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lunes, 24 de agosto de 2015

VIDEO DE MAHOMA 2012 Crecen las protestas musulmanas contra EE.UU.







Tensión en el mundo islámico / Washington, bajo presión

Crecen las protestas musulmanas contra EE.UU.

Obama prevé más disturbios y pide a los líderes de Medio Oriente que protejan a los ciudadanos de su país
SANAA.- Como una bola de nieve, las protestas contra misiones diplomáticas de Estados Unidos, a causa de un video que difama el islam, continuaron ayer por tercer día consecutivo en Egipto y se extendieron a varios países de la región, como Yemen, donde los disturbios causaron cuatro muertos, Túnez, Irak e Irán.
La ira de los grupos salafistas y afines contra los intereses norteamericanos derivó en una grave crisis de seguridad para Estados Unidos, después de que una turba asaltara el martes su consulado en la ciudad libia de Benghazi y matara al embajador, Christopher Stevens, y a otros tres funcionarios. Un ataque que la Casa Blanca sospecha que fue planificado por milicias extremistas. Ayer, las autoridades libias informaron de la detención de cuatro sospechosos de haber participado en el ataque.
La ola de protestas antiamericanas se produce en plena campaña electoral en Estados Unidos. El presidente Barack Obama, que buscará la reelección en noviembre, reiteró ayer que había ordenado a su administración hacer todo lo necesario para proteger a los estadounidenses en el exterior.
Desde Golden, Colorado, Obama dijo que había mantenido conversaciones telefónicas con varios líderes árabes "para hacerles saber que tienen la responsabilidad de proteger a los ciudadanos norteamericanos" en aquellos países donde se registraron incidentes. En una entrevista con una agencia de prensa internacional, el mandatario señaló que su gobierno prevé más protestas antiestadounidenses en Medio Oriente en los próximos días, pero aseguró que Estados Unidos "no se retirará de la región".
A pesar de que Washington trató de calmar los ánimos de los islamistas, al criticar el video anti-Mahoma que se divulgó en Estados Unidos a través de Internet, los grupos más radicales redoblaron las protestas ayer. Para prevenir nuevas agresiones, el Pentágono movilizó anteayer a las costas libias a dos buques de guerra y a un escuadrón de elite de medio centenar de marines.
"La película [anti-Mahoma] es repugnante y reprochable", dijo la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que quiso dejar claro que la Casa Blanca "no tiene absolutamente nada que ver con el video".
"La película tiene un propósito cínico: denigrar una gran religión y provocar rabia", dijo Clinton desde Marruecos.
No obstante, la responsable de la política exterior de Washington insistió en que la violencia que ha desatado la difusión del video "no es aceptable". "Como en Estados Unidos existe la libertad de expresión, para nosotros es imposible reaccionar ante una película de esas características", agregó.
En Sanaa, la capital yemení, cuatro personas murieron y varias decenas resultaron heridas en los disturbios registrados ante el edificio de la embajada estadounidense.
Los manifestantes lograron acceder al patio de la embajada y reemplazaron la bandera de las barras y estrellas por una blanca en la que podía leerse: "No hay otro dios que Alá y Mahoma es su profeta".
Antes de que la policía lograra dispersarlos, los extremistas incendiaron varios automóviles. Según medios locales, el presidente yemení, Abed Rabbo Mansour Hadi, lamentó el brote de violencia y criticó la "irresponsabilidad" de los manifestantes. Los disturbios comenzaron horas después de que el clérigo musulmán Abdul Majid al-Zindani llamara a sus seguidores a emular las protestas en Libia y en Egipto. Al-Zindani, mentor en su día de Obama ben Laden, está considerado por Washington como un "terrorista global".
Mientras, cientos de manifestantes volvieron a congregarse en El Cairo frente a la legación diplomática norteamericana por tercer día consecutivo. Las protestas en la capital egipcia desembocaron en enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. Según fuentes hospitalarias, más de 200 personas resultaron heridas en los disturbios, entre ellos decenas de policías.
Desde Bruselas, el presidente egipcio, Mohammed Morsi, condenó tanto los asaltos a las sedes norteamericanas como el contenido del video paródico del islam, y aseguró que trabajará con las autoridades estadounidenses para garantizar la seguridad de su personal diplomático.
La ola de furia contra Estados Unidos se extendió ayer también a Irán y a las ciudades iraquíes de Bagdad y Basora. Cientos de seguidores del clérigo chiita Muqtada al-Sadr tomaron las calles de ambas ciudades para exigir al gobierno iraquí el cierre de la embajada de Estados Unidos. Por su parte, medio centenar de personas se congregaron durante unas horas en Teherán frente a la embajada de Suiza, que representa los intereses estadounidenses en Irán.

Reclamos y críticas

Fueron parte de la ofensiva diplomática de Washington
BARACK OBAMA
Presidente de EE.UU.
"Otros gobiernos tienen la obligación de cooperar para proteger a nuestros ciudadanos"
HILLARY CLINTON
Secretaria de estado de EE.UU.
"La película [que ridiculiza a Mahoma] es abominable y reprochable"
Del editor: qué significa.
Esta región ya se desangra con Siria. Más violencia y odio -sin importar el blanco- la alejan de la estabilidad y el desarrollo que tan desesperadamente necesita.
Agencias AP, AFP y DPA .
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El escenario

Cuando el extremismo aprovecha el caos ideológico

Por   | The New York Times
DOHA, QATAR.- Los levantamientos árabes parecieron tender un nuevo puente en las conflictivas relaciones entre Estados Unidos y el mundo islámico, tal vez principalmente en Libia, donde el poder de fuego norteamericano ayudó a derrocar al coronel Muammar Khadafy, ganándose así una profunda gratitud popular.
Pero anteayer, tras las violentas manifestaciones antinorteamericanas y el asesinato del embajador y otros tres diplomáticos norteamericanos en Benghazi, se produjo un retroceso al triste y sobradamente conocido escenario anterior.
La razón, como ocurrió anteriormente con las protestas que siguieron a la quema de ejemplares del Corán en Afganistán y a la publicación de caricaturas antimusulmanas en Dinamarca, fue la percepción de una blasfemia, en este caso proveniente de la difusión de un video que denigra al profeta Mahoma.
Los musulmanes se enfurecieron otra vez, y muchos occidentales se preguntan por qué el islam parece responder siempre a estas ofensas con la violencia.
Para los analistas, sin embargo, los ataques podrían tener menos que ver con una supuesta violencia intrínseca a los musulmanes que con el caos ideológico que reina en el mundo árabe, donde los extremistas suelen sacar provecho de la ira popular e invocar el islam para llevar agua al molino de sus propios intereses, fundamentalmente políticos.
Entre esos extremistas también puede haber elementos jihadistas leales a Al-Qaeda, organización que ya dejó en claro que espera cosechar nuevos adeptos en Libia y otros países de la "primavera árabe".
Anteayer, los funcionarios de Estados Unidos dijeron que sospechan que el ataque en el que perdió la vida el embajador Christopher Stevens estaba planeado de antemano, aunque muchos detalles siguen siendo inciertos, incluida la identidad de los asesinos.
Bernard Haykel, profesor de estudios de Medio Oriente de la Universidad de Princeton, señaló: "Es cierto que existen sanciones por insultar al profeta, pero en este caso se trata sobre todo de oportunismo político o simbólico, gente que usa los símbolos religiosos para aumentar su poder frente a otros grupos".
Libia y Egipto son especialmente vulnerables a este tipo de enfrentamientos por los símbolos y el poder. La autoridad de los nuevos gobiernos de ambos países para ejercer el poder sigue siendo incierta, y los grupos religiosos ultraconservadores que ganaron terreno en el último tiempo -conocidos mayormente como salafistas- están contentos de poder dar muestras de su visibilidad y su influencia frente a otras facciones.
Libia, especialmente, sigue siendo un ajedrez de distintas milicias, algunas compuestas por salafistas, que demostraron ser capaces de intimidar al flamante gobierno democrático.
"¿Quién va a controlar a esta gente?", se pregunta Tarik Yousef, veterano miembro del Instituto Brookings y también hijo del presidente interino de Libia, Mohammed Yousef Magarief.
"Algunos de estos grupos salafistas aseguran trabajar bajo la égida del Ministerio del Interior", agrega.
Al mismo tiempo, anteayer se produjeron en toda Libia manifestaciones espontáneas de ira popular contra los asesinos y contra los salafistas. La red Twitter también se vio desbordada de mensajes pro-norteamericanos en Libia.
En Egipto los salafistas se volvieron poderosos en el Parlamento recién elegido, donde oponerse a Estados Unidos sigue siendo la manera más resonante de llamar la atención. Pero el ataque a la embajada norteamericana en El Cairo -a diferencia del atentado donde perdió la vida el embajador Stevens- parece haber sido espontáneo y encabezado por ciudadanos egipcios genuinamente enojados por el video.

Reacción

La Hermandad Musulmana de Egipto reaccionó a las protestas de El Cairo con una declaración que ilustra su necesidad de sofrenar la ira popular sin perder su rol de principal voz autorizada del islam: criticó implícitamente la violencia del ataque a la embajada y convocó al mismo tiempo a marchas pacíficas en todo el país, hoy, para repudiar el video.
Como sucedió anteriormente en otros casos de profanación de símbolos islámicos, gran parte de la culpa radica en la naturaleza misma de las comunicaciones modernas: basta que un fanático antimusulmán encienda un solo fósforo en Florida y alguien lo suba a YouTube para que el reguero de pólvora se extienda con disturbios alrededor del mundo.
Pero esa furia también hunde sus raíces en la lenta desintegración de la autoridad religiosa que se registra en el mundo árabe desde hace más de un siglo, una erosión que ha hecho posible que los autodenominados intérpretes del islam dicten de inmediato su veredicto sobre cuestiones que en el pasado quedaban a criterio de figuras respetadas y de larga trayectoria.
Traducción de Jaime Arrambide .
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El análisis

Evitar daños mayores, la prioridad de Washington

Por   | LA NACION
Con una operación militar en marcha a la región en llamas, la estrategia del gobierno demócrata parece ser un fiel reflejo de su lema de campaña: "Hacia adelante", y sin detenerse a mirar atrás.
Por debajo hay movimientos de todo tipo. Pero en lo público, nada pareció alterar ayer el ritmo del presidente Barack Obama, que siguió en campaña, lo mismo que su adversario republicano Mitt Romney.
En tanto, el Pentágono prepara planes de contingencia con el desplazamiento de aviones no tripulados y de cruceros de guerra hacia la región donde las protestas antinorteamericanas se extendieron ya a nueve países. Todo un desafío para el apoyo que la Casa Blanca dio a la llamada "primavera árabe".
Lo más grave eran las manifestaciones alrededor de la embajada en El Cairo, mientras se mantenía una atenta vigilancia a los riesgos que podrían correr otras sedes diplomáticas, así como al desarrollo de las reacciones en Irán y en Yemen.
Washington fue ayer un hervidero de visiones conspirativas sobre lo que ocurría. Pero, a cientos de kilómetros, Obama apenas hizo referencia a la extensión de la crisis en su mitin proselitista en Colorado, la única presentación pública del día.
"Obviamente, todos tenemos el corazón triste en estos días", dijo en alusión al asesinato de su embajador en Libia, Christopher Stevens, muerto en lo que se sospecha fue una maniobra planificada por grupos fundamentalistas islámicos.
Lo que sí hizo el presidente fue prometer que "no habrá acto terrorista" contra los Estados Unidos que quede sin castigo ni tampoco un ataque capaz de "doblegar" el espíritu del país.
Dicho eso, pareció enfrascarse una vez más en el discurso que venía manteniendo hasta el martes, cuando la muerte del embajador Stevens lo enfrentó con el peor desafío a su política para Medio Oriente.
Su secretaria de Estado, Hillary Clinton, hizo lo esperado. Llamó a la calma y dijo que el gobierno de su país "nada tenía que ver" con la película sobre Mahoma a la que se atribuye haber sido la chispa del estallido que tiene en jaque a la región.

Sin censuras

También sin sorpresas para lo que es este país, Clinton dijo que "nada se haría" para evitar la producción de ninguna película. "Hacerlo sería impedir la libertad de expresión y eso es algo que nosotros no hacemos. Espero que se entienda", declaró.
"La situación está bajo control", declaró su vocera, Victoria Nuland, tras admitir que el perímetro de la embajada en Yemen había sufrido un "pequeño ataque" de manifestantes indignados con Washington.
La presión interna contra la política de Obama hacia Medio Oriente se trasladó al Congreso.
Legisladores republicanos pidieron la "inmediata suspensión" de la ayuda financiera a Egipto, Libia y Paquistán, la cual en conjunto representa cerca de 4000 millones de dólares al año.
"¿Cuál es el sentido de dar ese dinero a gente que declara ser nuestro aliado y luego no es capaz de defender una embajada?", dijo el republicano Rand Paul. Sin embargo, la estrategia del gobierno parecer ser la de mantener el rumbo.
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Diario "La Capital". Rosario, 28 de setiembre de 2012.
 
 

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