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martes, 25 de agosto de 2015

HEZBOLLAH 2006 El líder de Hezbollah amenazó con una guerra en defensa de Mahoma



El líder de Hezbollah amenazó con una guerra en defensa de Mahoma

Dijo que los musulmanes estaban dispuestos a "verter su sangre" por el profeta
BEIRUT.- El líder del grupo radical chiita Hezbollah, el jeque Hassan Nasrallah, advirtió ayer que si continúan las ofensas a Mahoma puede producirse un auténtico derramamiento de sangre, durante una ceremonia religiosa que se convirtió en una manifestación en contra de las caricaturas sobre el profeta, publicadas por medios de comunicación occidentales.
"Ahora protestamos contra las ofensas a través de las palabras y las manifestaciones pero, si tenemos que escoger entre la humillación y la guerra, no escogeremos la humillación", advirtió Nasrallah ante miles de personas congregadas para la celebración de la Ashura, la festividad más importante del calendario chiita. "Estamos dispuestos a verter nuestra sangre para defender a nuestro profeta", agregó, e instó a que las manifestaciones en defensa del profeta "continúen en todo el mundo".
Nasrallah aclaró que "no habrá compromisos hasta que no se reciban disculpas" e instó al presidente estadounidense, George W. Bush, y a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, a "callarse" después de que esta última acusara a Damasco y a Teherán de explotar la cólera de los musulmanes tras la publicación de las caricaturas.
De todos modos, el líder integrista pidió "disculpas" por los incidentes del domingo pasado en el barrio cristiano de Achrafieh, donde manifestantes encolerizados quemaron el consulado de Dinamarca y atacaron iglesias, propiedades privadas, comercios, bancos y vehículos durante una protesta contra las caricaturas. Uno de los dibujos de la discordia muestra a Mahoma con un turbante con forma de bomba, con la mecha encendida. Esto indignó a los musulmanes, que consideran una blasfemia cualquier representación gráfica del profeta.
"Muerte a Estados Unidos", "Muerte a Israel" y "Profeta de Dios, estamos a tu servicio", coreaban los manifestantes mientras hablaba el líder del grupo extremista islámico, que además instó al Parlamento Europeo a adoptar "una ley que prohíba los atentados contra las religiones y sus valores sagrados". Con el lema "defensa de la religión y del profeta a cualquier precio", unas 800.000 personas se reunieron en la capital libanesa. "No aceptamos ofensas semejantes" y "¿Quién está detrás de ellas?" se leía en las pancartas, mientras muchos gritaban: "¡Estamos a tu servicio, profeta Mahoma, enviado de Dios!"

Violencia religiosa

Las protestas contra las caricaturas -que ya provocaron 14 muertes- se extendieron ayer hasta Sudáfrica, donde miles de musulmanes participaron de una marcha. Las manifestaciones coincidieron con la celebración religiosa de la Ashura, que cada año conmemora el martirio del imán Hussein -nieto de Mahoma- hace 1300 años. Hussein fue decapitado por las tropas del califa Yazid en Kerbala -ciudad que hoy pertenece a Irak-, en la lucha por la conducción del recién nacido islam.
El duelo de la Ashura también estuvo marcado ayer por dos atentados antichiitas, seguidos de disturbios contra sunnitas, que dejaron por lo menos 31 muertos y más de 50 heridos en Paquistán, y por violentos enfrentamientos en Afganistán.
En Paquistán, la mayoría de las víctimas murió en un atentado con bomba que tenía como objetivo una procesión en la ciudad de Hangu. Cuatro personas fallecieron cuando hombres armados atacaron un ómnibus. Chiitas furiosos incendiaron luego comercios y dispararon tiros al aire.
Se trató de un nuevo episodio de violencia religiosa, que en Paquistán causó más de 4000 muertos desde principios de los 90. Por lo menos 44 personas murieron hace dos años cuando militantes sunnitas atacaron una procesión chiita de la Ashura en Quetta. Las diferencias entre sunnitas y chiitas se fundamentan en la controversia que surgió en los inicios del islam, sobre quién debería suceder al profeta luego de su muerte en el 635 después de Cristo.
Pero los analistas dicen que los ataques sunnitas parecen querer tener el objetivo más ambicioso de desestabilizar al gobierno del presidente Pervez Musharraf y su alianza con EE.UU. en la guerra contra el terrorismo.
En Afganistán, por lo menos tres personas murieron en actos de violencia entre sunnitas y chiitas en Herat, en el oeste del país. Según los testigos, los sunnitas atacaron con piedras a los chiitas, que participaban en una procesión, y se produjeron disparos. .

Agencias EFE, DPA y AFP 

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21 de junio de 2000.

 

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