía.
Jeque. El pasado 5 de julio el líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, se presentó en una mezquita de Mosul.
Por Jan Kuhlmann / DPA
Si las noticias diarias de triunfo que emiten los
militares iraquíes fueran ciertas, los soldados del gobierno ya habrían
vencido hace rato al grupo terrorista sunita Estados Islámico (EI).
Regularmente el portavoz militar Kasim Atta, un hombre delgado de bigote
y mirada severa, se presenta ante la prensa y anuncia los supuestos
éxitos de sus unidades. En los hechos, sin embargo, el ejército iraquí
hasta ahora no pudo con los extremistas. Por el contrario: el avance del
grupo terrorista continúa. Y por el momento parece invencible tanto en
Irak como en Siria.
El fin de semana por primera vez vencieron también a
los combatientes "peshmerga" kurdos. Al contrario del desolador ejército
iraquí, las unidades kurdas hasta ahora eran consideradas el baluarte
contra el EI (hasta hace poco denominado Estado Islámico en Irak y
Siria, ISIS). El domingo, sin embargo, evacuaron amplios territorios al
norte y al oeste de Mosul tras intensos combates y desataron una huida
masiva en la populosa ciudad. Alrededor de 200.000 personas abandonaron
sus casas por temor al dominio del EI, comunicó la misión de la ONU en
Irak y advirtió de una "tragedia humanitaria".
Y como si el drama de los refugiados no fuera lo
suficientemente terrible, los extremistas del EI pudieron tomar otros
lugares de importancia estratégica. Entre ellos figuran dos yacimientos
de petróleo en las cercanías del oleoducto más importante entre Irak y
Turquía. Ya en las semanas pasadas el grupo terrorista había logrado
controlar grandes yacimientos petroleros en Irak y Siria. Vende el
petróleo y con lo que recauda financia su lucha contra Bagdad y Damasco.
Para muchos iraquíes fue un shock la noticia de que
los combatientes del EI también habían tomado el mayor embalse de Irak,
la represa de Mosul. De esta manera controlan el suministro de energía a
la ciudad de Mosul, que tomaron a principios de junio. Mosul es la
segunda ciudad del país, con 1,6 millón de habitantes. La represa
construida en los años 80 goza de mala reputación. Su estado es tan
desastroso que amenaza con derrumbarse, lo que desataría una inundación
que podría llegar a Bagdad, situada a 400 kilómetros. Desde hace años
los expertos advierten que hay que realizar obras, para lo cual se
postuló una empresa alemana. Pero hasta hoy no pasó nada.
Estas conquistas ayudan a los extremistas a afianzar
más su dominio. En Irak controlan amplios territorios en el norte y el
oeste. En Siria, un tercio de la superficie del país. Hace tiempo que
disolvieron la frontera entre ambos Estados y declararon un "califato
islámico". Prácticamente poseen lo que la red terrorista Al Qaeda nunca
tuvo: un Estado propio. En él imponen leyes basadas en la forma más
antiguo del derecho islámico, la Sharia (un compendio de normas civiles y
penales que data de la Edad Media). Los "infieles" son obligados a la
conversión, asesinados u obligados a huir, como se hizo en Mosul. Las
mujeres deben cubrirse el rostro y el alcohol y el tabaco están
estrictamente prohibidos. Una y otra vez el nuevo opoder informa de
ejecuciones públicas.
Los éxitos militares de los combatientes del EI
responden a una buena organización y a la elevada moral de combate, todo
lo contrario de lo que ocurre en el ejército iraquí. Cuanto más
territorios toman los extremistas, más fuertes se vuelven. Los éxitos le
dan legitimidad al grupo terrorista y lo hacen más atractivo para
potenciales seguidores. Sobre todo se le unen hombres jóvenes de los
territorios conquistados.
Avance en el vacío.El experto en
Irak del International Crisis Group, Peter Harling, sin embargo,
considera que el grupo no es invencible. "No es fuerte, sino que opera
en un vacío", dice. "El Estado en Irak se derrumbó y fue sustituido por
una estructura de poder corrupta, sactaria y fragmentada", dice en
referencia al Irak construido luego de la invasión de EEUU en 2003 y el
derrocamiento de Saddam Hussein.
Mientras los terroristas del EI siguen avanzando, los
partidos políticos en Bagdad se pelean por el próximo jefe de gobierno.
Una cosa está clara: Los extremistas sunitas no pueden ser vencidos
sólo militarmente. La discriminación de los sunitas por parte del
gobierno dominado por los shiítas les allanó el camino. Muchos sunitas
dejarán de apoyar a los terroristas sólo si tienen más influencia en
Bagdad. Pero por ahora bajo el gobierno del shiíta Nuri al Maliki no
parece que se vaya a producir ningún cambio en ese sentido.
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