Diario "La Nación". Buenos Aires,Jueves 10 de julio de 2014
El Escenario
Una nueva batalla, que lejos está de resolver el fondo del conflicto
JERUSALÉN
Barrera
protectora, el nuevo operativo lanzado por Israel contra la
infraestructura armada de los grupos radicales palestinos en la Franja de Gaza, probablemente no sea el último.Aunque el premier israelí, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Defensa, Moshe Yaalon, hablan de la necesidad de terminar con el disparo continuo de misiles desde Gaza hacia la población civil israelí -cuya intensificación fue lo que desencadenó la ofensiva militar-, hay una diferencia entre tratar de asestar un golpe a Hamas que le haga pedir (o aceptar) un alto el fuego y lograr un cambio radical de fondo en la situación.
Israel bombardeó ya más de 500 blancos de Hamas y sus pares en Gaza, pero los misiles continúan cayendo no sólo en el sur israelí, aledaño a la Franja, sino ya bastante más lejos , muy al norte de Tel Aviv. Esto incluye misiles de largo alcance, lo cual significa que, además de la "producción local", los grupos radicales palestinos han recibido cohetes sirios y/o iraníes.
Su esfuerzo armamentista es constante, y otra de las piezas en el mosaico es el hallazgo por parte de Israel de nuevos túneles cavados por los terroristas desde Gaza hacia territorio israelí, con el objetivo de ser utilizados para perpetrar atentados o llevar a cabo secuestros y huir de regreso a Gaza.
Todo esto indica que por más que Israel intente "dar una lección" a Hamas, probablemente el grupo islamista no esté dispuesto a "aprender". Hamas responde desde Gaza a lo que presenta como "crímenes" de Israel en Cisjordania, pero de fondo lo motiva una idea que no acepta negociación con Israel.
En conversación con LA NACION, Bassem Eid, conocido luchador palestino por los derechos humanos, fundador y director del Grupo Palestino de Monitoreo de los Derechos Humanos (Phrmg, por sus siglas en inglés), dijo: "Hamas descarta todo tipo de solución política. Y no pierde la esperanza de poder seguir gobernando Gaza, con la intención de ampliar además su poder y tomar control también de Cisjordania". Y agregó que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, que se alió hace pocos meses con Hamas, "nunca logrará llevarlo al diálogo con Israel".
Cuestión de tiempo
En esa situación, parece claro que será cuestión de tiempo hasta que a una eventual tregua le siga eventualmente otra escalada. Pero en esto incide no sólo la posición de Hamas, sino también el margen de maniobra de Israel.Más allá de la pregunta de si acaso es posible "eliminar" a una organización terrorista, parece claro que, a fin de intentarlo, Israel necesitaría lanzar una ofensiva de tal envergadura que probablemente sería incapaz de concretar. No porque le falte poderío militar, sino porque el precio sería tal que difícilmente podría permitírselo, políticamente hablando. Miles de muertos, en un ataque masivo contra la Franja de Gaza, que inevitablemente cobraría las vidas de demasiados inocentes no involucrados.
Y menos que menos con Netanyahu al frente, un primer ministro conservador en algunos asuntos políticos, pero extremadamente cauteloso al recurrir a la fuerza militar, por lo cual algunos de sus socios de coalición lo acusaron de ser demasiado "blando" ante el grupo considerado terrorista.
En cuanto al lanzamiento de misiles por parte de Hamas, posiblemente parte de la explicación de su ofensiva radique en el aislamiento regional del grupo, al que el vecino Egipto declaró "amenaza" a su seguridad nacional.
Es Hamas el que tuvo que sacar a su comandancia de la Siria del presidente Bashar al-Assad, en un país sacudido por un sangriento conflicto interno que lleva ya más de tres años.
El porqué de la ofensiva de Hamas se explica también por la propia ideología del grupo. Serán "perseguidos y morirán", nuevamente, en "ataques suicidas en ómnibus, restaurantes y cafés", decía un video de Hamas publicado esta semana, que por las dudas fue traducido también al hebreo..
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