Diario "La Nación". Buenos Aires, Jueves 05 de septiembre de 2013 |
El G-20 quiere estimular más inversiones en infraestructura
SAN
PETERSBURGO, Rusia- Las mayores economías industrializadas y emergentes
del mundo sopesan medidas, incluyendo la titulización de préstamos para
proyectos de infraestructura y la creación de fondos dedicados, en su
intento por reactivar el crecimiento global a través de la financiación
de inversiones a largo plazo.
Autoridades cercanas a las
conversaciones sostienen que la reunión de líderes del Grupo de los 20
en San Petersburgo esta semana probablemente apruebe un plan de trabajo
-al que tuvo acceso The Wall Street Journal- que busca formas de atraer
una mayor porción de los ahorros globales, hacer que el ambiente de
inversión se vea más atractivo y mejorar la estructuración de proyectos a
largo plazo.Cuando la capacidad de muchos gobiernos de invertir en sus economías está muy limitada luego de años de apuntalarlas tras la crisis financiera, la idea de involucrar dinero del sector privado es, sin dudas, atractiva. Pero las autoridades del G-20 son conscientes de que el mayor desafío que enfrentan quizás no sea una falta de financiación privada disponible, sino una escasez de proyectos que inspiren la confianza de los inversionistas.
"Creo que es importante ver este tema de forma amplia para identificar las desventajas y brindar un ambiente general favorable para la inversión", sostuvo Ludger Schuknecht, director general de política económica del ministerio de Finanzas de Alemania, en una entrevista reciente.
Desde comienzos de año, funcionarios del G-20 han recurrido al asesoramiento de un grupo de expertos, incluidos el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, sobre qué medidas podrían tomarse para respaldar la financiación de la inversión a largo plazo.
En el caso de las economías emergentes, el foco está principalmente en las enormes exigencias de infraestructura: el Banco Mundial calcula que entre US$800.000 millones y US$900.000 millones se invierten en esta área todos los años, pero señala que es necesario alrededor de US$1 billón (millón de millones) más. Para algunos países industrializados, un punto clave es cómo fomentar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, sobre todo porque el sector financiero es más cauteloso a la hora de asumir riesgos en un ambiente post-crisis.
Las autoridades que participan en las conversaciones enfatizan que sus ideas son preliminares y señalan que el grupo de estudio del G-20 -dirigido por Alemania e Indonesia- pretende seguir sus conversaciones luego de que la presidencia sea transferida a Australia el año próximo.
El plan de trabajo describe la misión de mejorar el clima de inversión como la "primera prioridad". Eso podría involucrar medidas como fortalecer instituciones jurídicas o crear regímenes más transparentes y estables para la inversión extranjera. De todos modos, la variedad de estructuras institucionales existentes en los países que integran el grupo podría dificultar que el G-20 prescriba una fórmula única que funcione para todos, indicaron personas al tanto.
Otras cuestiones importantes que el grupo planea abordar incluyen cómo atraer más capital privado -en particular de inversionistas institucionales con abundante efectivo- hacia la inversión a largo plazo, y cómo mejorar la estructura y la transparencia de los proyectos.
"Hay mucho dinero disponible" en el sector privado, dijo el ministro de Hacienda de Indonesia, Chatib Basri. "El punto clave es cómo atraer ese capital", añadió.
Una manera de hacer eso es a través de sociedades público-privadas, donde el gobierno e inversionistas privados comparten proyectos, dijo. Los gobiernos podrían facilitar que el sector privado se involucre si crearan principios estandarizados para esas alianzas. Los gobiernos también podrían brindar mayor claridad sobre la naturaleza de los proyectos de infraestructura en general, ofreciendo más detalles sobre los plazos, el grado de involucramiento del gobierno y los ingresos previstos, indica el plan de trabajo del G-20.
Otra idea que están considerando las autoridades es alentar la titulización de préstamos de infraestructura, un proceso que agrupa esos préstamos para que puedan ser vendidos en partes, potencialmente con cierto grado de garantía pública. Pero el plan de trabajo destaca que esos productos deberían estar "basados en un alto nivel de calidad y transparencia", considerando el legado de estos instrumentos en la crisis financiera global.
El plan de trabajo también enfatizó la importancia de encontrar formas para que los bancos de desarrollo multilaterales aprovechen mejor la influencia de sus recursos en un contexto en que la financiación estatal se vuelve más escasa. Eso podría incluir la venta de partes de sus inversiones existentes, realizar inversiones directas de capital en empresas en sectores estratégicos y ofrecer garantías u otros instrumentos que ayuden a mitigar los riesgos, para estimular la participación del sector privado, según el documento..
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