Diario "La Nación". Buenos Aires, Jueves 21 de noviembre de 2013
Tensión entre Teherán y Occidente / Las negociaciones en Ginebra, bajo amenaza
Giro de Irán: se endurece en el diálogo por su plan nuclear
El guía supremo, Khamenei, advirtió a las potencias que no cederá en sus ambiciones de desarrollo atómico
TEHERÁN.-
Sólo unas horas antes de que Irán y las potencias retomaran las
negociaciones sobre el plan nuclear del régimen, una advertencia que
podría frustrar el diálogo llegó desde Teherán.
En un
endurecimiento que contradice la flexibilización mostrada por el
gobierno en los últimos meses, el guía supremo, el ayatollah Ali
Khamenei, advirtió que Irán no retrocederá sobre sus derechos al
desarrollo atómico y recordó que los negociadores iraníes tienen
estrictas instrucciones de no traspasar las líneas rojas que él impuso.Ante más de 50.000 basij, la milicia urbana del régimen, Khamenei, el hombre más poderoso del país y amo y señor del controvertido programa nuclear, dijo que Teherán no cederá ni siquiera "una coma" en sus derechos al desarrollo de planes nucleares, que "deben ser reconocidos" por las potencias occidentales.
"Insisto en la estabilización de los derechos iraníes, comprendidos los nucleares", dijo el ayatollah, que en el pasado había manifestado su escepticismo sobre un eventual progreso en las negociaciones con las grandes potencias.
Pese a su advertencia, Khamenei reiteró su apoyo a los negociadores, a los que les entregó una serie de orientaciones. "No intervengo en el detalle de las negociaciones, pero hay líneas rojas que los responsables deben respetar sin tener miedo a la agitación de los enemigos", dijo Khamenei, el hombre que tiene la última palabra sobre las decisiones estratégicas del país, entre ellas, el sector nuclear.
Entre esas "líneas rojas" figuran el enriquecimiento de uranio en territorio iraní y la negativa a cerrar la planta subterránea de enriquecimiento de Fordo y el reactor de agua pesada de Arak. Las declaraciones de Khamenei coincidieron con la reanudación en Ginebra de las negociaciones entre Irán y Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, China, Rusia y Alemania, que presionan a Teherán para que exponga todos los detalles de su programa nuclear, sospechado por las potencias de perseguir el desarrollo de un arsenal atómico.
Luego de un breve encuentro de 10 minutos, las partes acordaron ayer intentar alcanzar un pacto preliminar de seis meses, tiempo durante el cual se negociaría un acuerdo integral de largo plazo. Inmediatamente después comenzó una serie de reuniones que se extenderían hasta las primeras horas de hoy.
Después de años de desconfianza y esfuerzos infructuosos, las potencias intentan lograr que, con su nuevo presidente, el moderado Hassan Rohani, Irán suspenda partes sensibles de su programa nuclear a cambio de que se suavicen las sanciones que pesan sobre la república islámica.
Esas medidas, en particular sobre el clave sector petrolero, están asfixiando la economía del país, ya amenazada por la depresión y la inflación.
Según divulgaron fuentes diplomáticas occidentales, para neutralizar las actividades iraníes, las potencias exigen el cese del enriquecimiento de uranio al 20%, la reducción de la reserva de ese mineral al 20% y la suspensión de la construcción de la central de agua pesada de Arak.
Ésta es la tercera ronda de reuniones desde la llegada a la presidencia iraní de Rohani, un líder religioso pragmático que, desde que asumió el poder, intenta imponer una política de deshielo con Occidente mientras procura contener los ataques de los duros del régimen, más inclinados por la confrontación.
En el primer encuentro, Irán presentó su propuesta, que fue bienvenida por las potencias por las concesiones que ofrecía y su voluntad de someterse al control internacional. En tanto, en el segundo, se frustró un acuerdo preliminar por las desavenencias entre Francia y sus socios occidentales sobre un reactor iraní.
Sin embargo, un eventual acuerdo enfrenta la oposición de Israel, que insiste en que la comunidad internacional no debe abandonar la línea dura frente a Irán.
"Creemos que se puede lograr un acuerdo mejor. Esto requiere persistencia y consistencia. Sería una solución diplomática y pacífica al asunto de las armas nucleares de Irán, absolutamente igual al acuerdo alcanzado sobre las armas químicas de Siria", dijo ayer el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Moscú, cuyo gobierno es aliado de Teherán.
Teherán acusa a Israel, su enemigo jurado, de querer "torpedear" las negociaciones. "Los enemigos, sobre todo por la boca sucia y malintencionada del perro rabioso de la región, el régimen sionista, dicen que Irán constituye una amenaza para el mundo. Es falso porque es completamente contrario a las enseñanzas del islam", dijo Khamenei.
Dos religiosos en el poder
Uno, conservador, guardián de la ideología y máxima autoridad del país; el otro, moderado y político pragmático. Khamenei y Rohani mantienen una sociedad que es clave para el futuro del diferendo nuclearEl cargo más alto
Desde junio de 1989, Khamenei ostenta el cargo más alto y poderoso de la República Islámica fundada por su predecesor, Ruhollah Khomeini. Considerado un hombre poco preparado para el cargo, Khamenei se acercó a los sectores más duros del régimen, como la Guardia Revolucionaria y los religiosos conservadores; controla todos los sectores estratégicos del país, incluido el plan nuclear
Clérigo moderado
Sin tener el máximo cargo en la jerarquía clerical, Rohani es uno de los religiosos pragmáticos más respetados del país. Diplomático formado, el presidente fue ministro de Defensa y es uno de los máximos expertos en seguridad de Irán: ocupó la secretaría del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y la Jefatura del Departamento de Política Exterior y Seguridad. También fue el negociador nuclear entre 2003 y 2005
Del editor: cómo sigue.
La advertencia de Khamenei deja en evidencia que un acuerdo sigue estando tan lejos como hace meses, cuando aún no había asumido Rohani.
Agencias EFE, AFP y ANSA.La advertencia de Khamenei deja en evidencia que un acuerdo sigue estando tan lejos como hace meses, cuando aún no había asumido Rohani.
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Diario "La Nación". Buenos Aires, Jueves 21 de noviembre de 2013
La búsqueda de un acuerdo, dominada por pujas internas y exigencias de ambas partes
NUEVA
YORK (Reuters).- En un esperado encuentro, Irán se reunió ayer en
Ginebra con representantes del llamado grupo "5+1" para discutir un
acuerdo según el cual Teherán suspendería partes de su programa nuclear a
cambio de un alivio limitado en las sanciones. Las potencias
occidentales acusan a Irán de tratar de desarrollar su capacidad para
producir armas atómicas, aunque Teherán insiste en que sus ambiciones
nucleares se limitan a la generación pacífica de electricidad.
-¿Cuál es el trasfondo de las negociaciones?Estados Unidos, la Unión Europea y el Consejo de Seguridad de la ONU aplicaron sanciones a Irán por su negativa a detener sus trabajo de enriquecimiento de uranio y otras actividades nucleares que podrían ser usadas en la fabricación de armamento. Las exportaciones de petróleo iraní se derrumbaron un 60% en los últimos dos años, luego de que la UE y los países asiáticos disminuyeran sus compras. Irán recibe apenas unos 100 millones de dólares diarios por las ventas de petróleo, mientras que hace dos años obtenía 250 millones. Además, la inflación subió y el valor de la moneda del país, el rial, se hundió. En junio, fue elegido Hassan Rohani, un líder moderado que intenta aliviar las sanciones y el aislamiento internacional.
¿En qué consiste el diálogo?
Desde septiembre, Gran Bretaña, China, Francia, Alemania, Rusia y Estados Unidos se reunieron tres veces con los representantes iraníes en Ginebra. Ayer se reabrió el diálogo, pero el líder supremo iraní, Ali Khamenei, advirtió que Teherán no retrocederá sobre sus derechos al desarrollo de programas atómicos. La meta del encuentro que comenzó ayer es cerrar un trato interino que dé tiempo a las potencias para discutir un acuerdo permanente con Irán.
¿Qué se le pide a Irán?
El último reporte del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) señalaba que Teherán frenó la expansión de su programa de enriquecimiento hasta prácticamente paralizarlo. Pero las potencias de Occidente quieren que vaya más allá. En la fase inicial del acuerdo, que duraría seis meses, a Irán se le pediría hacer lo siguiente:
- Dejar de producir uranio enriquecido al 20%, necesario para fabricar una bomba nuclear.
- Convertir su inventario de unos 200 kilos de uranio enriquecido al 20% en alguna forma de óxido.
- Producir menos de un 3,5% de uranio enriquecido, al usar menos centrífugas nucleares. Eso ayudaría a reducir el volumen general de uranio enriquecido que Irán está fabricando.
- Permitir más inspecciones del OIEA.
- No permitir que el reactor de investigación Arak entre en operaciones. Francia e Israel demandaron que se detenga la construcción del reactor, que, si se pone en marcha, tendrá la capacidad de producir plutonio de grado para armas.
Los diplomáticos señalan que los puntos principales pasan por qué hacer con el reactor Arak -al que Irán no quiere renunciar- y la insistencia de Teherán en que las seis potencias reconozcan explícitamente su derecho a enriquecer uranio. Estados Unidos dice que aunque los países podrían tener el derecho a la energía nuclear para uso civil, ningún Estado tiene un derecho inherente de tener capacidades de enriquecimiento. El canciller iraní, Mohammed Javad Zarif, sugirió que Irán podría insistir en su derecho propio a enriquecer uranio sin requerir a otros que lo reconozcan explícitamente.
¿El acuerdo frenaría el programa nuclear iraní?
El presidente norteamericano, Barack Obama, dijo que el acuerdo permitiría ganar algunos meses adicionales en lo que respecta a la capacidad de Irán de abandonar el régimen del Tratado de No Proliferación Nuclear y producir armas, si elige hacerlo. Pero, según los expertos, con el alto número de centrífugas que operan en Irán, su capacidad en materia de armas se mantendría..
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