El padre de los BRIC prevé que seguirán siendo el motor global
Diario "La Nación". Buenos Aires, lunes, 11 de marzo de 2013 0:03 EDT
Lo primero que llama la atención al entrevistar a
Jim O'Neill
es su marcado acento inglés de Manchester. Lo segundo podría ser su traje un poco arrugado.
Jim
O'Neill es, después de todo, una especie de profesor universitario
vestido de ejecutivo banquero. Pero el reconocido economista y
presidente saliente de
Goldman Sachs
GS -0.88%
Asset Management fue la persona que hace más de una década
detectó el potencial de cuatro países que, para la mayoría de los
inversionistas, pasaban desapercibidos: Brasil, Rusia, India y China.
Jim O'Neill, presidente saliente de Goldman Sachs Asset Management.
Jillian Edelstein
Los llamó BRIC, un término que cobró
importancia al expresar adecuadamente un cambio en la economía mundial a
favor de los mercados emergentes y a expensas de las economías
desarrolladas. Los cuatro países BRIC incluso comenzaron a colaborar de
forma más estrecha. Ahora que deja su puesto, O'Neill ofreció algunas
predicciones. A continuación, una versión editada de sus comentarios.
WSJ: Partamos con su visión del crecimiento global para la década actual.
O'Neill:
Es una opinión polémica, pero creo que el Producto Interno Bruto
mundial va a crecer más entre 2011 y 2020 que en cada una de las últimas
tres décadas gracias a los BRIC.
China
crea una nueva España al año. En 2011, es decir sólo un año, el alza
del PIB en dólares de los países BRIC equivalió al total de la economía
italiana.
Para 2015, el PIB agregado de
los cuatro países BRIC será probablemente mayor que el de Estados
Unidos. De modo que lo que ocurra en los países BRIC será, cada vez más,
el motor del PIB global.
WSJ: ¿Qué desempeño anticipa para los países BRIC?
O'Neill: El
crecimiento de China se desacelerará casi con seguridad, a 7% anual en
lugar de 10%. Creo que India podría crecer más de 10% al año, pero no
estoy seguro. Presumo que Brasil se expandirá 5% y Rusia 4%.
WSJ: Así que es más optimista acerca de India.
O'Neill:
India tiene, claramente, el mayor potencial de desarrollo entre los
países BRIC esta década. Sus cifras demográficas son increíbles. Tiene
una tasa de natalidad muy fuerte, lo que significa que el perfil
demográfico mejora todo el tiempo y es muy joven. En los próximos 20
años, el aumento en el tamaño de la población en edad de trabajar en
India podría ser igual de grande que la actual fuerza laboral en EE.UU.
Es extraordinario.
Pero para que todo
esto se concrete, India necesita, por supuesto, hacer reformas. De
partida, necesita aceptar la inversión extranjera directa. ¿Cuándo le
abrirá la puerta a las inversiones extranjeras directas? Esa es la
pregunta de los mil millones de rupias. He aprendido que, en el caso de
India, no se puede ser excesivamente optimista porque la situación es
muy compleja.
WSJ: ¿Por qué Rusia es la economía más rezagada de los BRIC?
O'Neill: Tiene
la demografía más débil. También es la más dependiente de la producción
de energía. Creo que es muy factible que los precios del petróleo ya
alcanzaron su máximo y que el superciclo de las materias primas haya
llegado a su fin. Desde 2000, los precios del crudo han subido, aunque
el pico se registró en 2008. He señalado durante todo el año que los
inversionistas deben ser cautos con el petróleo, y lo sigo pensando.
WSJ: ¿Cuál es el mayor riesgo que amenaza a los BRIC?
O'Neill: Nos acabamos de librar de él: una guerra comercial entre EE.UU. y China. La idea de un triunfo de
Mitt Romney
en las elecciones estadounidenses me tenía nervioso. Pero ese
riesgo ya no existe, lo que es bueno. Otro riesgo es que el gobierno
chino no logre controlar la transición del país hacia la democracia.
Creo que piensa avanzar en la reforma política, pero eso demorará. He
pasado mucho tiempo en China y me he reunido con muchas personas
importantes. Uno de los temas de los que se habla a menudo es que hay
que prestarles mayor atención a la innovación y la creatividad. Eso
significa permitir que las personas sean más creativas y asuman más
riesgos. Hay que proveer más libertad. Así que voy a estar observando
esto muy de cerca. El proceso es muy impredecible. Podría ser muy
difícil. Si los líderes del país no lo manejan bien, China podría sufrir
un aterrizaje forzoso.
WSJ: ¿Cómo
impactará el cambio de la economía china hacia un modelo impulsado por
el consumo interno las relaciones con EE.UU. y el crecimiento global?
O'Neill:
Sigo muy de cerca la evolución de las ventas minoristas en China y ha
sido fantástica. Hemos observado sólidos signos de aceleración. Creo que
el presidente Xi Jinping heredó una economía que se está ajustando. Si
la tendencia hacia un mayor gasto interno cobra fuerza, las relaciones
China-EE.UU. deberían experimentar una drástica mejoría. EE.UU. querrá
venderle más a China e importar menos. Verá a China menos como una
amenaza y más como una oportunidad. El cambio más importante de esta
década es que EE.UU. está pasando a ser más como China y China más como
EE.UU. Es la razón que justifica mi optimismo acerca del crecimiento
global. Me asombra que el Fondo Monetario Internacional no sea más
optimista acerca de esta clase de cambio.
WSJ: ¿Cuáles son las perspectivas para la zona euro?
O'Neill: Sospecho
que Europa volverá a ser aburrida. Los últimos dos años han sido
demasiado agitados para los estándares europeos. Pero, en el fondo,
Europa sigue siendo un lugar poco interesante.
El
potencial de crecimiento del continente es de entre 1,5% y 2% para esta
década. Sí, la crisis de la zona euro es dramática, pero a la larga se
resolverá de una u otra manera. El tema es ¿cuándo? Esa sigue siendo la
pregunta del billón de euros.
WSJ: ¿Nos tiene preparada alguna nueva sigla?
O'Neill: No
quiero ser conocido por eso. Ya estaban diciendo que había acuñado los
MIST: México, Indonesia, Corea del Sur y Turquía. Lo que creo es que
estos cuatro países, junto con los BRIC, deben ser considerados como un
grupo aparte de los mercados emergentes puesto que todos representan más
de 1% del PIB global. Son los grandes. Creo que a los MIST les va a ir
bien, pero no tan bien como a los BRIC.
WSJ: ¿A qué BRIC le gusta más viajar?
O'Neill:
Esa es fácil. Brasil. Les encanta el fútbol, al igual que a mí. No
viajé a India en 2012, pero fui a Brasil, Rusia y China. El que más
visitaba era China.
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PENSARLO DOS VECES ANTES DE
INVERTIR EN EL MUNDO EMERGENTE
Nueva era Mercados
emergentes pierden atractivo como opción de inversión
El Cronista Comercial
por MARTÍN
BURBRIDGE
Buenos Aires, 08.12.14
¿Coincidirán en 2015 los inversores con Napoleón
cuando sostuvo que la prudencia es más peligrosa que
la audacia? En un universo financiero en el
que pesa mucho el nivel de tolerancia al riesgo de cada uno, las perspectivas
para el año próximo respecto de los mercados
emergentes llamarían a ser más prudentes que audaces.
Y sin embargo, como bien saben los analistas e
inversores de todo el mundo, en muchos casos ser más audaz que la media da muy
buenos resultados. Sin ir más lejos, el índice Merval de la Bolsa de Buenos
Aires arrojó una ganancia del 130% en los tres primeros trimestres de 2014, la
mayor del mundo, dentro de un contexto doméstico de mucha incertidumbre (luego,
como confirmando a los más prudentes, desde principios de octubre hasta hoy
lleva perdido un 25%).
Si bien los mercados emergentes han sido los destinos
de inversión más atractivos de la última década, y principalmente a partir del
estallido de la burbuja especulativa subprime en 2008, hoy el panorama luce
bastante diferente de cara a 2015.
De hecho, desde el año 2011 que el índice MSCI de
acciones emergentes no logra superar al de acciones mundiales, toda una señal
de que el sentido del viento ha cambiado, por lo menos por un tiempo.
Sin ir más lejos, los resultados globales de las
acciones emergentes en 2014 han sido bastante decepcionantes para los inversores,
acostumbrados a obtener ganancias elevadas en estos mercados.
El índice que las reúne no supera el 3% este año,
siendo inferior al rendimiento de las acciones europeas y, sobre todo,
estadounidenses.
¿Qué pasó?
Hace rato que los inversores comprendieron que el boom
emergente se detuvo, debido en gran parte a su alta correlación con la salud de
la economía estadounidense.
Cuando estalló la crisis subprime, la política
monetaria ultra expansiva de la Reserva Federal hizo que las tasas de interés
se derrumbaran y que las alternativas de inversión en EE.UU. perdieran
atractivo.
De esta manera, la llegada de inversión extranjera
directa (IED) a las economías emergentes se volvió récord, atraída por un
contexto de saneamiento fiscal y de fuerte crecimiento en la mayoría de estos
países, gracias a un ciclo alcista de sus productos exportados (principalmente
commodities).
Pero a medida que la economía de EE.UU. se recuperó,
los flujos de IED que iban al mundo emergente en busca de mayor rentabilidad
cambiaron de dirección y comenzaron a retornar al principal mercado financiero
mundial.
En junio de 2013 se dio la señal oficial de que las
cosas comenzaban a cambiar (cuando la Fed advirtió que en el futuro próximo iba
a reducir su plan de estímulo monetario), algo que se produjo de manera
gradual. Por eso no debería sorprender que hoy les cueste mucho a los bancos
vender productos financieros emergentes a sus clientes.
"El dólar atrae los flujos de los inversores que
ven allí una protección, un refugio. Podemos pensar que los inversores se
preparan para repatriar los fondos de los emergentes hacia la zona dólar, a
partir del momento en que las tasas de interés vuelvan a subir en Estados
Unidos", indicó Igor de Maak, de DNCA Finance.
Hoy, a diferencia de unos años atrás, hay bastante
reticencia en colocar una parte tan importante de la cartera en activos que no
sean desarrollados (principalmente de EE.UU.), a pesar de que las acciones
emergentes estén bastante subvaluadas, según varios analistas.
Sin embargo, la realidad indica que los inversores
abandonan los mercados emergentes, más allá del potencial que conserven.
Nadie pone en duda que hacia 2030 estas economías van
a representar el 60% del PIB mundial (hoy alcanzan el 40%) y que el volumen
total de la capitalización bursátil de sus acciones va a superar el 50% del
total, cuando hoy representan el 30%. A pesar de ello, la brecha de crecimiento
entre los países emergentes y desarrollados se redujo (pasó de un 5% al 2,5%
actual) y recientemente el FMI tuvo que revisar a la baja sus perspectivas de
crecimiento para estas economías.
Sólo la India se salva
Entre los principales destinos de inversión en el
mundo emergente (los conocidos BRIC), sólo la India parece estar salvándose de
la retirada de flujos de fondos.
China se desacelera desde hace algunos años, mientras
que Rusia y Brasil sufren por la caída en el precio de los commodities y
problemas internos como las sanciones internacionales por la crisis en Ucrania
o el escándalo de corrupción de Petrobras.
En cambio, los inversores creen que el nuevo gobierno
indio cuenta con el consenso interno suficiente para llevar adelante un extenso
plan de inversiones en infraestructuras que necesita el país y una mayor
protección para la IED. De hecho, la OCDE estima que en 2016 el crecimiento del
PIB indio va a alcanzar al chino.
En este contexto, la apreciación del dólar (por las
políticas monetarias contractivas de la Fed) también afecta a muchos
emergentes, principalmente asiáticos, varios de ellos con sus monedas atadas a
la cotización de la divisa estadounidense. Porque estos países tienen que
lidiar además con la depreciación del yen japonés, ya que su gobierno viene
aplicando una política monetaria ultra expansiva para mejorar la competitividad
de sus exportaciones. Todo esto hace que muchos inversores hoy prefieran no
seguir el consejo de Napoleón y pensarlo dos veces antes de invertir en el
mundo emergente.
http://www.cronista.com/finanzasmercados/Nueva-eraMercados-emergentes-pierden-atractivo-como-opcion-de-inversion-20141208-0022.html
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El mercado de valores de China superará a los del Reino Unido y Japón hacia el año 2030
22/07/2014
Hacia el año 2030, se espera que los mercados de
capitales emergentes dupliquen sus índices sobre acciones globales y que China
supere al Reino Unido y a Japón, convirtiéndose en el segundo mercado de
valores más grande del mundo.
Según el informe de CreditSuisseResearchInstitute titulado
“Emerging Capital Markets: The Road to 2030” (Mercados de Capitales Emergentes,
el camino hacia el año 2030), se espera que por impulso en el crecimiento
acelerado de las actividades de obtención de capital en la siguiente década y
media, los mercados de capitales de las naciones emergentes lograrán
captar una participación más proporcional del universo de mercados capitales
del mundo, en relación a sus economías, con lo cual cerrarán la brecha con sus
similares más desarrollados.
A pesar del rápido crecimiento
en las actividades de obtención de capital suscitado en las últimas dos
décadas, los mercados de capitales de los países emergentes siguen siendo
subdesarrollados en relación al tamaño de sus economías. Con un 39% de la
participación del total global o el 51% con base en paridad del poder
adquisitivo, las 20 naciones emergentes actualmente únicamente representan
menos de la mitad de su parte justa del universo de mercados de capital
globales, lo que representa sólo el 22% de la capitalización bursátil mundial,
y el 14% de los mercados mundiales de bonos corporativos y soberanos. Sin
embargo, CreditSuisseResearchInstitute proyecta que hacia 2030, la
participación de los mercados emergentes en la capitalización bursátil global
aumentará al 39%, mientras que para los bonos corporativos y los bonos
soberanos será del 36% y 27% respectivamente, casi el doble de su actual
participación de mercado.
“La disparidad entre las
naciones desarrolladas y las emergentes en el universo de los mercados globales
de capitales habrá de cerrarse para el año 2030. Esto se debería ver impulsado
gracias a una gran contribución desproporcional del mercado de valores
emergentes y de la oferta y demanda de bonos corporativos accionados por el
crecimiento en fondos de inversión, pensiones y seguros nacionales dados los
índices relativamente altos de ahorro que prevalecen entre las economías emergentes.
Además, la creciente capacidad de los corporativos en mercados emergentes para
acceder a los mercados de capitales en moneda local los protege contra el
riesgo de exposición a la volatilidad del tipo de cambio imprevisto”, explica
Stefano Natella, encargado de investigación de valores y banca de inversiones
en CreditSuisse en Nueva York.
CreditSuisse proyecta que la tasa
de crecimiento compuesto anual nominal en dólares de los Estados Unidos a 17
años de cualquier clase de activos serán los valores de mercados emergentes y
los bonos corporativos al 13%. Consideran que esto irá seguido por bonos
soberanos de mercados emergentes al 8%, que duplicarán el ritmo de crecimiento
de sus contrapartes desarrollados. CreditSuisse prevé que el crecimiento en los
valores de mercados desarrollados y en bonos corporativos y soberanos bajará a
un ritmo del 7%, 5% y 3%, respectivamente. En consecuencia, el valor de mercado
para los valores emergentes, los bonos corporativos y soberanos aumentará a 98
billones de dólares, 47 billones y 17 billones de dólares, respectivamente, en
términos de dólares nominales entre 2014 y 2030, frente a las ganancias de 125
billones, 52 billones y 24 billones de dólares, respectivamente, para estas
clases de activos en el mundo desarrollado.
“En este estudio, extrapolamos
los patrones históricos establecidos de crecimiento en los mercados de
capitales desarrollados y emergentes para ayudarnos a proyectar su dimensión
relativa y absoluta y la composición del valor de mercado hacia el año 2030. Descubrimos
una fuerte relación entre la expansión histórica del capital agregado de
naciones desarrolladas y el valor de mercados de bonos corporativos relativo al
PIB y el aumento en la productividad económica. De este modo, utilizamos
proyecciones de largo plazo del PIB per capita para hacer pronósticos del valor
de mercado desarrollado y del emergente y la emisión de renta fija a lo largo
de los 17 años hacia el año 2030”, puntualiza Alexander Redman, estratega de
valores de mercados emergentes globales y banca de inversiones en CreditSuisse
en Londres.
El mercado de valores de China
superará a los del Reino Unido y Japón hacia 2030
Aunque hacia el año 2030 el
mercado estadounidense seguirá siendo el principal mercado de valores con una
capitalización de 98 billones de dólares y un peso del 35%, el mercado de China
superará tanto al del Reino Unido como al de Japón para convertirse así en el
segundo mercado principal con una capitalización de 54 billones de dólares y un
peso del 19%. Acumulativamente, China ha representado el 40% (639.000 millones
de dólares) del valor de las operaciones de los mercados capitales de valores
del mundo emergente (ofertas públicas iniciales y secundarias) desde el año
2000. En los próximos 17 años, la participación de China se incrementará al 60%
o 3,6 billones de dólares, lo que representa un aumento nominal de 5,5 veces.
Esta proyección está basada en el supuesto de que la cuenta de capitales de
China se liberalizará en los siguientes 17 años, con lo que los inversionistas
extranjeros tendrán acceso al mercado de acciones A.
De igual forma, CreditSuisse
también proyecta que la dominancia de China en el valor de las operaciones de
mercados de bonos corporativos en mercados emergentes a lo largo de los últimos
14 años (una participación del 37% o USD 1.6 billones del total) se mantendrá y
eventualmente abarcará un 53% de la participación (o 18,4 billones de dólares)
de la actividad primaria de mercados emergentes total para 2030.
Igualmente y hacia ese año, China
representará el mayor crecimiento en cuanto a valor de mercados corporativos.
Las emisiones totales originarias de China se proyecta que aumentarán casi diez
veces desde 3 billones de dólares en 2014 a 32 billones, en consistencia con la
eliminación de intermediarios de gran escala por parte de bancos chinos en
activos de gobiernos locales y empresas estatales.
Los mercados emergentes captarán
una mayor participación de las comisiones por colocación
Otra de las proyecciones de
CreditSuisse es que los países emergentes no solamente serán mayores
generadores de comisiones por colocación, sino que además captarán una mayor
participación en los siguientes 17 años. Según el informe, las comisiones
totales por colocación de mercados capitales en el mundo para el periodo 2014-2030
alcanzarán los 638.000 millones en términos nominales, frente a 307.000
millones en comisiones logradas en el periodo 2000-2014. De la cifra conjunta
de comisiones, el 40% o USD 256.000 millones se esperan sean generados por
mercados emergentes, frente a una participación mucho menor del 16% (o USD
49.000 millones) desde el año 2000.
La división de comisiones entre
mercados de capital de deuda y valores hasta 2030 también quedará mucho más
equilibrada (del 49% / 51% respectivamente), frente a la división del 67-33%
registrada del 2000 al 2013 al 58% (149.000 millones de dólares) entre 2014 y
2030.
Otras conclusiones estadísticas
importantes derivadas del estudio:
Los BRICs aumentarán su
participación en el universo de valores globales al 26% para finales de 2030,
arriba del 11% registrado en 2014 y del 2% de 1996. Dentro de los mercados
emergentes, los BRICs representarán un 66% de capitalización de mercados de
valores para el año 2030, arriba del 52% de 2014 y 21% en 1996.
Arabia Saudita, Indonesia y
Turquía pasarán por un cambio sustancial en sus rankings de tamaño relativo
dentro de los mercados emergentes. Arabia Saudita escalará al sexto lugar del
10º, Indonesia al 7º del 12º y Turquía al 10º del número 17.
Los países con TCCA dólar de
capitalización de valores más veloz entre 2014 y 2030 son Turquía (17%), China
(16%) e Indonesia (15%). Estos índices de crecimiento incluyen tanto el impacto
de los retornos de precio en dólares como el de emisiones netas e inclusiones.
Se espera casi una duplicación
del valor del mercado global de bonos soberanos para 2030, a 84 billones de
dólares de los 43 billones del 2014, de los cuales el 42% de la ganancia es
atribuible a los mercados emergentes.
Entre el año 2014 y 2030 la
oportunidad acumulativa total de ingresos de capital secundario se estima en
392.000 millones de dólares en los mercados emergentes y de 827.000 millones en
los mercados desarrollados.
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