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miércoles, 15 de julio de 2015

Greenpeace 2013 Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi ya están en el país

Greenpeace

Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi ya están en el país

Los activistas regresaron de Rusia tras permanecer dos meses detenidos

Emocionados, pero felices de estar de nuevo en su país, los activistas de Greenpeace Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi regresaron ayer a la Argentina tras permanecer más de dos meses detenidos en Rusia por participar de una protesta contra una instalación petrolera en el Ártico, y fueron recibidos en Ezeiza por familiares, amigos y ambientalistas.
Los integrantes de la agrupación ecologista llegaron a Buenos Aires pasadas las 9 en un vuelo procedente de París, luego de viajar desde San Petersburgo y definieron su experiencia como "muy difícil". Entre abrazos y lágrimas, Pérez Orsi, de 40 años, expresó en una improvisada conferencia de prensa que "esta experiencia" reafirmaba sus valores, pero reconoció que "fueron momentos muy difíciles" los que les tocó atravesar durante estos meses de detención.
Por su parte, Speziale, de 20 años, coincidió con su compañero en definir esta experiencia como "difícil", e indicó que "esto no tendría que haber pasado" porque consideró que su arresto "fue una injusticia".
En este sentido, explicó que lo único que querían los activistas de Greenpeace era "proteger el planeta", y afirmó: "El gobierno ruso nos debe una disculpa a todos por la acción que realizaron. Voy a seguir luchando por mis ideales. Lo peor que nos pasa es el daño psicológico que nos realizaron. El aislamiento es lo peor que le pueden hacer a una persona".
Ambos argentinos fueron detenidos junto a otros 28 activistas tras intentar trepar una plataforma petrolera de la empresa rusa Gazprom cuando el barco de Greenpeace se encontraba en la zona económica exclusiva rusa y recuperaron la libertad tras una amnistía impulsada por el presidente Vladimir Putin.
"La amnistía no es suficiente. Hay que seguir peleando. La batalla no ha terminado. Hemos firmado poderes a nuestros abogados para que continúen las gestiones necesarias con el fin de que obtengamos la inocencia absoluta", dijo Pérez Orsi, que llegó acompañado por su esposa, Margarita Malig, y su hija, Julia, de un año, quienes habían viajado a Rusia cuando él recuperó la libertad.
Pérez Orsi destacó que "la embajada argentina estuvo todo el tiempo, hasta el último día", con ellos y puntualizó que "incluso el cónsul argentino" los "ayudó en el aeropuerto con los trámites del viaje".
Además, contó: "La acusación de piratería fue un jarro de agua fría, ya que esperábamos que toda acabaría con una multa", y agregó: "Lo peor fueron las 23 horas diarias de incomunicación en la celda, aunque nunca nos maltrataron".
Por último, el marino marplatense, que había sido contratado como tripulante del rompehielos Arctic Sunrise, justificó las acciones de Greenpeace en Rusia al indicar que "el Ártico debe quedar para las generaciones futuras como reserva de oxígeno y temperatura en una zona que es muy frágil y cuya destrucción tendría efectos devastadores para el clima del resto del mundo".
Por su parte, Speziale manifestó que fue al Ártico por voluntad propia. "Nadie me dijo andá y hacé esto, yo sola tomé la decisión y no me arrepiento -sostuvo-. Voy a seguir trabajando y estudiando, haciendo lo que sé hacer y voy a seguir peleando por lo que creo, por lo que me parece justo."
Antes de retirarse del aeropuerto, Speziale reclamó que el gobierno ruso libere ahora al rompehielos, que permanece secuestrado por la justicia rusa en Múrmansk..

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